Los bolardos que impiden andar por las aceras de la calle Berruguete son eliminados poco después de ser inaugurados

La calle de Berruguete ha sido recientemente arreglada (a finales de 2021, dentro del plan de renovación de aceras) pero su acabado final no contenta a los vecinos. La razón: los bolardos situados sobre las aceras, en algunas partes, dificultan el tránsito peatonal.

Tan claro está que la elección de su instalación fue equivocada que, el pasado 3 de febrero, el Pleno de la Junta de Distrito de Tetuán aprobó con el acuerdo de todos los grupos políticos su eliminación y este viernes, 25 de febrero, los bolardos han comenzado a ser desmontados en la calle de Berruguete.

La proposición, iniciativa de Más Madrid, incidía en la imposibilidad de las personas con problemas de movilidad reducida o carritos de bebé de pasar por las aceras. Lo cierto es que, según ha podido comprobar este medio, los bolardos llegan a dificultar el paso de personas sin problema de movilidad en algunos tramos, haciendo que una mayoría de los peatones opten por bajarse a la calzada.

Así ocurre en el tramo desde Fulgencio de Miguel hasta Lope de Haro en la acera de los pares y en la de los impares en partes del siguiente tramo. Ni que decir tiene que cuando los vecinos sacan los cubos de basura a la acera, esta queda completamente inutilizable.

Berruguete es una calle de sentido único y con banda de aparcamiento en la que las aceras son estrechas y no existe una problema de estacionamiento en doble fila o sobre la acera –dado que, de hacerlo, obstacularizarían completamente la calle–.

Con o sin bolardos, las aceras de la calle Berruguete, como muchas otras del barrio que lleva el mismo nombre, podría caer en la categoría Aceras ínfimas del Mapa de las aceras de mierda, que busca identificar colaborativamente las aceras defectuosas que existen en el distrito.