Los habitantes del Museo del Romanticismo han salido a la calle -en concreto, a la calle Beneficiencia- gracias a una acción artística que ha llevado la técnica del papel pintado y pegado (paste-up) a las paredes traseras de este edificio decimonónico.
Los personajes protagonistas de algunas de las pinturas del museo han sido colocados en la calle gracias al Outings project, una iniciativa que pretende dar vida a las obras que los museos albergan en su interior para embellecer el entorno urbano. Y todo ello con recursos sin complicaciones técnicas. Simplemente tomar una foto (incluso con el móvil), imprimirla, cortarla y pegarla en una pared, como explican en Somos Chueca.
El resultado es una comunión perfecta entre el arte del interior del museo y el que se observa a diario en las calles de Malasaña, un barrio con especial gusto por el arte urbano y en el que se pueden encontrar auténticas joyas de este tipo de expresión artística.