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Radiografía de siete cuentas que nos cuentan Madrid

Antonio Pérez

11 de julio de 2021 01:00 h

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Un ramillete de personas enamoradas de Madrid y de divulgar la historia y las historias que atesora esta ciudad generan a diario tanto contenido que resulta complicado asimilarlo, digerirlo. De entre todas ellas hemos seleccionado a siete diversas y muy activas para hacer una radiografía de algunas de las cuentas que nos cuentan la capital y que deberíamos seguir bien de cerca porque aquello de lo que nos hablan rara vez tiene desperdicio.

Las hay que acumulan cerca de un millón de seguidores mientras que otras sólo aúnan varios miles; las hay que tienen más de una década a sus espaldas, al tiempo que otras surgieron hace apenas unos meses. Sin embargo, la clave para que las hayamos incluido en este recopilatorio no tiene que ver ni con su mayor o menor popularidad ni con su longevidad, sino con el hecho de que haciéndoles un buen marcaje nunca nos acostaremos sin saber una cosa más.

Eduardo Valero lleva escribiendo sobre el Madrid del ayer desde el año 2006, si bien su conocida y respetada Historia Urbana de Madrid aparecería en 2010. Hoy, convertida en una publicación seriada que puede seguirse a través de un blog y de sus cuentas en facebook y de twitter, esta cabecera puede presumir, entre otras cosas, de haber generado casi 900 artículos en 11 años; largos, originales y bien documentados, Valero tarda incluso meses en acabar algunos de ellos.

“Contar cosas sobre Madrid y sobre los madrileños de antes, que son parte de su historia, fue una decisión muy meditada y llevada a cabo cuando me consideré con la madurez suficiente para hacerlo”, asegura este contable de formación y dibujante de profesión, a quien siempre le gustó la historia y transmitir conocimientos.

“Me interesan aquellos temas que no están trillados o que no lo estaban años atrás cuando los publiqué. Entre mis trabajos de investigación podemos encontrar muchos descubrimientos, rectificaciones de historias erróneas y un acercamiento a la sociedad madrileña de otros tiempos. Para mí es fundamental razonar muchas cosas que se cuentan para que la historia tenga un sentido, porque hoy es muy común que conviertan en historia una leyenda o una anécdota, y también a la inversa. Eso desvirtúa completamente la idiosincrasia de nuestro pueblo, la que recupero desde diferentes secciones”.

Hemerotecas, bibliotecas digitales, archivos estatales y su extensa biblioteca personal son las fuentes en las que escarba Eduardo Valero durante sus investigaciones y de sus búsquedas y de los datos que arrojan surgen “infinidad de referencias que avivan mi curiosidad”. Así, siguiendo un hilo aparecen otros mil y la misión que se ha autoimpuesto de “ofrecer conocimientos a las generaciones presentes y futuras” no acabará nunca, con la “calidad y rigor” que es marca de la casa, citando fuentes y bibliografías consultadas.

Entre sus entradas más celebradas, la dedicada al Cuarenta Aniversario del Centro Cultural de la Villa, aunque uno de los mayores reconocimientos a su trabajo fue el haber conseguido el título de Hijo Adoptivo de Madrid para Benito Pérez Galdós, al que le ha dedicado muchos trabajos de investigación y del libro que escribió sobre él, Benito Pérez Galdós. La figura del realismo español.

Antiguos cafés de Madrid y otras cosas de la Villa es otra de las referencias veteranas en esto de descubrirnos Madrid. En este caso, detrás de la misma no hay una persona sino dos.

La curiosidad de Rosario y de Manuel, titulados en Historia y Comunicación Audiovisual, los unió hace una década en un proyecto empeñado en arrojar luz sobre “qué hubo antes de lo que ahora vemos al pasar por una calle o cuáles fueron los personajes conocidos y ya olvidados de Madrid”.

