En Madrid hay 12.367 personas en lista de espera para obtener una plaza de aparcamiento municipal para residente (PAR). Son datos del propio Ayuntamiento dirigido por José Luis Martínez-Almeida sobre estos estacionamientos, mucho más asequibles económicamente que los privados. Lo que muchas de estos ciudadanos quizá no sepan es que del otro lado hay numerosos madrileños que intentan sin éxito desprenderse de sus plazas.
“Hay gente que lleva uno o dos años intentando dejar su aparcamiento”, asegura en declaraciones a Somos Madrid Ignacio Benito, portavoz del PSOE en la Comisión municipal de Medio Ambiente y Movilidad. Las razones son diversas: fallecimiento, retiro de la conducción, mudanza..., pero la dificultad de un proceso que se efectúa a través de este enlace es siempre “importante”, lo cual es especialmente sangrante teniendo en cuenta que la legislación municipal prohíbe alquilar estas plazas.
Fernando llevaba esperando desde 2021 para poder ceder su PAR. “Puse una reclamación y después de dos años de espera por fin me han resuelto el problema”, explica. En el caso de Rafael, con una plaza en Lavapiés, el asunto aún no se ha solventado: “El 20 de febrero me escribieron de la Subdirección General de Gestión de Aparcamientos [dependiente del Área de Movilidad] informándome de que ya ofrecían la plaza a los residentes de la lista. Estoy a la espera de nuevas noticias. Aunque esto parece que soluciona mi situación, no es normal que tarden tanto tiempo”.
Vivir en Aranjuez y pagar una plaza en Lavapiés
Rafael cuenta en conversación con este diario que estaba “feliz” cuando en 2018 recibió una de estas PAR en Lavapiés por solo 6.000 euros, cuando una privada puede alcanzar los 30.000. Disponía de derecho de uso durante 50 años, tiempo después del cual regresa al Ayuntamiento. Si renunciase antes, como acabó pasando, se le devuelve la cuantía proporcional al tiempo no empleado. Es decir, si la hubiese disfrutado 25 años se le entregarían 3.000 euros. Rafael se mudó a Aranjuez en 2021, así que le corresponden la mayoría de los 6.000 euros que dio en su momento.
Es por ello, y para dejar de pagar unos gastos de comunidad mensuales de unos 150 euros, que en cuanto terminó la mudanza presentó un escrito ante el consistorio para devolver el estacionamiento. Pero no llegaron ni el dinero ni una respuesta: “Esperé casi un año y no me avisaban. Llamé a la Subdirección de Aparcamientos, a la Comunidad de Madrid, al Ministerio... solo me ha quedado el Defensor del Pueblo”.
Rafael destaca que durante un tiempo tuvo que hacerse cargo de un aparcamiento que ni siquiera podía utilizar, ya que con Madrid Central tenía vetado el acceso a él. Y añade: “Es de hecho una plaza solo para residentes, y yo ahora vivo en Aranjuez. En cuanto me di de baja en el padrón deberían haberme contactado del Ayuntamiento para decirme que no puedo tenerla y empezar el proyecto. Pero no solo no ha sido así, sino que me han ignorado cuando se lo he comunicado yo”.
En redes sociales algunos usuarios relatan situaciones similares y todavía aguardan una solución. “¿Va a pagar mientras el Ayuntamiento su devaluación y el recibo de la comunidad?”, se pregunta uno de ellos. “No puedo alquilarla pero si tengo que pagar todos los meses el carísimo mantenimiento cuando yo ya no la necesito”, critica otra ciudadana.
Ignacio Benito responsabiliza a “la mala gestión” del Ejecutivo municipal y “su incapacidad para acabar con la saturación del servicio” de la falta de respuesta tanto en la demanda como en la oferta de estas plazas: “Los vecinos nos dicen que no reciben respuesta y los trámites se alargan inexplicablemente”. El grupo socialista avanza que va plantear la cuestión en la próxima Comisión de Movilidad.
“Si se hicieran bien las cosas habría un equilibrio y se acabaría con los problemas tanto de quien paga un servicio que ya no utiliza como quien desea pagar un servicio que necesita”, explica Benito. El concejal socialista recuerda además la incidencia del tráfico generado mientras se busca aparcamiento en la contaminación urbana: “Supone hasta el 35% de las emisiones de una ciudad”.
Fuentes del Área de Movilidad y Desarrollo Urbano defienden por su parte la actuación de la administración, en respuesta a las preguntas de este medio. Recuerdan que se está ejecutando un Plan de Inspección de Aparcamientos para Residentes contra el uso lucrativo y fraudulento de estos estacionamientos, que finaliza en mayo pero cuyas primeras conclusiones ha adelantado ya este lunes el delegado de la rama, Borja Carabante: “Seis de cada diez plazas en estos aparcamientos se utilizaban de forma irregular”. Según el equipo de gobierno liderado por José Luis Martínez-Almeida “el Ayuntamiento de Madrid ha revisado el 90,5 % de las 97.013 plazas para residentes existentes en los aparcamientos municipales. Este dato se traduce en 87.844 plazas inspeccionadas y 67.652 verificadas, de las cuales 40.885 (el 60,4 %) son indebidas”.
“Este plan se puso en marcha para solventar estas cuestiones, sobre todo la lista de espera, para la que no se hizo nada de 2015 a 2019. Se está regularizando y avisando a los usuarios que están en lista de espera para que tengan su plaza”, añaden desde el Ejecutivo municipal. En Cibeles sostienen que “con este Gobierno se está actuando para solventar una problemática heredada”. Mientras, una herencia en forma de aparcamiento es justo lo que esperan entregar o recibir miles de madrileños.