La Meseta es un nuevo blog en el que Castilla y León se abre a la red, sin cortapisas, sin presiones y con un único objetivo: informar, contar, relatar. Informar lo que ocurre esta Comunidad Autónoma sin que nadie imponga sus criterios. Contar lo que habitualmente no se encuentra ni en la Red ni en papel. Relatar opiniones de los que tengan algo de qué opinar. Todo ello pensado para una tierra mesetaria, en la que apenas hay sobresaltos, y con la pretensión de aportar un grano de arena para el avance intelectual y material de esta región.
La caridad tenía un precio
El pasado sábado 26 de octubre el grupo de teatro de San Román de la Vega representaba una obra en la Biblioteca Pública de Astorga –esos lugares en peligro de extinción- cuyos fondos recaudados a través de la venta de entradas a 2 €, fueron destinados a la AFA (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer) de esta ciudad.
Representar la obra en la biblioteca pública fue la segunda opción, la primera que se barajó fue el Teatro Diocesano, pero sus dueños, los siervos de Dios y herederos directos de San Pedro, es decir el Obispado de Astorga, pidieron 600 € por utilizar el recinto. Ésta es su caridad, pedir 600 € a una asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, tal cual se lo trasmitió Jesús a sus discípulos, imagino.
Pero tristemente no es nada nuevo, el Obispado de Astorga, siempre por mandato divino, en el año 2001 invirtió su 'poco' dinero destinado a obras de caridad, 339.352,25 €, en Gescartera, estuvieron a punto de perderlo todo aunque en el año 2008 pudieron recuperarlo. Ese mismo 2008 el obispado tenía participaciones en Vayomer, actual Naujirdam Inversiones, una de las SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable) que tantos impuestos ayudan a evadir.
Otra de las máximas que siempre escuché por parte de los bondadosos y caritativos miembros de la Iglesia Católica es que había que dar posada al necesitado, por muy humilde que fuera la morada, pero el arzobispo de Madrid no lo entendió así en 2012 y con ayuda de unos 25 furgones de la Policía Nacional expulsaron de la Catedral de la Almudena, su “humilde morada”, a varios miembros de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) que estaban a punto de perder sus casas. A día de hoy, la Conferencia Episcopal sigue sin pronunciarse y sin hacer nada sobre los desahucios, sobre las miles de familias que tienen a todos sus miembros en paro, sobre el aumento de la pobreza en el Estado Español, sobre la bajada de sueldos, sobre el aumento de las grandes fortunas, sobre la privatización de la educación y la enseñanza, etc. Quizás estén muy ocupados redactando la reforma educativa.
Desde los púlpitos, dando sermones a un público cada vez más escaso y con una media de edad cada vez más elevada –yo me preguntaría por qué- bien se puede decir que Cáritas pertenece en su mayoría a la Conferencia Episcopal y que si el Gobierno decide cobrarle el IBI por sus posesiones, quizás tengan que recortar los fondos que destinan a esta organización. Pues bien, esta amenaza que define muy bien los valores y el funcionamiento de la Conferencia Episcopal apenas repercutiría en los ingresos de Cáritas. Aquí les dejo un gráfico diseñado por Cáritas, como pueden ver, la aportación de la Conferencia Episcopal no llega al 2%
Otro punto en el que son especialistas los obispados es en registrar a su nombre bienes que no son suyos y, por su puesto el de Astorga no iba a ser menos. Un caso concreto es el de Chana de Somoza,el obispado se hizo con la titularidad de la casa rectoral para después venderla. Toda una obra de caridad.
En resumen y volviendo al principio, algo se debió perder por el camino para que Jesús –según cuentan- viviese de forma humilde dando todo lo que tenía y sus discípulos estén pidiendo 600 € a una asociación de familiares con Alzheimer. ¡Que Dios nos pille confesados!
Pd.: El domingo vayan a misa y dejen su limosna, eso les asegurará el cielo eterno, pero sobre todo asegurará que los miembros del obispado de Astorga vivan en la tierra como Dios.
El pasado sábado 26 de octubre el grupo de teatro de San Román de la Vega representaba una obra en la Biblioteca Pública de Astorga –esos lugares en peligro de extinción- cuyos fondos recaudados a través de la venta de entradas a 2 €, fueron destinados a la AFA (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer) de esta ciudad.
Representar la obra en la biblioteca pública fue la segunda opción, la primera que se barajó fue el Teatro Diocesano, pero sus dueños, los siervos de Dios y herederos directos de San Pedro, es decir el Obispado de Astorga, pidieron 600 € por utilizar el recinto. Ésta es su caridad, pedir 600 € a una asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, tal cual se lo trasmitió Jesús a sus discípulos, imagino.