Vargas Llosa enmienda 25 años de gobierno del PP en Madrid para premiar a Ayuso: “Ha puesto orden en lo que era un verdadero caos”

Las entregas de premios son, habitualmente, una concatenación de loas hacia quien los recibe. Sobre todo, cuando quien decide el galardón es uno mismo y tiene que justificar su oportunidad. El discurso que ha dado este lunes Mario Vargas Llosa antes de entregar el Premio a la Libertad que su fundación le ha concedido a Ayuso no ha sido para menos. Aunque ello haya supuesto dibujar una Comunidad desordenada y confusa antes de su llegada a la Puerta del Sol. “Muchos de los presentes recuerdan lo que era Madrid antes de Isabel Díaz Ayuso”, aseguró el premio Nobel, que considera que la presidenta “ha puesto orden en lo que era un verdadero caos”.

La buena sintonía entre Vargas Llosa y la presidenta de la Comunidad, sobre todo a cuenta de sus políticas liberales, no es nada nuevo, pero el dibujo que ha hecho de la vida antes de Ayuso en Madrid enmienda a quienes han pasado antes por el máximo puesto del Ejecutivo regional, que son, precisamente, otros mandatarios que llegaron a la Real Casa de Correos en las listas del Partido Popular. Gallardón, Aguirre, González, Cifuentes... el pasado del PP de Madrid que el premio nobel ha obviado ante la mirada agradecida de la premiada.

“Estábamos confusos, no sabíamos qué iba a pasar con nosotros, con Madrid, con España y ahora lo sabemos”, ha recitado Vargas Llosa, que ha comparado a Ayuso con Ronald Reagan. Como él, ha dicho, “no es una teórica del liberalismo, es un ser profundamente práctico. Cuando habla, tiene un instinto que a mi me recuerda mucho al presidente de Estados Unidos, porque tiene un instinto que no se equivoca nunca y cada vez que habla menciona siempre la palabra libertad”.

¿Qué es la libertad? “Una palabra mágica, que los madrileños entienden, porque gracias a esta palabra la han seguido, han votado por ella y la han convertido en una verdadera lideresa de las cosas que a nosotros nos importan, por las que hemos formado esta institución que está cumpliendo 20 años”, ha asegurado el escritor, un convencido liberal. En el auditorio, contemplaba la escena la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, antigua portavoz parlamentaria de Pablo Casado y apartada por este tras sus críticas al antiguo líder, que acabó fuera del partido tras su guerra abierta con Ayuso.

La presidenta madrileña no ha aprovechado esta ocasión para reivindicar la herencia del partido en la Comunidad. Ni siquiera a Aguirre, con quien mantiene una relación política cercana. Se ha limitado a admitir que el premio es “un honor” y ha puesto en valor sus políticas durante la pandemia, “mientras había un afán totalitario”. “Nosotros simplemente dejamos a Madrid ser, a la persona ser, tratamos a las personas como adultos y fuimos solamente contra el virus”.

En la misma línea, Ayuso ha desgranado algunas de las línea habituales en sus discursos. Ha denunciado que no se puede “hablar serenamente” y ha acusado a la izquierda de utiliza la inmigración, el feminismo o el “falso ecologismo”. “Ahora tachan de censor a los que pretendemos que en los libros de texto haya rigor y ciencia”, ha insistido. También ha hecho referencia al resultado electoral en Andalucía, que ha arrojado una mayoría absoluta del PP de Juan Manuel Moreno Bonilla. “Se ha demostrado que la persona, cuando es libre, cuando es próspera, siempre avanza y quiere ir a más” ha dicho antes de asegurar que “esto va más allá de la simple y falaz división entre izquierda y derecha. Es el pulso de un país que ya no aguanta más”.

Colombia, “el último en caer”

En el acto, que se ha celebrado en la Casa de América de Madrid, tanto Vargas Llosa como Ayuso se han referido al resultado electoral en Colombia. Gustavo Petro, el nuevo presidente electo, es el primero de izquierdas en la historia del país. “Han votado mal”, dijo él preguntado por los periodistas a su salida, pero “si actúa dentro de la legalidad, bienvenido”. Durante su discurso, ella había sido más dura. “Los que arremeten contra la libertad han ido cambiando de máscara a lo largo de la historia y la última careta es lo identitario”, dijo tras defender que “somos parte de una gran nación que es España” y reivindicar “los valores de occidente”.

“La demagogia, que ahora llamamos también populismo, el victimismo, el indigenismo, un nuevo mecanismo identitario, las nuevas versiones de las luchas de clases entre hombres, mujeres, entre empresarios, trabajadores, jóvenes, mayores. Estas manipulaciones son viejos monstruos con máscaras nuevas y han llevado a la inmensa mayoría de los países a hipotecar la libertad. Y el último en caer parece que es Colombia”, acusó Ayuso.