La reapertura de dos afters en Malasaña ha hecho revivir unas pesadillas que creían superadas a muchos vecinos del céntrico barrio madrileño. Se trata de dos locales ubicados respectivamente cerca de Espíritu Santo y en Travesía de las Beatas. Los residentes protestan ante unos negocios que les acarrean importantes molestias y temores: “suciedad, peleas, robos, trapicheos, ruidos...”, enumera en declaraciones a Somos Malasaña uno de los afectados por el Garaje Café, situado en el 34 de Jesús del Valle.
La situación es similar en la calle Antonio Grilo, número 3. Es por el portal de este inmueble donde los clientes acceden al after de Travesía de las Beatas 10, al lado del Mercado de los Mostenses, como explica una vecina que lo denuncia en conversación con este medio: “Para no tener abierta la puerta exterior y arriesgarse a que les vea la Policía, lo que hacen es cerrar el acceso de fuera y entrar por nuestro portal, que hace esquina”. Cuenta como hay incluso “una persona que hace de portero, se encarga de a estar pendiente fuera para abrir y cerrar a la clientela”.
Denuncia asimismo el “enorme trasiego de la escalera” los días de actividad y todo lo que ello acarrea: “Entran no solo para acceder, sino que también consumen aquí. Además hay un fuerte olor a humo y por supuesto la música alta nos molesta”. Otras fuentes consultadas por Somos Malasaña detallan que “no cuentan con medidas de seguridad, ni salida de emergencia alguna”.
El historial de este local, propiedad del empresario Alberto Vidal, está repleto de conflictos. No en vano, en 2015 acumulaba casi 400 infracciones. Aunque después de años de hiato no retomó su carácter de after hasta el pasado diciembre, en ese intervalo se vio implicado en otras controversias, como la colocación sin licencia de una terraza sobre zona verde (la primera en Malasaña).
Los vecinos de la comunidad han recogido firmas y han presentado un escrito ante el concejal presidente de distrito Centro, José Fernández, aunque ya empiezan a notar un descenso de la actividad ante la presión policial. “Casi siempre que los agentes vienen acaban desalojándoles, aunque se lo pongan difícil intentando no abrirles”, asegura esta vecina. Añade que “han bajado el volumen de la música y molesta menos, pero claro, abren a las 6.00 y a veces llegan hasta las 16.00, el estorbo está ahí y los olores a humo siguen siendo insoportables”.
Además de incidir en su labor de vigilancia, seguimiento exhaustivo e intervención cuando sea necesario en este tipo de negocios, el Área de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid comunicó a esta vecina, y lo traslada también a Somos Malasaña, que el caso se ha puesto en conocimiento de la Agencia de Actividades. Se trata del organismo municipal encargado de la tramitación de los procedimientos de licencia y declaraciones responsables, pero también lleva a cabo la inspección y control sobre ellas.
Una sentencia impulsa la proliferación de estos locales
El regreso a las andadas de estos dos establecimientos podría estar amparado, sugieren a este medio fuentes del distrito Centro, en una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictada en septiembre de 2021. Dicha sentencia anula el Real Decreto 40/2019 que tipificaba la prohibición de tener música antes de las 10.00 para determinadas actividades recogidas en la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (Lepar). Una disposición que calificaba como infracción grave el incumplimiento de las condiciones de insonorización de los locales, recintos e instalaciones, prevista en el artículo 38.12 de la Lepar.
“Esta tipificación es la que se utilizaba en muchos casos para la tramitación de expedientes sancionadores en el caso de los locales denominados afterhours, ya que al incumplir el horario de funcionamiento incumplían, en consecuencia, las condiciones de insonorización para ello”, especifican desde el consistorio. Ante la anulación de ella por parte del TSJM, el Ayuntamiento de la capital empezó a revocar las sanciones impuestas por este concepto a principios de año.
No obstante, esto no significa que exista manga ancha para los afters. En el caso del Garaje Café de la calle Jesús del Valle, aunque el local tiene licencia de bar con autorización para equipos de sonido, “la Policía Municipal ha verificado que el local dispone de equipos de reproducción sonora distintos a los que figuran en la licencia, motivo por el cual la Agencia de Actividades ha iniciado actuaciones previas que podrían dar lugar a distintas sanciones”. En este local, pese al despliegue de agentes municipales (“400 denuncias y siguen abiertos” según denuncia en redes un afectado), la actividad no tiene visos de decaer.