El Winnie The Pooh de la Puerta del Sol: “La policía me dijo que me apartara para que no me viera el presidente chino”

La visita del dictador chino, Xi Jinping, este lunes a la madrileña Puerta del Sol, ha tenido efectos colaterales. De su recorrido hacia la Casa de la Villa donde ha recibido las llaves de la capital, se han apartado elementos que pudieran incomodar al dirigente asiático. El fuerte dispositivo de seguridad desplegado en la zona ha incluido una instrucción para que Winnie The Pooh, una de las mascotas que entretiene a los turistas, se apartase del lugar por donde iba a pasar el mandatario, según adelantó 'la Sexta'

El dibujo animado ha sido censurado por el régimen chino después de que surgiesen bromas en Internet comparando al dictador con el personaje de dibujos animados, tras una visita a Estados Unidos en 2013. Fue durante un encuentro con el entonces presidente norteamericano, Barack Obama, al que también incluyeron en las parodias: si Xi Jinping se parecía a Winnie The Pooh, el dirigente estadounidense guardaba aspecto similar con Tigger, figura inseparable en la ficción.

También se produjeron bromas similares en 2014 tras un saludo al primer ministro japonés, Shinzo Abe, a quien se comparó con el burro Ígor, de la misma serie de dibujos.

El propio Winnie The Pooh de Sol ha confirmado a eldiario.es la actuación policial. “Me dijeron que me apartara unos metros para que no me pudiera ver”, explica mientras señala el lateral de la entrada a la estación de Cercanías, de varios metros de altura, por lo que impedía que el campo visual del presidente lo captara: “No he tenido ningún problema, han sido veinte o treinta minutos”.

El motivo alegado, según ha explicado, es que Xi Jinping podría sentirse ofendido al ver al muñeco, ya que las comparaciones y burlas sobre su parecido suelen ser una broma recurrente por la oposición en China, donde se han prohibido las últimas películas. “Si es una ofensa, entiendo que me pidan que me aparte”, añade el afectado.

Este periódico también ha consultado a otras personas disfrazadas de personajes infantiles que frecuentan la Puerta del Sol, y aseguraban no haberse enterado de la petición de la policía a Winnie The Pooh: todos han podido desarrollar su actividad con normalidad.

“¿Y le vacilan con eso en China?”, comenta entre risas entre un corro de cuatro Super Mario, situado justo en la zona en la que la policía ha pedido que se sitúe la mascota prohibida. “No hemos escuchada nada sobre eso, ni tampoco nos ha comentado nada la policía”, añade una pareja disfrazada de personajes de Los Simpson, que también reparte varias carcajadas al enterarse el motivo por el que Winnie The Pooh ha tenido que desplazarse. “Son cosas de cada país y hay que respetarlas”, añaden.

No obstante, estos últimos explican a eldiario.es que, desde el 23 de noviembre, el dispositivo policial se ha endurecido en esta plaza, debido al inicio de la campaña navideña y la gran cantidad de visistantes: “Nos piden que tengamos levantada la careta por seguridad, y durante dos días nos echaron y no pudimos trabajar. De vez en cuando nos piden que les dejemos ver el rostro”.

Y si la policía hubiera pedido a Homer Simpson o Super Mario que se apartara para no ofender a un político, ¿qué habrían hecho estos personajes? Todos lo tienen claro: “Hubiera hecho caso y me habría apartado. Estamos en la calle y hay que respetar lo que diga la policía”.