“Ni una semana ni cuatro días”. Soria decía que no le habían invitado en un hotel de Punta Cana. Además, el exministro se defendía en el Congreso diciendo que él en la demanda lo demostraba.
La realidad es que el Juzgado de Primera Instancia número 99 de Madrid dice que no: "el señor Soria no pagó la estancia en el hotel".
Todo era “rigurosamente falso”. Lo único “rigurosamente cierto” para Soria es que él había pagado “con su tarjeta de crédito”. La realidad es que solo pagó los costes extra de la habitación.
Pero Soria quiso ir más allá. Él no es tonto. No lo decimos nosotros, fue su otra estrategia defensiva. “No es cuestión de ser más o menos honrado sino de ser más o menos tonto. ¿Usted cree que un Ministro de Turismo se va a dejar invitar?”. Pues se dejó.
“Delincuentes” Así llamó Soria en el Congreso a los periodistas que desvelaron su invitación a un hotel de Punta Cana. No solo ellos eran delincuentes. El PSOE que preguntó ese día al exministro ser ponía “al lado de los delincuentes”
¡Ay, la Maldita Hemeroteca!