La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un verano “más cálido y húmedo de lo habitual” para la Comunidad de Madrid tras una primavera climática que ha sido “extremadamente cálida y muy seca” en la región. Así lo ha destacado el delegado territorial de la agencia en Madrid, Miguel Ángel Pelacho, quien este jueves ha hecho balance de la primavera que termina y ha ofrecido las previsiones disponibles sobre el verano madrileño.
Aunque el verano astrológico comenzará oficialmente el 21 de junio, Pelacho ha recordado que a nivel climatológico la estación abarca el mes de junio al completo, así como los de julio y agosto, tres meses en los cuales existe un 60% de probabilidad de que el estío sea “más cálido de lo habitual”, especialmente cuanto más al este, con un 40% de probabilidades de que se trate de un verano “húmedo” para la zona de Madrid, lo que ha llevado a Pelacho a concluir que “lo más probable” es que se presente una estación “más cálida y húmeda” para la región.
Pese a esa tendencia general a que el verano sea cálido, el delegado de la Aemet ha advertido de que no se puede precisar todavía si va a superar o no al anterior, que fue “un poco extraordinario”, caracterizado por muchas olas de calor que además se prolongaron en el tiempo.
Por lo que se refiere a la primavera climatológica --marzo, abril y mayo--, ésta ha sido “extremadamente cálida” y “muy seca”, con poca nieve en la sierra y un mes de abril “extremadamente seco” que sólo se ha visto paliado en parte por un mes de mayo húmedo, sobre todo en su segunda mitad.
La temperatura media en este periodo ha sido de 14,1 grados, con una anomalía de 1,9 grados por encima, lo que determina ese carácter “extremadamente cálido” de la estación. En cuanto a las máximas, esa anomalía se eleva hasta los 2,9 graos, debido en gran parte a un abril que tuvo un carácter veraniego, al igual que la primera quincena de mayo.
Temperaturas máximas de récord en primavera
Así, se ha registrado la media de máximas más alta de la serie histórica, según ha expresado Pelacho, con 21,2 grados, mientras la media entre las mínimas se ha quedado en 7,1, también con una anomalía en positivo de 1,1 grados. En concreto, el mes de marzo fue “muy cálido”, el quinto mayor de la serie, con una máxima de 28,1 grados registrados a final de mes en Aranjuez, en tanto que la mínima de la Comunidad la tuvo Navacerrada el día 1 con -10,7 grados.
Por lo que se refiere a abril, fue “extremadamente cálido”, con una anomalía de hasta cinco grados y medio en las máximas, algo que el propio delegado de la Aemet en Madrid ha tildado de “barbaridad”. El día 28 de este mes se registraron 34,2 grados en Aranjuez y 30,9 en El Retiro, mientras que la mínima la tuvo Rascafría el día 5 con -5,2 grados. Todo ello confirma a abril como “el segundo más cálido de la serie, con varias efemérides en las máximas y mínimas que en muchos días se acercaron a valores tropicales.
En cuanto a mayo, Miguel Ángel Pelacho lo ha definido como un mes “normal”, más húmedo y frío sobre todo en su segunda quincena, aunque con unos primeros días que sí fueron veraniegos, con una máxima de 32,8 en Aranjuez el día 3 y una mínima de -3,5 el día 17 en Rascafría.
Por lo que se refiere a las precipitaciones, la primavera fue “muy seca”, con sólo un 61% de lo que cae habitualmente en la Comunidad de Madrid, concretamente 90,4 litros por metro cuadrado, un registro “muy bajo” comparado con la serie histórica, aunque no el más bajo, ha precisado el delegado de la Agencia.
Así, marzo fue seco, con la mitad de las precipitaciones habituales, y abril resultó “extremadamente seco”, pues “prácticamente sólo llovió dos días” y se recogió el 13% de lo habitual para este mes. De hecho, abril sí fue el segundo más seco de la serie tras el de 1970
Por el contrario, Mayo superó el 100% de la precipitación habitual, hasta aportar él sólo 61,4 litros por metro cuadrado, fundamentalmente a través de tormentas muy localizadas, pero “muy intensas”. Especialmente significativas fueron las lluvias torrenciales de los días 25, 27 y 29 de mayo, episodios que habrían concluido ya y dado paso a unas lluvias más homogéneas.
Durante la primavera sólo se registraron siete días de nieve en la sierra de Navacerrada, con doce de presencia de ésta en el suelo, “muy poco” en comparación a lo habitual, ha explicado Pelacho, quien ha señalado que es la segunda primavera con menos nieve tras la de 1997. De hecho, el mes de abril marcó una efeméride a la baja de precipitación en Navacerrada, con 15,2 litros por metro cuadrado.
El ascenso en la temperatura media de la sierra, la escasa precipitación y su tardía caída a finales de mayo, cuando hace más calor, explican que apenas haya caído nieve en la sierra, la cual ha sufrido su primavera más seca desde 1946.
Con estos datos, el año hidrológico acumula hasta el 31 de mayo 361,1 litros por metro cuadrado, el 86% de lo habitual, por lo que mantiene su carácter “seco” y permite seguir hablando de “sequía meteorológica”.
Miguel Ángel Pelacho ha constatado la tendencia hacia “más calor” que experimenta el clima, si bien ha reconocido que resulta “más difícil” determinar el comportamiento de las precipitaciones, aunque “en general” se observa una “escasez” en las mismas.
Una evolución que lleva hacia un clima “más desértico” que puede conllevar incluso que la Sierra se asemeje más al sur de la Comunidad, con inviernos “más cortos” que, no obstante, pueden no estar exentos de grandes episodios de nevadas puntuales.