Expulsión fulminante del Pleno a los vecinos que protestaban por la Ordenanza de Terrazas en Madrid

Somos Madrid

25 de enero de 2022 11:40 h

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El debate sobre la norma que regulará las terrazas en Madrid a partir del 1 de febrero comenzó bronco. El presidente del Pleno, Borja Fanjul, expulsó de forma fulminante a los vecinos que protestaban en el palco de invitados de Cibeles, cuando la delegada Silvia Saavedra se encontraba defendiendo la normativa que se votaría minutos después.

“Ruego a los miembros de los servicios de seguridad que desalojen toda ese ala de visitas del pleno”, ordenó Fanjul después de escuchar varias de sus protestas, que no había intentado contener antes. “¿En base a qué?”, se quejaba de forma inmediata la portavoz socialista, Mar Espinar. Mientras, los concejales de la oposición aplaudían a los vecinos allí concentrados, que portaban pancartas contra el ruido del movimiento SOS Chamberí.

“Las personas que estaban en la tribuna de invitados no estaban haciendo caso a la Policía”, se justificó poco después el presidente del Pleno, mientras le llovían las críticas del resto de grupos de la oposición. “Ha echado a los vecinos sin ni siquiera previo aviso”, se lamentó Espinar ante Almeida mientras criticaba duramente a Fanjul, a quien considera “incapaz de ordenar este pleno”.

Durante el incidente, Fanjul también llamó al orden al concejal Jorge García Castaño (Más Madrid) por quejarse de tener la “piel muy fina” ante las protestas y recordarle que durante su etapa de gobierno soportaron críticas mayores por parte de madrileños afectados por sus decisiones. Varios concejales socialistas llevaban camisetas con mensajes contra el ruido y con lemas como “terrazas sí, pero no así”, en apoyo a los vecinos, e incluso colocaron pancartas de este movimiento vecinal en sus asientos del pleno.

Fuera ya de Cibeles, los cuatro vecinos expulsados contaban lo sucedido: “Habíamos venido unos 15 vecinos de Chamberí, Retiro y Salamanca, con pancartas y camisetas para protestar por la aprobación de la ordenanza”, explica Pilar Rodríguez, portavoz de la asociación El Organillo, en conversación con Somos Madrid. “Unas personas que no se identificaron en ningún momento nos pidieron que las pancartas no podían asomar fuera del cristal, así que las hemos metido dentro”, relata. A continuación cambiaron de opinión y les obligaron a retirar las pancartas, aunque estuvieran dentro del palco, a lo que se negaron los vecinos. Fue entonces cuando llegó la expulsión de cuatro de ellos y el resto se quedaron.

“Nos indigna que los ciudadanos no podamos ni siquiera ir a protestar con nuestra pancarta en la casa de todos los madrileños”, se quejaba Pilar Rodríguez minutos después de su expulsión, que se produjo sin forcejeos ni mayores incidentes.