“Nos gusta mostrar lo más antiguo que aún conserva la ciudad”, relatan. “La curiosidad surge caminando. ¿Qué había antes aquí? es la pregunta inicial. La prensa antigua y los libros son nuestras fuentes de consulta, además de preguntar a los vecinos con más edad y escuchar sus recuerdos”.

El cómo transmiten sus hallazgos es algo distintivo en Antiguos Cafés de Madrid. En el blog cuentan Madrid, principalmente, siguiendo la historia de sus antiguos cafés como hilo conductor -“Fueron los principales centros de reunión y donde todo pasaba”- y con la apertura de un canal de YouTube han apostado por hacer audiovisual la historia, recreando también en 3D “edificios que ya desaparecieron o que son de difícil acceso”.

“Madrid es nuestra ciudad y nos gusta enseñarla. Tiene grandes contrastes, cambios continuos y sobre todo muchísima historia desconocida que, al descubrirla, hace la ciudad mucho más atractiva. Vemos que Madrid es una ciudad aún por descubrir, aunque parezca mentira. Hay millones de cosas para contar que se salen de los circuitos turísticos; curiosidades que enseñan los motivos de ser como somos. Eso es lo que nos gusta relatar y enseñar”.

En respuesta a la petición formulada por este periódico para que destaquen uno solo de los cientos de temas de los que han hablado a lo largo de los años, Rosario y Manuel destacan la historia del Cine del Callao, edificio al que le han dedicado varios artículos en su blog y un vídeo en 3D en su canal de YouTube, contando su historia desde que fue inaugurado en el año 1926.

Manu García del Moral es, posiblemente, la persona dedicada a contar historias sobre Madrid, pasadas y presentes, que más lectores y seguidores acumula. Desde que en 2012 abriera el blog Secretos de Madrid ha sabido enganchar a una legión de fieles con su atractiva y visual forma de enseñar lo que va descubriendo de la capital. Más de 700.000 seguidores en twitter y más de 300.000 en instagram, así como otros tantos en Facebook, avalan el éxito de su trabajo, articulado en torno a piezas mucho más concisas y directas que las que ofrecen los dos blogs anteriormente citados: píldoras de curiosidades varias.

Estudiante de Comunicación Audiovisual, de cine y vídeo y de producción, Manu llegó a Madrid en 2009 para hacer un máster de Periodismo Deportivo y sintió un “flechazo” con la ciudad. “Llevo casi una década dedicado en cuerpo y alma a este proyecto, subiendo publicaciones a redes sociales a diario”, comenta haciendo ver el trabajo que hay detrás de su blog.

“Cuando me trasladé a vivir a Madrid no conocía nada de ella y decidí ser un turista más en la capital. Me compré mis primeros libros de la ciudad, me apunté a visitas guiadas y, poco a poco, me fui enamorando de ella, de sus curiosidades, de su estilo de vida y de todo lo que nos ofrece en el día a día. Disfruto mucho conociendo nuevos datos y lugares sobre la ciudad y compartiéndolos con mis seguidores. ¿Sabes cuándo empiezas a salir con una persona y quieres verla a diario y hacer cientos de planes con ella? A mí con Madrid me sucede lo mismo desde hace 9 años”.

Los temas que más interesan al autor de Secretos de Madrid son “las pequeñas historias que están ahí, delante de nuestros ojos y que muchas veces nos resultan invisibles, como por ejemplo las flechas que hay esculpidas en el suelo de la Gran Vía y que corresponden a la escultura de Diana Cazadora. Estas historias diminutas hacen de Madrid una ciudad inmensa”.

“Paseo mucho por Madrid y eso me provoca muchos encuentros accidentales con los secretos que después cuento. También leo mucho, estoy pendiente de lo que publican los principales diarios en la secciones de Madrid y, por supuesto, las redes sociales. Mucha gente me escribe comentándome que ha visto un nuevo edificio o un nuevo monumento y en cuanto puedo, me acerco a verlo. Al final se trata de estar en un constante estado de alarma sobre todo lo que pueda ser susceptible de interesar a mis seguidores”.

