La Meseta es un nuevo blog en el que Castilla y León se abre a la red, sin cortapisas, sin presiones y con un único objetivo: informar, contar, relatar. Informar lo que ocurre esta Comunidad Autónoma sin que nadie imponga sus criterios. Contar lo que habitualmente no se encuentra ni en la Red ni en papel. Relatar opiniones de los que tengan algo de qué opinar. Todo ello pensado para una tierra mesetaria, en la que apenas hay sobresaltos, y con la pretensión de aportar un grano de arena para el avance intelectual y material de esta región.
La Diputación de Salamanca destapa sospechas de irregularidades en contratos del área de Fomento
El temor a salir salpicados puede que haya hecho que el PP en la Diputación Provincial de Salamanca deje caer a unos de sus hombres. No es cargo público, pero es un hombre de toda confianza del secretario regional del PP en Castilla y León y alcalde salmantino, Alfonso Fernández Mañueco. Ahora se le aparta de su puesto, director del área de Fomento de Diputación salmantina, pese a ser considerado un “hombre de Mañueco”. Y se le aparta porque, según denunció el propio presidente de la institución provincial, Javier Iglesias, se han descubierto “posibles irregularidades” en diversos contratos del área que podrían superar los 12 millones de euros.
El viernes a las dos de la tarde, los medios de comunicación de Salamanca recibieron una convocatoria urgente para esa misma tarde. Los medios regionales en Valladolid no la recibieron. O casi ninguno. A las 17 horas, según relatan periodistas que acudieron a la convocatoria, el presidente de la Diputación entró en una de las salas acompañado por el diputado de Fomento, y vicepresidente de la institución, con cara de circunstancias. Sus asesores también tenían cara de preocupación, cuentan esos periodistas.
Javier Iglesias anunció en ese momento que dejaban caer a un hombre de su confianza, aunque no lo dijeran con esas palabras, porque el puesto es de libre designación. Iglesias dijo que desde 2007 “cinco empresas han acumulado obras por 12 millones de euros”. Esas posibles “irregularidades” se cometieron a través de contratos firmados de forma abierta, negociados sin publicidad y para obras menores. Insistieron en tres ocasiones que no prejuzgaban a nadie; en dos ocasiones dijeron que confiaban en que “el fiscal no encontrara nada extraño”. Pero la realidad es que dejaban caer al hombre de Alfonso Fernández Mañueco en la Diputación Provincial.
En esa rueda de prensa no se dieron ni nombres de empresas beneficiadas ni nombre de funcionarios perjudicados. Solo algunos medios de comunicación los facilitaron. El funcionario que había sido apartado era Manuel Borrego.
En ese momento, la Diputación Provincial de Salamanca se convirtió en un hervidero, aunque ya no había nadie trabajando. ¿Por qué el PP deja caer a un hombre de la confianza de Mañueco? ¿Por qué se denuncia ahora? ¿Por qué el PP no se había adelantado antes, pese a que sabían que “algo raro” ocurría en Fomento?
Demasiadas preguntas sin respuestas. De forma esquemática, la realidad es que, según diversas fuentes consultadas por La Meseta, el PP teme que el PSOE supiera “más de la cuenta” y que conociera que los socialistas estaban estudiando acudir a la Fiscalía con irregularidades en Fomento, que podrían salpicar a los dirigentes políticos de la institución. Por ello, y para evitar que todo ello les perjudique, se adelantan, anuncian que van al fiscal y señalan a dos funcionarios, uno de ellos en puesto de libre designación. O lo que es lo mismo, que el golpe lo pare un funcionario antes de que llegue al político.
Mientras el PP presume de haber sido el partido que destapara estas irregularidades, el PSOE mantiene que fueron sus diputados provinciales los que llevan preguntando por estos temas más de un año. Incluso el secretario provincial de los socialistas salmantinos, Fernando Pablos, habla de posible “connivencia” de los responsables políticos. Porque, según su teoría, no es muy creíble que nadie supiera nada en el PP.
Pero la figura de Manuel Borrego siempre ha sido controvertida. Incluso con su entrada en la Diputación de Salamanca. A finales de los años 90, cuando Alfonso Fernández Mañueco era el presidente de esta institución provincial, se la conocía como la casa de los ‘manolos’. Mañueco había llevado a su amigo Manuel Ferreira como jefe de Personal –más tarde se lo llevaría a la Junta de Castilla y León como director general de la Función Pública-. Y poco después entró, “de forma oscura” –como se recuerda en algún periódico de la época-, Manuel Borrego, íntimo amigo de Mañueco, con el que había vivido el ascenso de la Unión Deportiva Salamanca a Primera División en Vitoria, ante el Alavés.
Según ese periódico, “las bases de la oposición libre –en la que entró Borrego- se publicaron en el Boletín Oficial de la Provincia el 17 de enero de 1997, donde se dio un plazo de tres días hábiles para presentar instancias, iniciándose un viernes”. Esta plaza de interino la aprobó Manuel Borrego. Más tarde, opta a un concurso oposición para una plaza de promoción interna. El tribunal lo presidía Alfonso Fernández Mañueco y también estaba Manuel Ferreira. Esta oposición no la aprobó nadie, pero casualmente Manuel Borrego logró el número dos lo que hace que se le deje con el puesto de asesor técnico y de organización, lo que implicaba que se le pagara un millón de las antiguas pesetas al año más su nómina como funcionario.
Por todo ello, sorprende y nadie contesta a los motivos que llevan al actual presidente de la Diputación salmantina, también amigo de Mañueco, a dejar caer a Manuel Borrego.
El temor a salir salpicados puede que haya hecho que el PP en la Diputación Provincial de Salamanca deje caer a unos de sus hombres. No es cargo público, pero es un hombre de toda confianza del secretario regional del PP en Castilla y León y alcalde salmantino, Alfonso Fernández Mañueco. Ahora se le aparta de su puesto, director del área de Fomento de Diputación salmantina, pese a ser considerado un “hombre de Mañueco”. Y se le aparta porque, según denunció el propio presidente de la institución provincial, Javier Iglesias, se han descubierto “posibles irregularidades” en diversos contratos del área que podrían superar los 12 millones de euros.
El viernes a las dos de la tarde, los medios de comunicación de Salamanca recibieron una convocatoria urgente para esa misma tarde. Los medios regionales en Valladolid no la recibieron. O casi ninguno. A las 17 horas, según relatan periodistas que acudieron a la convocatoria, el presidente de la Diputación entró en una de las salas acompañado por el diputado de Fomento, y vicepresidente de la institución, con cara de circunstancias. Sus asesores también tenían cara de preocupación, cuentan esos periodistas.