La calidad del aire será muy pobre debido a la acumulación de partículas en suspensión. El episodio dejará mucha arena en las calles, un cielo de tonos rojizos y subida de temperaturas
La calima llega este martes a Madrid. La masa de aire caliente proveniente del Sáhara deja sobre la capital este 15 de marzo importantes acumulaciones de polvo en suspensión en la atmósfera a lo largo de toda la jornada, con una capa de arena depositada en las calles.
La situación estará extendida por toda la península y será de especial intensidad a partir del mediodía en Madrid, cuando las concentraciones de polvo en superficie pueda alcanzar hasta los 500 µg/m3, informa el Ministerio para la Transición Ecológica. Los modelos con los que trabajan los meteorólogos indican que la situación se extenderá al menos hasta la madrugada del miércoles.
La existencia de estos niveles de polvo en suspensión es perjudicial para toda la población, aunque especialmente para las personas mayores de 65 años, niños menores de 6 y ciudadanos con problemas respiratorios. Según el área de Madrid Salud, la exposición a niveles elevados de partículas puede causar irritación de las vías respiratorias y de los pulmones, mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias y empeoramiento de sus síntomas en asmáticos, alérgicos y pacientes con enfermedades crónicas respiratorias.
El polvo en suspensión ha hecho que se disparen los niveles de partículas PM10 en la atmósfera madrileña, hasta el punto de que todas las estaciones de la capital que miden este contaminante se encuentran en niveles muy altos desde última hora de la noche del lunes y las primeras horas del martes, rozando los 400 µg/m3 a las 6.00 de la madrugada. El Ayuntamiento de Madrid tuvo que corregir sus previsiones de calidad del aire para este martes y miércoles: a primera hora del día ofrecía un mapa con niveles verdes (bueno) en todos los distritos, que cambió a rojo (muy malo) a las nueve de la mañana.
Uno de los efectos visuales más llamativos de este episodio de contaminación por polvo procedente del Sáhara es que el cielo tome aspecto anaranjado o rojizo por la acumulación de las partículas en suspensión de gran tamaño, como sucedió ya este lunes en algunas ciudades de la costa mediterránea como Alicante.
La presencia de partículas en suspensión es evidente desde primera hora en cualquier lugar al aire libre de la región, con polvo del desierto depositado sobre cualquier objeto expuesto en las calles de la región. Muchos madrileños han aprovechado para retratar con sus cámaras estampas insólitas de Madrid.
La llegada de la masa de aire procedente del Sáhara también provocará una fuerte subida de las temperaturas, que podrán alcanzar los 21ºC en Madrid por la tarde, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Los cielos estarán nublados al inicio del día y se irán despejando hacia el final de la jornada. El viento soplará de componente este, con rachas muy fuertes en cumbres.
Síntomas de partículas en suspensión y recomendaciones
Según el organismo de salud del Ayuntamiento de Madrid, las personas más afectadas en episodios de polvo en suspensión y, en general, con las alta concentración de partículas en el aire, son las que sufren asma y otras enfermedades respiratorias crónicas (enfisema pulmonar, EPOC…) enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos inmunológicos, pacientes oncológicos, consumidores de drogas y alcohol, embarazadas, así como menores de 6 años y mayores de 65 años.
En el caso de los niños, su exposición es mayor debido a que respiran más veces por minuto que un adulto, y a veces sus actividades y juegos requieren un esfuerzo físico que aumenta este nivel respiratorio. Al no haber alcanzado además la madurez pulmonar, su organismo es más vulnerable. Por otro lado, las personas de edad más avanzada tienen un riesgo incrementado por la mayor posibilidad de padecer una enfermedad subyacente de las ya mencionadas.
Madrid Salud recomienda que, en momentos de alta exposición a este polvo, se evite la actividad física para no potenciar los efectos negativos de este contaminante, “incluso en personas que no presenten ninguna patología previa”, añade. No abrir puertas y ventanas ayuda a evitar que el polvo se acumule en el interior de casas y oficinas.
Las mascarillas también son útiles para minimizar los efectos de las partículas en suspensión. Las más filtrantes (modelos FPP2 en adelante) impiden respirar directamente la mayoría de estas PM10.
Síntomas principales a la exposición de partículas en suspensión:
Irritación de ojos, nariz y garganta
Tos y flema
Sibilancias
Palpitaciones
Molestias al respirar pudiendo notar sensación de opresión o dolor en el pecho