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Vox lanza los primeros avisos a Casado en el Ayuntamiento de Madrid y vota con la oposición contra Almeida

Los ecos de la ruptura del PP con Vox en la moción de censura de la semana pasada empiezan a escucharse en el Ayuntamiento de Madrid. Los cuatro concejales del grupo municipal de extrema derecha que permitieron la investidura del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, hace un año y medio han votado a favor de cada una de las proposiciones que ha presentado la oposición en el Pleno este jueves. Todas, ocho en total, enmiendan de un modo u otro la actuación del Gobierno municipal en diferentes áreas y han salido adelante gracias a sus apoyos. Las iniciativas de Más Madrid o PSOE exigían al Gobierno aumentar los carriles bici y el personal en BiciMad, cumplir ya con lo prometido en materia de vivienda en los Pactos de la Villa, o un plan para eliminar el amianto de los edificios.

Vox lanza así los primeros avisos al líder de los populares, Pablo Casado, en un momento crucial para el Gobierno municipal de coalición. PP y Ciudadanos deben negociar en las próximas semanas los presupuestos de 2021. El alcalde ha llamado a todos los partidos, también de izquierda, a “llegar a un acuerdo para que no registren votos en contra” y ha confirmado que la intención del Gobierno municipal es “presentarlos en tiempo y forma”, es decir, antes de que acabe el año. Los de 2020, por la renuncia de una concejala de Más Madrid, fueron aprobados con la abstención de Vox y no se abrieron en ningún momento al diálogo con la oposición pese a que Más Madrid lo ofreció. El entorno de Alcaldía asegura que se han iniciado los primeros contactos con Vox, mientras fuentes del grupo municipal liderado por Javier Ortega Smith lo desmienten.

El distanciamiento de la extrema derecha no ha pasado inadvertido para el alcalde, que ha cargado duramente contra su socio de investidura. “Me gustaría que les explica a sus votantes a la cara por qué ha votado en temas medioambientales y sociales con la izquierda. La derecha valiente ha votado con el partido socialista de Pedro Sánchez para elevar el gasto público y por un mayor intervencionismo”, ha afirmado Martínez-Almeida dirigiéndose al portavoz de Vox, Javier Ortega-Smith. El regidor acusa a la extrema derecha de “utilizar a los madrileños como rehenes” y como “paganos de una estrategia política fracasada en el Congreso”.

“Quítese esos complejos de derechas o izquierdas. Cuando votamos una propuesta lo hacemos porque sea buena o mala, no porque al señor alcalde le parezca bien cómo votamos o con quién votamos”, le ha respondido Ortega Smith para desmentir que su posicionamiento sea una venganza por la moción. El cruce de mensajes entre los dos partidos se ha diseminado en varias preguntas e iniciativas a lo largo de las siete horas que ha durado el Pleno mientras se aprobarán una tras otra las iniciativas de Más Madrid (ha hecho pleno, y dos se han avalado por unanimidad) y del PSOE.

“Apláudanse la izquierda y la derecha valiente”, ha espetado a las dos bancadas el alcalde, tras anunciar que no apoyaría a Vox en su iniciativa para reprobar al Gobierno de España en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid. “Puedo coincidir en que es el peor Gobierno pero que el Ayuntamiento de Madrid lo repruebe no da un mensaje de credibilidad”. ha argumentado Martínez-Almeida en la línea de la postura defendida por la vicealcaldesa Begoña Villacís. La votación y el debate de la propuesta también han mostrado grietas evidentes de Vox con PP y Ciudadanos.

Almeida negó el pasado viernes que viera peligrar el pacto con Vox en el Ayuntamiento tras la moción de censura presentada por Santiago Abascal, en la que el líder del PP espetó a su excompañero de partido: “Hasta aquí hemos llegado”. El propio Abascal descartó desde la tribuna que fuera a romper los acuerdos en gobiernos municipales y autonómicos. “No somos como ellos”, agregó el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, al final de un acto para izar una enorme bandera de España en la que coincidió con el alcalde aunque no se dirigieron la palabra.

