En el año 2019 el candidato del PP a la alcaldía, José Luis Martínez-Almeida, prometía meter bajo tierra todo el tráfico de la carretera de Extremadura y construir encima un paseo verde cuando llegara a Cibeles. Cuatro años después y a punto de estrenar la mayoría absoluta, el alcalde mantiene parado el proyecto de construcción, a la espera de cerrar un acuerdo con el Gobierno central para el desarrollo de la Operación Campamento, que tendría un soterramiento adicional.
La previsión era haber empezado las obras al menos antes de acabar el actual mandato, pero el consistorio ha mantenido hasta el momento bajo siete llaves el proyecto constructivo, que fue entregado el pasado mes de noviembre al área de Movilidad y Medio Ambiente. Lo que sí que se ha filtrado es el vídeo de cómo será la A-5 en su tramo soterrado, al que ha tenido acceso Somos Madrid:
En el vídeo se observan detalles que el Ayuntamiento ya había apuntado en la presentación de su idea para enterrar esta entrada a Madrid, como la estructura de los carriles soterrados y la urbanización del paseo de Extremadura en superficie.
El Ayuntamiento quiere seguir el modelo de Madrid Río, con zonas estanciales, parque y juegos infantiles distribuidos a lo largo de los tres kilómetros y medio sobre el túnel, en su parte central. Por debajo, habrá tres carriles para el tráfico, uno de los cuales estará reservado al transporte público.
El vídeo comienza con una recreación del cruce de la A-5 con la calle Villamanín, a la altura de Batán. Allí se plantea una gran estructura traslúcida que ofrece sombra, junto a la entrada de la calle en superficie. El paso subterráneo parece desaparecer.
El coste de soterrar la A-5 será de 409,7 millones de euros, según documentos de la posible licitación a los que ha tenido acceso este periódico. La construcción se dividirá en tres lotes, dos para la construcción del túnel en sí y otro más para la urbanización de la superficie, en la que se levantaría el paseo urbano y se pondría fin a la autovía urbana que quieren hacer desaparecer los vecinos.
El primer lote constructivo, que bajaría al subsuelo después de la avenida del Padre Piquer y llegaría hasta Batán, es de 1,72 kilómetros y formará una nueva glorieta en la Avenida de los Poblados. Se tardaría en construir 21 meses. El segundo lote se sitúa entre Batán y la avenida de Portugal y consta de 1,48 kilómetros para conectar el nuevo túnel con el existente junto al paseo de Extremadura. Se calculan 25 meses para esta parte.
Como para el proyecto de urbanización en superficie se estiman 15 meses más de ejecución y si los dos primeros lotes se ejecutaran a la vez, las obras tardarían no menos de 40 meses en finalizar, según el proyecto consultado por Somos Madrid. Pero para llevarlo a cabo falta lo más importante: dotarlo de presupuesto y saber cómo va a encajar con la Operación Campamento.