La tala masiva prevista en Madrid Río para la ampliación de la línea 11 de Metro se está analizando con detalle en Bruselas. Varias asociaciones de vecinos han pedido el amparo del Parlamento Europeo ante su Comisión de Peticiones, una solicitud que ha sido registrada por la institución comunitaria y que será analizada en las próximas semanas, informan a este periódico fuentes de la institución.
El escrito, que llegó la semana pasada a las oficinas comunitarias y al que ha tenido acceso Somos Madrid, advierte que “estamos asistiendo a la puesta en marcha de talas masivas de árboles en distintos puntos de la ciudad de Madrid y, en particular, a lo largo del trayecto de la ampliación de la L-11 de Metro”. Destaca lo “paradójico” que se justifique como ejemplo de “desarrollo sostenible”, pese a mostrar “un desprecio olímpico por el arbolado existente” y que en el proyecto no ha buscado “minimizar las afecciones, sino que de manera frívola se argumenta que los árboles serán trasplantados o, en su caso, que serán reemplazados por ejemplares nuevos”.
El texto añade que el proyecto de construcción “daña de manera irreparable los parques de Comillas y Arganzuela (integrado en Madrid Río), donde coloca sendas estaciones, y el parque Darwin, donde prevé extraer la tuneladora”.
La petición de amparo, que firma la asociación Parque Sí en Chamberí, también la suscribe la Framv y las asociaciones Avance de Moratalaz, Parque de Comillas, Pasillo Verde Imperial y Doña Carlota Numancia y Ecologistas en Acción Madrid. El texto destaca un dato adelantado por este periódico, que “en los últimos cuatro años la capital ha perdido alrededor de 80.000 árboles en sus calles y zonas verdes (...) la mayoría de las bajas se producen entre los árboles calificados por el área de Medio Ambiente como maduros, esto es, en pleno vigor”.
Por ello, las asociaciones piden el amparo de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo “por la enorme pérdida de árboles y zonas verdes en la ciudad de Madrid y su región, que tiene graves consecuencias sobre la calidad del aire y la salud de la población”. Y le pide dos cosas: que “pueda analizar y pedir información a la Comisión Europea acerca de la afectación de estos hechos en la salud pública y de la ciudadanía de Madrid, en las vulneraciones de Directivas Europeas, así como en los acuerdos comunitarios como el Pacto Verde Europeo”. También pide “que se debata y analice el uso de fondos europeos procedentes del Banco Europeo de Inversiones y otros organismos o instrumentos financieros de la UE para llevar a cabo estas actuaciones tan dañinas para la salud pública en Madrid”.
Esta segunda petición se debatirá muy probablemente en el mes de junio, puesto que es costumbre en la institución no interferir en los procesos electorales de los países miembros. Será entonces cuando se analice si resulta aceptable que los 372 millones recibidos de los fondos europeos sirvan para sufragar las talas. Las asociaciones consideran que la actuación “choca frontalmente contra estos objetivos y las directivas medioambientales europeas”.
Además de esta petición de amparo, la eurodiputada Sira Rego (de la Izquierda europea) ha dirigido una pregunta a la Comisión Europea solicitando su valoración sobre que el Banco Europeo de Inversiones financie unas obras que suponen “la eliminación de zonas verdes y arbolado”, además de que verifique “si se están cumpliendo los objetivos medioambientales y climáticos de la UE para la adjudicación de estos fondos”.