Cuando un aficionado al pádel busca en internet dónde jugar a este deporte en Tetuán se encuentra, en una página dedicada al alquiler de pistas, las dos del Salesianos Sport Club. Se ofrecen con un horario de nueve de la mañana a diez y media de la noche (de lunes a domingo), por un coste de treinta euros la hora. El dato puede sorprender a algunos vecinos que no sepan de la existencia de estas instalaciones, pues se hallan dentro de las instalaciones del colegio San Juan Bautista, más conocido como Salesianos de Estrecho. Sin, embargo, los vecinos más próximos al patio del centro escolar religioso, que ocupa la gran manzana delimitada por las calles de Francos Rodríguez, Jerónima Llorente y Pamplona, en el barrio de Bellas Vistas, conocen bien su existencia y la sufren -aseguran- a diario.
Las dos pistas de pádel se construyeron poco antes de la pandemia y se empezaron a usar después de las restricciones de movilidad ocasionadas por el virus, sobre el año 2021. Ya en 2022 algunos vecinos cursaron tres denuncias ante el Ayuntamiento porque las molestias relacionadas con las pistas comenzaban a interponerse entre ellos y su día a día. Tenían dudas acerca de que las licencias del centro escolar permitieran explotar económicamente sus espacios interiores y de que la actividad no rebasara los límites de ruido y luz permitidos.
“Hicieron un informe desde una de las casas afectadas y casualmente salieron los niveles de decibelios justo en el límite de lo permitido, esto me machacó porque parecía que no se podía hacer nada, pero las molestias eran continuas”, explica Ismael, vecino del número 7 de la calle Jerónima Llorente. El informe indicaba también que las actividades “se consideraban conformes a los usos del suelo y ordenación”.
Desde que se hiciera aquel primer informe, el Ayuntamiento se han acogido a estas explicaciones, haciendo estériles las protestas vecinales. Si bien algunas respuestas, como las del Director General de Sostenibilidad y Control Ambiental en junio de 2022, incluían la advertencia de que “la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT) establece que el comportamiento de los ciudadanos en el medio ambiente exterior deberá mantenerse dentro de los límites de la buena convivencia ciudadana”, e incluso les recomendaba llamar a la Policía Municipal en el momento en el que se pudiera estar produciendo excesivo ruido.
Los vecinos han continuado aguantando el sonido de los pelotazos y los focos sobre sus casas hasta pasadas la diez de la noche (y desde las nueve de la mañana los fines de semana), no sin unas cuantas comunicaciones con el colegio para protestar. Alguno, incluso, ha decidido mudarse después de haber caído en depresión ante el constante golpeo de las bolas sobre las paredes de la pista.
La gota que ha colmado el vaso de su paciencia ha sido encontrarse a la vuelta de semana santa con las obras para construir dos pistas más de pádel. La posibilidad de ver duplicadas las molestias que actualmente soportan se les hace realmente insoportable. Y es ahora cuando algunos residentes de los portales de Jerónima Llorente 7 y Anturio 3 (una perpendicular a Francos Rodríguez especialmente afectada) han reactivado la protesta. Han abierto un canal de comunicación en X (twitter), se han puesto en comunicación con la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán, han presentado diez nuevas quejas ante la junta municipal y se han reunido con representantes del colegio.
Desde Salesianos de Estrecho les han hecho llegar que no sabían de las molestias –pese a que constan varias comunicaciones desde la Administración– y, según cuentan, justifican las pistas por la demanda escolar, aunque la actividad que realmente causa molestias al vecindario es la de alquiler, que se produce fuera del horario del colegio.
Además, están apareciendo nuevas evidencias que ponen en duda aquellas primeras mediciones. Uno de los propietarios afectados en la calle Anturio encargó el pasado mes de febrero un informe peritado al que este medio ha tenido acceso, que concluye que se rebasan los límites permitidos de “luz intrusiva en la vivienda y de inmisión sonora diurnos”. En concreto, los límites lumínicos son más de cuatro veces los autorizados (47-54 lux frente a 10 permitidos).
La concejala de Tetuán, Paula Gómez-Angulo, ha estado recientemente en el inmueble de Jerónimo Llorente afectado y aseguró a los vecinos que pediría los informes correspondientes. Además, esta semana el grupo municipal Más Madrid lleva una pregunta al pleno de distrito al respecto. Este medio se ha puesto en contacto con el colegio San Juan Bautista-Salesinos de Estrecho para recabar su versión de los hechos sin que hayamos recibido aún respuesta en el momento de publicación de esta noticia.