El consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, que esta legislatura repite departamento, siempre ha dicho que el Hospital de Salamanca es básico para la Sanidad de esta Comunidad Autónoma. Siempre se ha manifestado en apoyo a este centro sanitario. De hecho, al anterior gerente, Rafael López, que ha durado escasos meses al frente del Complejo Sanitario de la capital salmantina, lo ha fichado para la Consejería de Sanidad.
Y ahora, para el hueco que ha dejado, Sáez Aguado ha traído a Cristina Granados, que hasta ahora ha sido la gerente del Hospital de Toledo, considerado uno de los más saturados de España y que en los últimos años ha estado rodeado de polémica. En ese centro hospitalario era frecuente encontrar camas en los pasillos ante el repunte de algún tipo de enfermedades.
Cristina Granados, que dirigió el hospital toledano desde agosto de 2014, es una profesional de la Sanidad considerada como “obediente” a las órdenes que den los políticos. Y durante este año ha ejecutado todas las decisiones de sus jefes a la perfección.
Además, Granados también ha sido la gerente del hospital de Guadalajara y ha ocupado otros altos cargos de centros en la Comunidad de Madrid. Es conocida por ser del “núcleo duro” de Maria Dolores de Cospedal, favorable a los recortes sanitarios. Incluso se llegó a asegurar en Castilla La Mancha que el gerente anterior a Cristina Granados fue destituido por no estar de acuerdo con los recortes en el Hospital de Toledo.
En noviembre pasado, www.eldiarioclm.es publicó el cese fulminante del coordinador de urgencias del Hospital de Toledo por “no esconder los pacientes”. Según aquella información, “tras una acalorada recriminación por parte de Cristina Granados, gerente del área integrada del hospital de Toledo, con el coordinador de urgencias del centro 'Virgen de la Salud', la gerente ha cesado fulminantemente a este profesional de su puesto de trabajo. Los motivos, según los propios trabajadores del hospital y presentes en el momento, ha sido ”no esconder a los pacientes que están en los pasillos hospitalizados para que no estén a la vista“.
Cristina Granados es desde 2012, miembro de la Junta Directiva y representante Territorial en Castilla La Mancha de la Sociedad Española de Directivos de Salud (Sedisa), donde también es vocal el anterior gerente del Hospital de Salamanca, Rafael López.
El Gobierno de María Dolores de Cospedal justificó, en agosto del pasado año, el nombramiento de Granados por su “su apuesta por la profesionalización de este tipo de cargos y la transparencia en el proceso de selección ha convocado este puesto directivo”.
Y ahora llega a Castilla y León, a un Complejo Asistencial –como es denominado el complejo hospitalario, que aglutina dos hospitales, el Virgen de la Vega y el Clínico- de Salamanca con importantes problemas organizativos, con una destacada politización en sus órganos directivos y a la espera de concluir un nuevo edificio hospitalario, que debería haberse acabado en 2013 y que ahora se dice que acabará en 2019.
Además, los sindicatos han jugado un papel importante en los últimos meses, ya que han convocado tres grandes manifestaciones en Salamanca en contra de los recortes sanitarios y por el papel jugado por la Junta de Castilla y León en la elaboración de la plantilla.