Cuatro días después, el enfriamiento de la relación entre ambos partidos es palpable en las instituciones. El ambiente en el Pleno de este jueves dista mucho al que se respiraba hace justo mes, cuando se celebró el último, antes de la moción de censura. Entonces, PP y Ciudadanos apoyaron la iniciativa de Vox para retirar las calles con los nombres de los socialistas Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero. Una propuesta que levantó a los historiadores, que probablemente terminará en los tribunales y que obligó a tomar distancia a los de Inés Arrimadas después de que Vox se atribuyera la placa de Largo Caballero, ejecutada por el Ayuntamiento, como un triunfo y lanzara “avisos” al Gobierno para derogar la ley de Memoria Histórica.

La negociación de los presupuestos

El enfrentamiento entre PP y Vox ha estallado en el Ayuntamiento con unos presupuestos por negociar. Quedan dos meses para que termine el año. El alcalde quiere reeditar la imagen de unidad que mostró con la firma de los Acuerdos de la Villa en julio y ha ofrecido a la izquierda de Más Madrid y PSOE abrir conversaciones para lograr su abstención. Hay precedentes, aunque no en las cuentas: los dos partidos se abstuvieron en la votación de las rebajas fiscales planteadas por el Ayuntamiento para afrontar la pandemia, que han supuesto una merma de 66 millones en la recaudación municipal.

Tanto PSOE como Más Madrid aseguran que aún nadie se ha puesto en contacto con sus grupos. Y los socialistas han planteado ya algunas “líneas rojas” para negociar. “No vamos a aceptar bajadas de impuestos a los que más tienen. Es el momento de arrimar el hombro, no de seguir pagando los peajes a la extrema derecha”, ha avanzado la concejala Enma López, que se ha preguntado si el PP, como en la moción de censura de Abascal, va a decir “sí a España y no a Vox” a la hora de negociar las cuentas.

Por su parte, la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo, ha advertido que, pese a que hay un compromiso de presentar los presupuestos de 2021 a tiempo, existen “múltiples incógnitas en el marco económico y financiero”. “Es difícil darles ahora unas líneas maestras en esta situación, pero le digo que no vamos a hacer subidas como las que han presentado hoy el señor Iglesias y el señor Sánchez, ni medidas trasnochadas que han fracasado, como limitar los límites de los alquileres, no lo vamos a hacer”, ha zanjado.

Almeida anuncia que los nuevos contratos de limpieza, que ponen fin a los firmados por Ana Botella, tendrán un 45% más de presupuesto

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dado los primeros detalles de los nuevos contratos de limpieza que sustituirán a los firmados por Ana Botella en 2013. El servicio tendrá, según ha anunciado el regidor en el Pleno, un 45% más de presupuesto -282 millones anuales frente a los 194 actuales- y 2.000 trabajadores más en la calle. El Ayuntamiento estaba vinculado de manera obligatoria a las empresas concesionarias actuales hasta junio de 2021.

El contrato seguirá dividido en lotes, como impulsó Botella, aunque contiene algunos cambios: obliga a un número de medios humanos fijado por contrato -las empresas adjudicatarias actuales plantearon centenares de despidos de golpe tras ser ganadoras del concurso- y retira el sistema de indicadores que ligaba el 20% de la retribución a que el servicio se prestara correctamente. En la práctica calcular esto ha resultado otro bache insalvable para la administración.

Hasta ahora, los gobierno de Manuela Carmena, primero, y José Luis Martínez-Almeida, ahora, habían arrastrado los contratos firmados por Botella marcados por los recortes y con poco margen de maniobra para mejorar un servicio de limpieza de la ciudad que se ha visto muy resentido.

El nuevo concurso es uno de los grandes retos de la administración del Gobierno de Almeida, que durante su etapa en la oposición lideró una campaña contra la gestión de Carmena en este ámbito. Al llegar al Palacio de Cibeles, el PP ha sufrido las mismas críticas que empujó en el pasado y ha renunciado a la prórroga de dos años que permiten los contratos en vigor, pese a que públicamente el alcalde ni sus concejales evitan criticar el legado de Botella.