La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Diseccionamos las bicicletas que Madrid estrena para relanzar Bicimad

Diego Casado

24 de enero de 2023 14:31 h

0

El sistema público de alquiler de bicicletas de Madrid prepara una revolución para este año. Lo hará con una expansión a los 21 distritos de Madrid (ya presentó el mapa provisional hace meses) y con nuevos aparatos que servirán para actualizar Bicimad, un servicio activo desde el año 2015 y que ha pasado por una montaña rusa de visicitudes y niveles de uso durante este breve periodo de funcionamiento.

Lo primero que cambia es el logo. “Una imagen amable, sencilla y abierta”, explica el Ayuntamiento, en letras minúsculas y formas redondeadas, rotadas hacia abajo para dotar de “movimiento y carácter lúdico” a este nuevo aspecto de la marca. Con letras blancas sobre fondo azul de los buses de la Empresa Municipal de Transportes (se abandona el verde del servicio ciclista de la empresa gestora) que se imprimirá sobre las nuevas 7.500 bicicletas que estrenará la capital en los próximos meses.

Estas bicicletas eléctricas serán la nueva atracción del sistema. Este martes se han mostrado por primera vez en la galería de cristal del Palacio de Cibeles, en una presentación de mucho peso político (estaba el alcalde Almeida, el delegado de movilidad y muchos concejales de distrito) en la que se ofrecieron muchos detalles técnicos de los aparatos.

Las bicis son del modelo E-FIT, como había adelantado Somos Madrid, que también acaba de llegar a Valladolid y opera desde hace años en Londres. El suministrado al Ayuntamiento de Madrid por la empresa PBSC es una versión única, con algunos elementos de seguridad adicionales.

Cada bicicleta está fabricada en aluminio reciclado, pesa 27,5 kilos y es de manufactura canadiense. Su diseño permite mucha facilidad para subirse y bajarse, además de incluir una escala numérica en la tija para que los usuarios puedan poner el sillín siempre a su altura más rápidamente, en lugar de calcularlo a ojo.

En la parte delantera tiene una especie de cesta abierta en los laterales, con una goma. Es similar a la presente en las actuales bicicletas municipales, aunque con un anclaje más sencillo. Delante también está la luz de posición y tres pilotos con colores que indican el estado del aparato.

Para desanclarla es necesario usar una tarjeta o el sistema NFC de cualquier aparato que lo tenga (un teléfono móvil por ejemplo). El anclaje es triangular, con tres puntos de enganche, y mejora notablemente la experiencia de usuario al soltar y enganchar la bicicleta en el tótem: ahora sucede con suavidad y facilidad.

Uno de los puntos negros del actual Bicimad es que los anclajes eran incorrectos muchas veces sin que el usuario se percatara, lo que derivaba en cargos por usos de varias horas pese a que la bicicleta no se haya movido y largas llamadas al 010 para la devolución del importe. Con este cambio la EMT espera acabar con estas reclamaciones.

Los anclajes también resultaban un problema para el vandalismo. Algunas personas arrancaban las actuales bicicletas para desengancharlas y circular con ellas gratis o incluso venderlas. Por eso fue necesario poner un candado posterior. El consistorio afirma que estas nuevas bicicletas no serán tan fáciles de arrancar.

También se añaden nuevos elementos de seguridad contra los vándalos. La principal novedad -que hace único al modelo de Madrid- es el candado posterior, integrado en una consola con diferentes funciones.

Esa consola permitirá pasar la tarjeta de Bicimad o el dispositivo NFC para liberar la bicicleta cuando no se encuentre anclada a una estación, además de otras tres acciones. Porque otra de las ventajas de todos estos aparatos es que permiten ser depositadas en función free floating, sin anclajes cercanos.

Una vez desanclada, subimos a la bicicleta. Su motor eléctrico es de 250W que se desactiva cuando se alcanzan los 25 km/h y tiene tres marchas, como los dispositivos actuales. Los cambios son Nexus. Se accionan girando una ruleta junto al manillar derecho. Los manillares cuentan con una textura suave pero rugosa, que facilita el agarre.

La batería cuenta con más autonomía que los modelos actuales. El delegado de Movilidad, Borja Carabante, asegura que puede llegar hasta los 70 kilómetros recorridos con una sola recarga. Los nuevos frenos son de tambor evolucionado (tipo rollerbrake) e incorporan una señal luminosa que se activa al accionarlo.

Otro de los elementos que disminuirá las necesidades de mantenimiento -al menos eso espera el consistorio- es el sistema antipinchazo en sus dos neumáticos (hasta ahora solo uno lo tenía) y que los cables que antes iban por fuera del cuadro estén ahora integrados en el chasis.

Fuera de la parte mecánica, una pantalla llamará la atención de los usuarios de las nuevas bicis. Lleva un velocímetro incorporado que indicará a cuántos kilómetros por hora circula el usuario y el nivel de carga en la batería.

La experiencia al conducir estas bicicletas es que son muchos más suaves y robustas que los modelos actualmente existentes. Y funciona con menos tirones, tanto al frenar como al arrancar o cambiar de marchas, que entran de forma más progresiva.

Bicimad llegará a los 21 distritos de Madrid en los próximos meses, aunque el Ayuntamiento todavía no ha puesto fecha al despliegue. Sí que ha aclarado que habrá en total 611 estaciones, que al principio convivirán con las 264 actuales. Las bicicletas antiguas y las nuevas también operarán a la vez durante un tiempo.

Las nuevas estaciones, de aluminio, no estarán fijadas al suelo si no es necesario y pueden añadir o quitar módulos o puntos de anclaje en función de las necesidades. El consistorio asegura que todos sus elementos están diseñados para hacer frente al “vandalismo, la corrosión, la exposición a la intemperie y el paso del tiempo”.

Otra de las novedades será el sistema de pago. Las tarifas aún se desconocen pero el área de Movilidad ha anunciado que se integrará en MPass, el sistema de cuenta única asociado a todos los servicios de la EMT (autobús, aparcamientos, Bicimad y parking para bicicletas). El pago será directo, eliminando el monedero actual, y el acceso será por NFC, lectura de QR o tarjeta de transporte.