Entre las historias más aplaudidas de todas las que ha escrito, García del Moral destaca la que dedicó a los testículos de los leones del Congreso y otra que tituló El Arma secreta del Banco de España.

¿Y si detrás del sereno más famoso del Madrid actual hubiera una serena? Sonia Taravilla es El Sereno de Madrid desde el año 2012, cuando abrió su blog Un Sereno Transitando la Ciudad. Licenciada en Humanidades y diplomada en turismo, master en gestión cultural y opositora a Facultativo de Museos Estatales, Taravilla eligió un oficio desaparecido como el de sereno para hacerlo ejercer de oficioso cronista de La Villa.

“Lo que más me gusta contar, aunque trate muchos temas, son las historias relacionadas con lo que yo llamo 'madrileños anónimos', personas que no han pasado a los anales de la historia pero que vivieron en Madrid y tuvieron oficios populares. Me refiero a los serenos, las castañeras, los lecheros, los conductores de tranvía... También me interesan mucho los temas relacionados con los museos, la arqueología y los edificios de Madrid (incluidos sus portales)”.

Este particular sereno dispone de una pequeña biblioteca en propiedad sobre temas madrileños y consulta archivos y bibliotecas para documentar sus publicaciones. Fotografías antiguas y fototecas como las del Ministerio de Cultura (IPCE) son otras de las fuentes básicas de las que se nutre Taravilla.

Al Sereno-Sonia también se le nota lo mucho que pisa la calle, haciendo honor a su alter ego. De otra forma no podría permanecer atenta a uno de sus objetivos: el cuidado y la defensa del patrimonio histórico de Madrid: “Vivimos en una ciudad maravillosa que entre todos tenemos que cuidar. Formo parte de una asociación que no nació con el ánimo de denunciar delitos contra el patrimonio histórico y al final es lo que hacemos con mucha frecuencia. Una de mis líneas editoriales es esa, la defensa del patrimonio. Creo que cuentas como la mía tienen que tener ese compromiso con la ciudad. Siempre que me entero de un episodio de este tipo le presto mi atención y difusión”.

El articulo que dedicó a Paulino Fernández, antiguo sereno de Arganzuela, es uno de los contenidos producidos por Taravilla que más gusto le produce destacar. “Su hija contactó conmigo y así lo pude entrevistar, rescatando su memoria de sereno para la posteridad”.

Madrid Islámico es una cuenta totalmente distinta a cualquier otra de las de esta relación pero que, como el resto, tiene a Madrid por protagonista. Daniel Gil-Benumey, arabista y profesor del Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid, es la cara visible y coordinador del equipo de investigadores que la alimenta, así como del centro de estudios (CEMI) y la Fundación (FUNCI) a la que sirve.

Desde 2017, con una fuerte presencia en redes y a través de la publicación de libros y de visitas guiadas por la ciudad, entre otras cosas, desde Madrid Islámico se trata de combatir lo “poco conocida que es la historia islámica de Madrid para el gran público”.

“Me llamó mucho la atención el empeño en negar la fundación islámica de Madrid, a pesar de que no existe ningún indicio arqueológico ni documental de una existencia anterior a la fundación emiral, así como los intentos más recientes de situar el origen de la ciudad después de la conquista cristiana. Lo que sea con tal de no atribuir su fundación a los llamados moros. Madrid es la única capital europea actual que podría tener un origen islámico, y eso incomoda a muchos, debido al encaje conflictivo que tiene el pasado islámico en nuestra identidad colectiva, y más en estos tiempos de islamofobia y patrioterismo de todo a cien”, indica Gil-Benumey.

