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Mañana de caos en Madrid pasada por seis millones de litros de agua

Una de las balsas de agua en la calzada hundida por la inundación junto a Marqués de Vadillo

Sara Núñez

15 de septiembre de 2022 17:43 h

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“He tardado mucho en llegar hasta aquí porque me han hecho dar muchísimas vueltas, las carreteras estaban cortadas”, comenta Esmeralda desde su quiosco de floristería de Marqués de Vadillo. A pocos metros de su puesto, a las 2.07 de esta madrugada, el reventón de una tubería liberaba agua a borbotones, llegaba a la glorieta y se metía en la M-30, inundando uno de sus ramales y el Bypass Sur.

“Me fui enterando de que ha habido una explosión en una tubería y ha empezado a salir agua”, añade la florista, que llegó en medio de un caos circulatorio y tuvo que aparcar lejos el coche. Su situación fue compartida por otros muchos trabajadores de la zona, que tuvieron que abrir sus negocios con entre una y dos horas de retraso. 

“Cuando he llegado no había agua, pero estaba toda la calle rota”, explica Jorge, camarero en el restaurante La Montaña. Llegaba a trabajar a las 6.30 y se encontraba con bomberos, Policía Municipal, agentes de la Nacional, Samur... y la M-30 cortada, todo General Ricardos atascado, la glorieta cerrada y sin circulación en su giro para entrar a Quince de Mayo. “Yo he venido en patín, menos mal, he abierto pensando que iba a tener el agua cortada, pero sí que tenía”, explica. Él ha tenido suerte: varios locales de la calle Antonio Leyva, donde se abrió la tubería, han tenido que cerrar.

Otros negocios y locales de alrededor conseguían ponerse en marcha, aunque más tarde de lo habitual. “Los autobuses bajaban vacíos y esta mañana ha sido bastante caótica, me han faltado los clientes más habituales pero he tenido otros que no suelen desayunar por la zona”, añade Jorge.

A las 10.07 de la mañana se presentaba allí Borja Carabante, delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, para informar sobre el trabajo en directo de 14 dotaciones de bomberos y 20 equipos de la empresa Calle 30 para poder achicar el agua, acumulada como consecuencia la rotura. Ha vertido seis millones de litros y, teniendo en cuenta que la Calle 30 es el punto más bajo en esta zona de Madrid -está a cuatro metros de profundidad- ha provocado el corte del ramal de Marqués de Vadillo y de la calzada exterior del Bypass.

El agua ha llegado a media altura de los coches en la calle tal, destacan algunos vecinos. El motivo concreto de que reventara el conducto de agua no se conocía esta mañana pero Antonio Marchés, supervisor de guardia de bomberos de Madrid, detallaba lo sucedido: “Ha habido una rotura de una de las principales arterias de canal de una tubería de un metro de diámetro, el agua va a presión y ha levantado el asfalto, ha roto la calle y ha bajado hasta el túnel un río de agua por varias horas”.

“Pedimos paciencia a los madrileños y ciudadanos, que busquen alternativas a estos cortes de tráfico de Calle 30, y pedir disculpas por la avería producida en el Canal”, añadía el delegado, paciencia que no compartían los transeúntes de la zona. “Yo he llegado tarde a mi reunión esta mañana”, protestaba uno de los vecinos mientras asentía su acompañante, quien se ha pasado horas en el coche para poder circular hasta su destino en esa mañana.

Los operarios levantaban el asfalto por la zona de la tubería afectada, de la que dejó de salir agua antes de que se hiciera de día. Los trabajos están enfocados en tapar el boquete aparecido a consecuencia de la rotura, mientras los bomberos informan que habían revisado los edificios de alrededor para garantizar la seguridad de los vecinos y comercios del barrio.

Localizaciones como el colegio público de Concepción Arenal (calle Antonio López, 1), también han sufrido las consecuencias y su personal se encontraba cooperando para despejar la entrada antes de la llegada de los estudiantes, en una vuelta al cole que podría haberse convertido “en una vuelta sobre canoa”, bromeaban, intentando sacar humor sobre la situación.

Los seis millones de litros en la M-30 han dejado atascos monumentales en el resto de la ciudad. En la hora punta ha habido congestiones en el entorno y alrededores: sobre todo en Marqués de Monistrol, donde la retención ha llegado por 2,5 kilómetros hasta el palacio de la Moncloa, o de un kilómetro a primera hora en el interior del túnel. Se han tomado medidas de desvíos de tráfico para que no se acumulara la circulación en el interior de la M-30, según ha aclarado el delegado.

Dicen los vecinos que no era la primera vez que se producía en el mismo punto una rotura, ante lo cual el delegado defiende que el canal lleva a cabo tareas de mantenimiento y conservación de las tuberías para minimizar estos riesgos. “Se produce, efectivamente, alguna vez la circunstancia específica de este punto” que lleva a la inundación por situarse por debajo del río Manzanares. “Por lo tanto, cualquier avería cercana a este entorno lo que hace es acumular el agua y que pasen estas circunstancias. En otros puntos de Madrid, esto no pasa”, según recalca el delegado, algo ante lo cual deja abierta la posibilidad de que este acontecimiento se vuelva a repetir en tiempos de lluvia. “Esta es una cosa que ocurre con relativa frecuencia”, informan desde el cuerpo de bomberos.

Marchés, supervisor en la guardia de la jornada anterior, informa que su trabajo se enfocó por la mañana en el bombeo del agua y en retirarla tanto de la M-30 como del aparcamiento de residentes. A las 12.34 quedaba liberada la vía de circunvalación madrileña.

En total se acumularon unos 1.500 metros cúbicos en un ramal, y sobre 4.500 en otro túnes. Para retirarlos se desplegaron bombas de achique, vehículos de baldeadoras, barredoras, para poder poner fin a la incidencia, informaba Héctor Barbero, director gerente de Emesa, qeu se encarga del mantenimiento de la Calle 30. Los túneles, dotados con un sistema de bombeo propio, no están diseñados para afrontar la cantidad de agua recibida hoy, por lo que hizo uso de siete bombas de refuerzo.

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