La librería Rafael Alberti sufrió anoche un ataque fascista durante las protestas en Madrid contra la futura ley de amnistía. Un grupo de individuos dibujó una esvástica nazi en el escaparate del local, situado en el número 57 de la calle Tutor, en la zona de Argüelles.
Lola Larumbe, propietaria de la tienda desde comienzos de los años ochenta, lamenta el acto vandálico en conversación con Somos Madrid: “Por suerte no hemos sufrido ningún otro desperfecto, pero estos sujetos han hecho pintadas similares en otras zonas de la calle. En un portal hasta han escrito vecino judío, un señalamiento directo a una persona”.
La librera explica que no quieren otorgar “más resonancia” a la acción: “Seguiremos llevando a cabo nuestro trabajo con una librería superllena. Frente a las agresiones, libros, lectura y cultura”.
La Rafael Alberti sabe lo que es soportar los hostigamientos de la extrema derecha en el pasado, especialmente durante la Transición. El periódico Ya recogía un atentado en mayo de 1977, el sexto sufrido solo un año y medio después de la apertura del negocio. En ese ataque cinco individuos dispararon desde un coche contra la tienda, que protegían varios agentes de policía. “Es algo que en esos años ocurrió a distintas librerías, sí, pero por desgracia nadie está libre de esta violencia”, recuerda su dueña.
Sin embargo, el mensaje que desea transmitir por encima de todo es hacia un futuro que afrontan desde unas firmes convicciones: “Lo importante es que la librería está abierta, que hay que leer mucho y que el trabajo que hacemos después de tantos años es por el encuentro con los lectores y los autores. Es a esto a lo que hay que dar altavoz y no a los violentos. Seguimos creyendo en la convivencia gracias a los libros”.