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Unidas Podemos analiza un doble escenario adverso en Madrid: censura o elecciones en un feudo muy competido

Aitor Riveiro

10 de marzo de 2021 23:01 h

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Silencio de radio en Podemos y tibias peticiones de unidad en IU. Así reaccionaron este miércoles los dos partidos que integran Unidas Podemos en la Comunidad de Madrid ante el adelanto electoral anunciado por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y la posterior presentación de sendas mociones de censura por parte de Más Madrid y del PSOE. Las dudas legales sobre qué iniciativa prosperará, la decretada por el Ejecutivo o la reclamada por el Legislativo, han llevado a la formación a extremar la prudencia ante lo incierto del panorama, conscientes de que Unidas Podemos se juega mucho en Madrid. En los comicios de 2019 rozó el límite del 5% (5,56%) que hubiera supuesto quedarse fuera de la Asamblea regional. “Nos jugamos mucho”, repiten, en bajo, algunas de las personas que están en la cocina de las decisiones o cerca de ellas consultadas por elDiario.es.

Las declaraciones de Podemos sobre la situación política generada por la moción de censura en Murcia, que puso en marcha una cascada de presentaciones de esa herramienta, primero en Madrid y luego en Castilla y León, fueron precisamente de la cabeza de cartel hace dos años y actual portavoz en la Asamblea, Isa Serra. “Es una buenísima noticia”, dijo sobre la censura contra el PP en Murcia en declaraciones a los medios antes del mediodía. Y añadió que esperaba que ocurriera lo mismo en Madrid, en Castilla y León o en Andalucía, donde también hay gobiernos en minoría del PP con Ciudadanos.

Minutos después, todo saltaba por los aires. Ayuso anunciaba la disolución de la Asamblea, y Más Madrid registraba una moción de censura que ya tenían en mente precisamente por si ocurría algo así. Luego se sumaba el PSOE y comenzaba un embrollo jurídico que, salvo sorpresa, acabará en los tribunales. Será entonces cuando se determine qué ocurrirá: urnas o mociones de censura.

Y, hasta entonces, en Podemos se van a mantener a la expectativa y sin anticipar decisiones o los pasos a dar. La situación para el partido en Madrid es muy delicada. No levanta cabeza desde la escisión de 2019 que protagonizaron Manuela Carmena e Íñigo Errejón y de la cual surgió, precisamente, Más Madrid. Pese a que el sector carmenista ha vuelto a romper, en desacuerdo por el rumbo marcado por la líder municipal de Más Madrid, Rita Maestre, la hegemonía del espacio político que fraguó Podemos en 2015 es ahora para el partido cuyas riendas a nivel autonómico lleva Mónica García, toda vez que Errejón se ha embarcado definitivamente en su proyecto estatal, que ha desgajado del madrileño.

En caso de que se impongan las tesis de Ayuso y los madrileños sean llamados a las urnas en mayo, Unidas Podemos deberá decidir si mantiene la candidatura de Serra o apuesta por otro cabeza de cartel. Serra ha ganado proyección tras un año como portavoz estatal del partido, pero su labor de oposición a Ayuso palidece ante la que protagonizan sus rivales en el arco progresista de la región, PSOE y Más Madrid, con más representación parlamentaria y capacidad de acción. El riesgo de caer por debajo del 5%, como le ocurrió a IU cuando concurrió en solitario en 2015, está ahí. Eso les dejaría fuera de la Asamblea y tendría consecuencias imprevisibles para todo el espacio político.

Serra, además, tiene sobre su cabeza una condena de inhabilitación para el sufragio pasivo de un año y siete meses. La sentencia no es firme y está pendiente de que el Tribunal Supremo resuelva el recurso presentado por la dirigente de Podemos. Algo que podría ocurrir antes o después de las elecciones ya que depende de los tiempos del propio tribunal.

En cuanto al coordinador autonómico de Podemos, Jesús Santos, actualmente es teniente de alcalde del municipio de Alcorcón, donde preside además la empresa de gestión de residuos, y vicepresidente de la mancomunidad del sur. De momento, su proyección pública a nivel regional no alcanza los niveles de otros dirigentes políticos.

Los dos rivales con los que Unidas Podemos compite por el voto son, de hecho, los que registraron sendas mociones de censura, que, de llegar a debate y votación, contarán previsiblemente con el apoyo de los diputados de la coalición. Este es el único escenario que ahora mismo contemplan, al menos, de forma oficial.

Pasadas las 20.30 del miércoles comparecían ante los medios en la Asamblea regional el secretario general y la portavoz adjunta, Tito Morano y Sol Sánchez, para ofrecer la primera reacción a lo ocurrido por la mañana. “En este momento no hay adelanto electoral porque la presidenta ha ordenado que en vez de que se publique inmediatamente se haga al día siguiente”, han asegurado. En su opinión, la “torpeza” de Ayuso puede acabar con más de cinco lustros de gobiernos ininterrumpidos del PP en Madrid. Repreguntados sobre sus opciones en las urnas, han insistido: “Como no va a haber adelanto electoral, no podemos valorar la posibilidad de un adelanto electoral”, informa Fátima Caballero.

Unidad improbable

Si finalmente se produjera el debate y votación de las mociones de censura, en Unidas Podemos tienen claro que no serán “un problema” para su aprobación, según explicaron Morano y Sánchez en la rueda de prensa.

En este escenario, también hipotético hasta que no haya resolución judicial, la fórmula de gobierno daría un mayor protagonismo a PSOE y Más Madrid, dejaría todo el campo de oposición a las derechas de PP y Vox y orillaría la labor de Unidas Podemos de cara a las elecciones de 2023.

También se ha abierto una tercera opción en caso de elecciones: una posible reunificación del espacio político, incluso contando con el PSOE en el escenario más ambicioso, para impedir que Ayuso revalide la Presidencia de Madrid.

Esta opción la defiende IU de Madrid. Así lo ha expresado su máximo dirigente, Álvaro Aguilera, en un mensaje en Twitter. La organización también lo planteó en un comunicado en el que hicieron “un llamamiento a todas las fuerzas progresistas madrileñas a aunar esfuerzos en una moción de censura” y, si se confirma la convocatoria electoral, “a la unidad de las fuerzas de izquierda”. “Esta situación extraordinaria requiere de soluciones extraordinarias”, apunta el documento.

En este mismo sentido se pronunció hace ya unos meses, sin el contexto actual, el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero en una entrevista con elDiario.es: “A mí me parece muy bien que dentro del espectro de Unidas Podemos, Podemos permanezca como un partido y que trabaje con otros partidos que tienen sus trayectorias, sus características y sus diferencias. Sería absurdo juntarlas porque es mucho más virtuoso que Izquierda Unida vaya por su lado, que Podemos vaya por el suyo y que, si prospera, que no lo sé, Más Madrid, vaya por el suyo. Y cuando corresponda, nos sentamos a hablar de cuáles son los elementos que compartimos, incluido el PSOE por supuesto, para intentar que no ocurra lo que ha ocurrido históricamente: que la fragmentación de la izquierda le haya entregado el poder invariablemente a la derecha o a una izquierda que se encontraba muy a gusto gobernando con la derecha”.

Pero esta unidad, hoy por hoy, parece más una quimera que una posibilidad real. Y la precipitación de un adelanto electoral no suele ser el mejor momento para plantearlo, máxime con el historial de agravios que ambos partidos o espacios esgrimen desde su ruptura, e incluso antes.