Los vecinos del entorno del Santiago Bernabéu se han encontrado una nueva sorpresa en sus casas. Esta vez no ha sido el ruido de unos conciertos con licencias y emisiones irregulares suspendidos por el Real Madrid, ni el polvo de unas obras paralizadas después de una resolución judicial. Se trata de visitas seguidas de notas manuscritas de vocales vecinos del Partido Popular en la Junta Municipal de Chamartín. En ellas solicitan a los residentes de varios edificios encuentros de cada comunidad con la concejala presidente del distrito, Yolanda Estrada.
Así lo muestran varios de estos escritos, entregados a los porteros de dos bloques diferentes y que implican a dos vocales vecinos distintos, a las que ha tenido acceso Somos Madrid. Uno de ellos es particularmente explicativa: “A la concejal Yolanda Estrada le gustaría reunirse con los presidentes de comunidad de vecinos”, puede leerse en la nota, cuya autora termina adjuntando su número de teléfono personal.
Regina, vicepresidenta de una de estas comunidades en la calle Manuel de Falla, califica la maniobra de “cutre no, lo siguiente”. Cree incluso que tiene “connotaciones mafiosas” y de “chantaje”, al menos “por el estilo en el que se ha llevado a cabo”. Su principal crítica es que “la Asociación de Perjudicados por el Bernabéu es el único interlocutor válido con el Ayuntamiento, a nivel personal ni yo ni ningún presidente de comunidad decidimos nada”.
La entidad que cita Regina ha liderado la batalla legal, social y mediática contra los parkings del estadio y los cada vez más habituales conciertos irregulares. Junto a la otra gran agrupación vecinal surgida por este conflicto, la Asociación Iniciativa Vecinal en Defensa del Medio Ambiente y contra el túnel en Paseo de la Habana-Padre Damián, han aglutinado un apoyo popular con más de 2.000 miembros. Una masa social que ha sido vital para sus victorias a la hora de frenar los macroeventos musicales y los trabajos subterráneos junto al recinto deportivo.
Este periódico ha contactado con fuentes municipales del Consistorio que lidera José Luis Martínez-Almeida para tratar de conocer qué se pretende abordar con los residentes en esas reuniones individualizadas, y si habrá alguna oferta concreta sobre la mesa. De momento no han trasladado ninguna respuesta. “Dicen que en algunas comunidades les han planteado cambiar las ventanas”, apunta Regina, aunque reconoce que se trata solo de un rumor compartido en un grupo de WhatsApp con más de un millar personas.
La vecina tiene otro reproche por el hecho de que desde la Junta Municipal emprendan ahora este tipo de conversaciones: “Yo estuve en una de las primeras reuniones con Estrada. Lo que vivimos fue un desprecio por parte de la concejala a todas nuestras reclamaciones y peticiones. En ese momento no nos quiso tener en cuenta y ahora al Ayuntamiento le toca seguir los cauces pertinentes”. No se cierra a dialogar, pero como la mayoría de sus compañeros de bloque y de calle tiene una cosa clara: “No queremos convertir el barrio en un parque temático ni en Disneyland Madrid”.