“En el CEMI tratamos de abarcar todo lo relacionado con la presencia islámica en Madrid, desde la época andalusí hasta la actual. Particularmente, a mí lo que más me atrae es la Edad Moderna, que es la menos conocida en cuanto a esa presencia islámica en Madrid y también la que concentra mayores ambigüedades. Es la época de liquidación de la diversidad cultural y religiosa en la que se forjan algunos mitos nacionales, y en la que Madrid se autodestruye para reinventarse a sí misma como sede del Imperio católico por excelencia. Pero al mismo tiempo tenemos a esos moriscos y judaizantes formalmente cristianos que practicaban (o no) en secreto una forma particular de islam o de judaísmo, esa esclavitud generalizada formada por granadinos, magrebíes, guineanos, turcos, etc., que hoy en día levanta ampollas cada vez que la nombramos, o esos personajes límite que transitaban a un lado y otro de las fronteras religiosas y culturales, como Cervantes o el propio san Isidro, al que canonizan en esa época. Para mí es el periodo más desconcertante y también el que ofrece mayores recursos para pensar en la diversidad y la identidad”.

Para los artífices de Madrid Islámico, frente al crecimiento de la islamofobia y de otras formas de racismo, hay que mirar la historia para ver que “lo diverso y lo ambiguo es la norma” y que “sobre eso se ha pretendido imponer el corsé de la uniformidad: religiosa, cultural, nacional”. “Revisitar el pasado y narrarlo de otra manera es un modo de poner de relieve esa diversidad que nos constituye y hacerla dialogar con la diversidad de nuestra sociedad actual”. Como objetivos, “contribuir a una visión más amplia y rica de la historia madrileña y promover la naturalización del legado histórico islámico como parte del patrimonio común. También queremos generar una demanda social favorable a la investigación y a la visibilización de elementos patrimoniales islámicos que, aunque están localizados, permanecen ocultos”.

Entre los contenidos que han ido divulgando, el relato de cómo redescubrieron el qanat de la plaza de los Carros, lo que ha llevado finalmente a su señalización, es de uno de los que más orgullosos se sienten.

El Madrid desaparecido de Penny y J. García Moutón es una cuenta creada en 2012 y sumida en un prolongado letargo del que salió durante el confinamiento con una nueva identidad y una fuerza que ha insuflado aire fresco a los contenidos sobre Madrid que se estaban produciendo. Tanto Penny como Julio García Moutón son dos pseudónimos que permiten al creador de este sitio “expresarme con plena libertad evitando potenciales interferencias con temas profesionales”, según nos cuenta.

El Madrid que ya no existe, especialmente si está documentado fotográficamente, es el objeto de interés y el protagonista de los contenidos de Penny-Julio, que lamenta especialmente “la pérdida de patrimonio arquitectónico de Madrid, especialmente desde los años 40” y que bucea principalmente en los archivos digitalizados en busca de material.

Centrado en la fotografía, son muchas las imágenes novedosas o poco vistas, contextualizadas, que ha lanzado al mundo online esta cuenta en los últimos tiempos. “La originalidad en los contenidos suele provenir de relacionar información de diferentes fuentes. En el fondo es hacer de detective. Por ejemplo, es frecuente tener una foto pero desconocer la ubicación. Otras imágenes, aéreas o planos pueden permitir identificar a qué edificio se refiere. La comparación de lo desaparecido con lo actual suele generar bastante interés. Pasos adicionales son localizar quién ocupaba el edificio, quién lo proyectó o qué pasó allí en algún momento de la historia. A veces utilizo #CSIMadriles como forma de involucrar especialmente a los seguidores en las búsquedas especialmente complicadas”.

La motivación de Penny-Julio para investigar y divulgar no tiene vuelta de hoja: “Contribuir a que se conozca mejor nuestra ciudad. Y la interacción con algunas personas es enriquecedora intelectualmente”. Eso sí, advierte de que su interés por seguir realizando el aplaudido trabajo que viene haciendo en los últimos meses puede terminar en cualquier momento.

Entre los post más exitosos que ha publicado se encuentra uno en el que comparaba el ruinoso estado en el que se encontraba el Cine Doré en 1979 con su aspecto actual, en un claro alegato a favor de la restauración y conservación de los edificios históricos.

