Lo que hasta hace tres meses era una de las plazas más sombrías del centro de Madrid es hoy un solar con contenedores de obra desperdigados y maquinaria, en plena reforma del aparcamiento de la Plaza del Carmen. Solo ocho árboles de los 67 existentes el pasado verano han sobrevivido a las talas previas a los trabajos, que despejaron la zona para dar cabida al nuevo diseño de este céntrico lugar situado junto a la Gran Vía. 28 fueron derribados y 31 trasladados.
Este martes, tres meses después de la tala masiva de magnolios, plátanos de sombra, jaboneros de china o aligustres, la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, pasaba por las obras para criticar la forma de arreglar la plaza, que asegura que “merecía una reforma” pero teniendo en cuenta las necesidades de “los vecinos”.
“Almeida la ha entregado una vez más a los intereses privados de la ciudad” aseguraba después en un vídeo difundido por sus redes sociales, en el que lamentaba que Madrid tenga “un alcalde negacionista, que todo lo que toca lo destroza o lo tala”. También explicaba que en el distrito Centro, uno de los más áridos de la ciudad “falta mucha zona verde y mucha vegetación”.
La tala se ejecutó siguiendo un proyecto redactado por el hotel de lujo situado en la misma Plaza del Carmen, que luego “donó” al consistorio. El hotel se aseguró colocar la rampa de bajada al aparcameinto lo más alejada posible de sus accesos e incluyó un acceso directo subterráneo al hotel desde el propio parking. Las instalaciones, sin embargo, son de titularidad municipal.
El aparcamiento de Plaza del Carmen es uno de los estacionamientos cuya concesión finalizó en esta legislatura y que el equipo de Almeida decidió volver a privatizar. Lo hizo para que una empresa asumiera el coste de arreglar la plaza y pese a los beneficios que para las arcas municipales generaría este espacio situado en el corazón de Madrid. En su adjudicación, el Ayuntamiento de Madrid acabó eligiendo la oferta más cara para los vecinos y aceptando 22 años de enajenación a manos privadas.
El proyecto de la nueva Plaza del Carmen se presentó por el equipo de Gobierno como un intento de conseguir “un lugar más habitable, con más zonas verdes”, explicaba el consistorio en la nota de prensa del inicio de las obras, que acompañaba con recreaciones de la futura plaza en las que el verde era el gran protagonista. En ninguna de las comunicaciones municipales sore este espacio se hizo alusión a que la gran mayoría de árboles existentes serían talados o trasladados.