Al fin, después de tres años largos cerrado al público, reabre el Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro. El polideportivo más importante del distrito, ya libre de vallas de obra, vuelve a ofrecer sus servicios desde el viernes 17 de marzo. Muchos vecinos ya no recuerdan cuándo fue la última vez que pudieron ocupar sus vestuarios: cerró sus puertas en el verano de 2019, en principio para un año.
En el espacio se ha acometido una reforma integral en distintas fases. En febrero de 2021 se anunció la finalización de la primera, que incluía, sobre todo la renovación de la piscina (pero también las salas de usos múltiples, los vestuarios y los lucernarios de la cubierta). Un proyecto en el que se gastaron tres millones de euros al que aún faltaba unirse una segunda fase, que se estimaba entonces estaría acabada a lo largo de 2022.
Ha sido un poco después y con un coste final de la reforma integral de unos seis millones y medio de euros. En la segunda fase se ha mejorado el imponente pabellón del centro deportivo, aunque también se han tocado otros espacios, como las oficinas.
De momento, en la página web del Ayuntamiento informan de la apertura de la piscina y de la sala de musculación de uso libre, junto con un aviso de que pronto se abrirán el resto de actividades. Según hemos podido comprobar, efectivamente, están disponibles en la web municipal Deportesweb la reserva de las clases de nado libre y de la sala multitrabajo.
Tetuán recupera así la joya de la corana de sus centros deportivos, situada en el eje del distrito. En las instalaciones del Triángulo del Oro se han celebrado tradicionalmente muchas competiciones de los Juegos Deportivos Municipales e, incluso, ha sido elegido en numerosas ocasiones como escenario de entrenamientos de selecciones importantes. como la absoluta de baloncesto.
El cierre de la piscina durante tres años ha redundado en el estado de sequía para el baño de miles de vecinos, a la que se han unido los frecuentes cierres temporales del pequeño Centro Deportivo Municipal Playa Victoria.
Curiosamente, el nombre del polideportivo proviene del apelativo popular que tenía la parcela (por su valoración), sobre la que se edificaron viviendas de promoción pública, espacios verdes y el centro deportivo, tras un larguísimo proceso de expropiación por el que muchos vecinos tuvieron que abandonar sus casas e irse a vivir a Palomeras Alta.