Para finalizar esta radiografía de cuentas que cuentan cosas sobre Madrid, el exotismo de Madrid No Frills, en inglés y editada por Leah Pattem, natural de Newcastle. Muy ligada a la actualidad, la vida en la calle y todo tipo de luchas sociales, sus contenidos tienen la frescura de quien mira Madrid con ojos de recién llegado y poseen la voluntad de mostrar a los extranjeros de paso por la capital estampas de una ciudad que no tienen nada que ver con las turísticas con las que cualquier institución trataría de atraer visitantes foráneos.

Aunque formada como profesora y científica climática, la pasión por el periodismo, la escritura y la fotografía de Leah queda reflejada en su blog y en las redes sociales del mismo. Surgido en el verano de 2016, Madrid No Frills alcanzó notoriedad gracias a la extensa serie que su autora dedicó a los bares castizos, de los que fotografió más de 200 y que reivindicó como especie autóctona a proteger.

Desde entonces, lo que motiva a Leah es “la plataforma de voces marginadas”. “Quiero que todos, en concreto los extranjeros que viven aquí, sepan que Madrid tiene muchas luchas, mucho que celebrar y una historia compleja. Debemos entender que no todo es perfecto y, aunque lo parezca, debemos luchar para preservarlo también”.

“Mis artículos son historias reales sobre personas reales. Como mi sitio web no publica anuncios no tengo que concentrarme en los clics, solo en las historias que creo que son importantes contar”, asegura esta mujer, interesada también en “el discurso representativo y en que las personas puedan contar sus propias historias y fotografiar sus propias comunidades”, algo que dice echar en falta en los principales medios de comunicación. “¿Sabías que solo el 15% de los fotoperiodistas son mujeres? Cuando estoy cubriendo una protesta, normalmente estoy rodeado por un mar de fotógrafos hombres y siempre soy la única persona de color que toma fotos. Esto tiene que cambiar”, asegura.

¿Puede haber algo menos turístico que la situación de falta de luz que padecen los vecinos de la Cañada Real? Para Madrid No Frills es un tema principal que no se cansa de tocar en su web para que los extranjeros de Madrid también sean conscientes desu existencia. “Otros temas que me interesan son la gentrificación y el desplazamiento que genera, la inmigración, los desahucios y temas y sucesos actuales”, afirma antes de hablar del Madrid “positivo” que encuentra en “nuestros bares de toda la vida, que representan la unidad y es donde se ocurren grandes conversaciones con una muestra representativa de la sociedad”.

El Madrid del que Leah habla lo encuentra hablando con la gente: “mis vecinos, mis amigos, mis compañeros y muchos extraños agradables. Todo lo que escribo proviene de las personas que viven aquí y todo está respaldado con datos y testimonios”.

Según su creadora, Madrid No Frills es un proyecto cada vez más colaborativo, con cada vez más escritores y traductores que la ayudan a generar historias a través de las cuales aspira a “lograr una sociedad más justa e igualitaria y, en el día a día, quiero ayudar a los extranjeros a comprender Madrid y sus problemas para que puedan involucrarse más rápidamente en los movimientos de base. Antes de llegar aquí, no había información sobre esto en inglés. Aún así, hoy, soy el único blog en inglés que muestra este lado de Madrid a los extranjeros. Madrid No Frills estará aquí tanto tiempo como yo y no me iré a ningún lugar pronto”, asegura Pattem, quien dice amar la ciudad por su gente.

Las cuentas que nos cuentan cosas de Madrid no acaban con este listado y son inabarcables en cualquier artículo. Hemos pedido a los mismos autores de las que hemos hablado que nos recomendaran algunas de sus favoritas y una selección algo más amplia, según sus gustos, incluiría nombres variados entre sí como los de Historias Matritenses, Gefrema, Arte en Madrid, El Madrid Medieval, Madtourmisterio, Parte del Arte, Madrid Es Cool...