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El 'tour' de Ayuso: la presidenta de Madrid trata de sobreponerse a sus errores de gestión con una sobreexposición en los medios

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Fátima Caballero

7 de septiembre de 2020 23:27 h

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Siete entrevistas en cuatro días, un diario escrito en servilletas y una comparecencia institucional en la televisión pública. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inunda durante los últimos días con su presencia radios y televisiones. No es ni siquiera una estrategia nueva de la dirigente del PP, que trata así de sobreponerse a los errores de su gestión durante el verano, que han llevado a la autonomía de nuevo a una situación crítica en la segunda ola de la pandemia. Madrid vuelve a liderar los indicadores de contagios por coronavirus en todo el país –un tercio de todos los casos que se registran en España– y de ingresos en hospitales –16% frente al 7% de la media nacional–, tras unas decisiones polémicas del Gobierno de Ayuso que se resumen en la falta de rastreadores y la improvisación en la vuelta al colegio.

La sobreexposición mediática ya fue una estrategia que la presidenta madrileña utilizó en primavera cuando la región era la más castigada del país. Entonces, la jefa del Ejecutivo regional, que no hacía ruedas de prensa –ni tampoco nadie de su Gabinete–, se dedicó a conceder entrevistas en todas las radios y televisiones del país. Ayuso entraba en los programas líderes de audiencia –y en los más afines ideológicamente– para trasladar el mensaje de que Madrid no estaba tan mal como decían oposición y medios, que estaba “abandonada” por el Gobierno central y que el “mando único” que llegó a calificar de “dictatorial” había llevado a la autonomía al desastre. El estado de alarma sirvió a Díaz Ayuso para confrontar con el Gobierno de Pedro Sánchez y para culparle de la situación económica y sanitaria de la región durante las peores semanas de la pandemia, a pesar de que todas las competencias sanitarias seguían siendo autonómicas.

Sin el paraguas del estado de emergencia desde el pasado 21 de junio, Ayuso se ha enfrentado a gestionar la pandemia y no ha quedado bien parada. Las UCI ya están al 40% de su capacidad y los casos se han disparado en la región. ¿La razón? El Gobierno madrileño no contrató a tiempo los rastreadores necesarios y el virus campó a sus anchas por la autonomía que hoy vuelve a estar a la cabeza en casos diagnosticados. En mayo, el Gobierno madrileño aseguró que contrataría 400 rastreadores, sin embargo, en julio se desveló la cifra real de los que disponía eran 182. Y no fue hasta agosto con la privatización del servicio para la contratación de estos controladores que la región ha llegado a tener 560 rastreadores, siempre según la información que ofrece la Consejería de Sanidad.

Para el politólogo Pablo Simón esta sobreexposición mediática es una manera de “ponerse la venda antes de la herida”. “Ayuso presenta en cada una de sus intervenciones justificaciones o razones por las que Madrid está otra vez a la cabeza de contagios”, señala. “La presidenta madrileña trata de convencer de que ella está tomando medidas para controlar la situación, mientras que por el contrario el Gobierno de Sánchez no ha hecho nada”, incide Simón. Y añade: “Ella lo que trata de transmitir, y esto es un poco factoría de Miguel Ángel Rodríguez [su jefe de Gabinete], es la idea de que hay alguien al volante, de que hay alguien que se pone a los mandos a tratar de gestionar la situación y que no se se esconde de su responsabilidades”.

El centro de sus ataques vuelve a ser el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. La dirigente popular trata de tapar los errores de su gestión acusando al Ejecutivo de Sánchez –pero también a periodistas y sindicalistas– de “ensañamiento” y de liderar una “campaña despiadada” contra la región que preside. “Muchas veces hacen un daño profundo a Madrid y a los intereses de Madrid. Si se hunde Madrid, se hunde España”, decía este lunes en una entrevista en la emisora de radio Cope, un argumento que ha repetido en cada una de sus declaraciones.

“La realidad es que la situación epidemiológica es diferente según el territorio y, por lo tanto, esa es una dificultad objetiva para continuar con su relato”, explica Pablo Simón, que considera que las intervenciones “no le están saliendo muy bien”. Como señala el politólogo, que cree que Ayuso trata de hablar “principalmente a su parroquia”, la presencia constante en radios y televisiones lleva a la presidenta madrileña a cometer errores. El tour por diferentes medios de comunicación ha dejado respuestas polémicas entre las que se encuentra su afirmación en EsRadio de que “a lo largo del curso prácticamente todos los niños de una u otra manera” se contagiarán de coronavirus o la de que los profesores que denuncian su gestión son “sindicalistas afiliados a partidos de izquierdas”, al igual que los médicos.

Díaz Ayuso también justificó este sábado en la Sexta Noche la falta de rastreadores –y su no contratación en junio y julio– en que “en ninguna conferencia de presidentes para el cambio de fase se hablaba de rastreadores”. La hemeroteca desmiente de nuevo a la presidenta madrileña ya que fue precisamente el desarrollo de un sistema de rastreo de casos sospechosos el principal punto de mejora que el Ministerio de Sanidad pidió a Madrid para pasar a la fase 1 en mayo. Entonces, Ayuso aseguró que ya contaba con esos profesionales y llevó la negativa de Sanidad a que la región avanzase en la desescalada a los tribunales tras acusarles de “acoso”.

Una de sus respuestas más inverosímiles se produjo al ser preguntada por el retraso en los diagnósticos de las pruebas PCR de hasta seis días en algunos hospitales madrileños. La presidenta madrileña, visiblemente nerviosa, entremezcló esta cuestión con la vuelta al cole, la reactivación económica, la cancelación de espectáculos, mientras pedía colaboración y que todo el mundo arrime el hombro.

Ayuso también trata en cada una de las entrevistas de asemejar la situación de la Comunidad de Madrid a la de “cualquier capital europea”. “Casi todas las capitales europeas y los motores económicos de los países de nuestro entorno están en circunstancias muy parecidas” a las de Madrid, defiende la regidora en cada intervención. Pero la realidad es muy distinta a la que dibuja la dirigente popular: la incidencia del virus por cada 100.00 habitantes en la región en los últimos siete días es de 246 casos, frente a los 19 de Roma, los 15 de Londres o los 12 de Berlín.

El equipo de Ayuso hacía público este domingo en el periódico El Mundo las divagaciones que la presidenta regional anotó en varias servilletas durante las peores semanas de la pandemia. Una de las frases más destacadas, es la que la presidenta madrileña anotó el 24 de marzo cuando se auto dijo que había que “medicalizar las residencias”. Siete días antes de esa nota, Ayuso ya había dicho en una de sus múltiples entrevistas que ya lo estaban. Seis meses después esa medicalización aún no ha llegado a los centros sociosanitarios de la Comunidad de Madrid.

Con un mensaje a través de la televisión pública madrileña, Telemadrid, Ayuso trataba este lunes de ponerse su traje más institucional para tratar de tranquilizar a padres y alumnos por el regreso a las aulas. “No mandamos a los alumnos a una zona de riesgo”, empezaba la presidenta que prometía que esta vez su Gobierno ha hecho los deberes. De momento, los sindicatos a los que Ayuso acusa de estar politizados mantienen la convocatoria de huelga para los días 22 y 23 de septiembre.

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