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Entre la oportunidad y el peligro patrimonial: la obligación de poner en valor el acueducto junto al nuevo polideportivo del Paseo de la Dirección

Luis de la Cruz

20 de agosto de 2021 10:59 h

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Por fin, ha llegado una noticia sólida sobre el primero de los equipamientos públicos en el área del Paseo de la Dirección, donde el descontento de muchos vecinos es grande tras años de expropiaciones, el levantamiento de calles y, en definitiva, una gran operación de rediseño urbano que ha sido un calvario para ellos y que aún no ha terminado.

El pasado 11 de agosto este medio dio a conocer cómo será el centro deportivo municipal, que estará situado en el cruce del Paseo de la Dirección y Ofelia Nieto (una parcela fuera del meollo de la operación, aunque contigua y perteneciente a la zona afectada por el Plan). Según las condiciones de la licitación, tendrá la forma de un edificio de dos plantas con gimnasio, piscina cubierta, un aparcamiento al aire libre con 36 plazas y ningún espacio para los deportes de equipo. El Ayuntamiento ha apostado porque lo explote una empresa privada durante los próximos 25 años a cambio de que se haga cargo de su construcción, una fórmula por la que el Consistorio parece haber apostado para todos sus nuevos polideportivos en camino.

La parcela del barrio de Valdeacederas en la que estará enclavado el centro deportivo , entre las calles Paseo de la Dirección ( 125 – 127), la calle Isla de La Gomera y calle de Ofelia Nieto, tiene una superficie de 10.274 m² y es el solar que se reservó en la tercera modificación del Plan Parcial del Paseo de la Dirección para tener un uso dotacional deportivo. Sin embargo, el nuevo centro deportivo ocupará solo una parte de la misma: 4.128 m² en su parte suresto.

¿A qué se debe? Seguramente a que la parcela está dividida en dos por una espina de gran valor patrimonial, pese a su mal estado de conservación y su descontextualización dentro del entorno urbano: el Acueducto del Obispo, uno de los tramos del trazado del Canal Bajo en el barrio.

La infraestructura del Canal de Isabel II transporta el agua, desde tiempos de dicha reina, del depósito inferior de la central eléctrica de Torrelaguna al depósito de Islas Filipinas, en Madrid. La difícil orografía de la zona obligó a construir diversas infraestructuras –acueductos, almenaras o canales– que emergen a superficie a lo largo del antiguo camino de servicio del canal, luego urbanizado y convertido en una calle que conserva en el nombre la memoria de esta obra civil: Paseo de la Dirección (del Canal de Isabel II). El acueducto de la calle Pablo Iglesias es el tramo más conocido pero en el entorno del Parque Rodríguez Sahagún y el Paseo de la dirección se encuentran varios que, por desgracia, han quedado semi ocultos tras las diferentes operaciones urbanísticas de la zona y presentan un lamentable estado de conservación.

La tercera modificación del Plan Parcial de Reforma Interior del Paseo de la Dirección (de julio de 2018) incluyó proteger la infraestructura e integrarla en el entorno, pero, hasta la fecha, no se ha hecho nada perceptible por los vecinos contra el deterioro de los acueductos y su descontextualización dentro del barrio, hecho que ha sido objeto de crítica por parte de las asociaciones vecinales.

Llega ahora el primer equipamiento público y con él también la primera oportunidad para poner en valor el Canal Bajo. Este tramo, además, es de los pocos que no han quedado lamentablemente adosados a muros de contención en el contorno del Parque Rodríguez Sahagún. Por el contrario, el acueducto tenía originalmente una serie de arcos que hoy día quedan enterrados, siendo visible solo la parte alta del acueducto.

El proyecto definitivo para el polideportivo necesitará para ir adelante un dictamen vinculante de la CPPHAN (Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural) y el  Informe favorable y vinculante del Canal de Isabel II, además de contemplar una separación mínima de tres metros con la infraestructura histórica y mantener un itinerario accesible junto al mismo.

Una de las preguntas que se han hecho los vecinos estos días es, ¿qué sucederá con la parte de la parcela que queda al otro lado del Acueducto del Obispo? Salvo que se cambie el uso dotacional deportivo que actualmente tiene, debería albergar un equipamiento de esta naturaleza y la lógica dicta que debieran ser pistas deportivas abiertas (zonas deportivas básicas) para que el tramo del Canal Bajo no quedara de nuevo oculto al barrio entre dos edificaciones, aunque no se conocen de momento planes para los más de 6000 metros cuadrados “sobrantes”.

Por otro lado, se hace imprescindible que, junto con las obras de construcción del nuevo centro deportivo, se ponga en marcha la restauración del acueducto para que la lógica de integración del Canal Bajo del Plan para el Paseo de la Dirección no se quede otra vez en el enunciado de buenas intenciones.