Un árbol adulto es un bien escaso en el centro de Madrid, por lo que su desaparición súbita ocasiona reacciones de indignación y preocupación entre los vecinos, que ven la sombra y la naturaleza escapar de sus calles.
El pasado lunes, 25 de junio, fueron talados algunos de los árboles de la plaza de San Ildefonso que daban a la Corredera, tras la caída sin incidentes de una rama y la intervención de los bomberos. En estos momentos, sólo queda un árbol en lo que solía ser una fila de cuatro, dejando desguarnecida de sombra la plaza.
La asociación vecinal del barrio, ACIBU, publicaba ayer en su perfil de Facebook un mensaje en el que, haciéndose eco de la tala, pedía explicaciones:
Preguntado por este medio, Jorge García Castaño (concejal responsable de la Junta Municipal de Centro), ha declarado que la tala se debió a una cuestión de seguridad: “ya había caído una rama grande y había peligro de más caídas”. García Castaño considera lógica la inquietud de los vecinos ante la desaparición repentina del arbolado y se lamenta de que “la situación es compleja”, en relación al estado del arbolado madrileño.
Estas declaraciones vienen a sumarse a distintos mensajes de alerta recogidos por Somos Malasaña. Nadine, que regenta un comercio en la plaza, nos lo contaba de la siguiente manera:
Los ánimos están calientes en Malasaña con respecto a las talas de árboles. Cabe recordar que, recientemente, fueron talados siete árboles entre las calles San Mateo y Beneficiencia por la empresa que construye allí un hotel. Por otro lado, las caídas de ramas son también una constante en las plazas del barrio. A las producidas en la plaza de San Ildefonso cabría sumar la caída y desaparición de dos árboles en la plaza del Dos de Mayo a principios del mes de julio.
En cualquier caso, si el tema es complejo y admite matices, hay algo en lo que todos los vecinos de Malasaña cuya opinión ha podido pulsar este medio coinciden: es urgente que se repongan sin dilación los árboles que el barrio ha ido perdiendo en los últimos tiempos.