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El PSOE de Castilla y León estalla

La llama prendida hace meses acabó por dinamitar la organización. El PSOE en Castilla y León se había convertido en un auténtico nido de despropósitos, de envidias, de actuaciones cainitas, de puñaladas por la espalda. Y lo que todo el mundo sabía, la división entre los que apoyan al secretario general de los socialistas castellanos y leoneses, Julio Villarrubia, y los que apoyan al portavoz en el Parlamento regional, el secretario de Organización del PSOE federal Óscar López, ayer se escenificó.

Ayer, el PSOE regional saltó por los aires debido a la dimisión de más de la mitad de los miembros de la Comisión Ejecutiva autonómica, lo que ha llevado a la dimisión de Villarrubia y la convocatoria de un congreso extraordinario que se celebrará la misma fecha que el federal, es decir, los días 19 y 20 de julio.

Pero hasta el anuncio de esta dimisión demostró la clara división interna de los socialistas de Castilla y León. A últimas horas de la tarde de ayer, Villarrubia anuncia en rueda de prensa que desde esta región se apoya la fórmula de ‘un voto, un militante’ para todos los procesos internos. Pero, minutos después de salir a los medios de comunicación se conoce la dimisión de su Ejecutiva y que su organización salta por los aires. Hasta esta noticia hace que Villarrubia llore.

En ese momento, las relaciones entre el secretario regional y el portavoz parlamentario se hicieron públicas. O más bien sus enemistades. Julio Villarrubia dijo en la rueda de prensa que Óscar López “ha encabezado premeditadamente la recogida de 25 firmas, lo que impide funcionar a la Ejecutiva”. Y que confía en que “los militantes impidan que gente así, que mira más por sus propios intereses que por resolver los problemas de los ciudadanos, pueda presidir este partido”.

Lo que todo el mundo conocía, las nulas relaciones entre los dos, ayer se hizo público. Los seguidores de Óscar López, que son los 25 que dimitieron, dijeron que se iban porque ellos pretenden “dar la voz a los militantes” ante la decisión de Villarrubia de celebrar una reunión “más del aparato”.

El trasfondo es evidente. Hay una división interna en Castilla y León en torno a la bicefalia del partido, Villarrubia y López. Un enfrentamiento que ya se había escenificado en la moción de censura de Ponferrada (León) –apoyada por Óscar López sin conocimiento de Villarrubia- o los pactos con la Junta en materias vinculadas con la ordenación territorial –secundados por López sin que Villarrubia los supiera-.

La mayoría de las organizaciones provinciales huyen del actual secretario regional por sus “formas”, según diversas fuentes consultadas por La Meseta. Incluso recuerdan reuniones mantenidas por Julio Villarrubia en alguna provincia sin que el responsable de esa zona lo supiera.

Enfrente están los que apoyan al secretario regional en contra de Óscar López. Ahí estarían, por ejemplo, secretario de Política Económica, Julio López, y el secretario de Política Municipal, Juan José Zancada.

Zancada, que es concejal en el Ayuntamiento d eValladolid y portavoz socialista en la Diputación vallisoletana, lleva tiempo en guerra con su secretario provincial, Javier Izquierdo, uno de los apoyos de Óscar López. Una guerra fratricida, con los medios de comunicación de por medio, en la que también interviene otro de los pesos pesados del socialismo vallisoletano, Cecilio Vadillo. Son constantes las noticias que aparecen en los periódicos provinciales sobre maniobras contra Javier Izquierdo. Hoy mismo, El Norte de Castilla publica que el lunes se presentará una plataforma, la primera de España, que defiende el modelo de elección directa por votación de los secretarios generales, delegados a congresos y representantes en el Comité Federal. Y cómo no, esta plataforma está integrada por Cecilio Vadillo y Juan José Zancada.

Y mientras se daba a conocer esta información, los críticos a Julio Villarrubia ya estaban ultimando su dimisión. Los 25 dimitidos son Ana Redondo, Ángeles Marqués, José Luis Vázquez, José Fernández, José Luis Aceves, Ana Isabel San José, Teresa López, Miguel Nozal, José Ignacio Martín, Ana Sánchez, Mercedes Martín, Elena Diego, Ana María de la Peña, Pedro Muñoz, Yolanda Vázquez, Iván García, Santiago Dorado, Ander Gil, Marta Martinuzzi, Santiago Blanco, José María Jiménez, Catalina Díaz, María del Carmen Trabajo y Emilio Álvarez, a los que hay que añadir a José Franciso Martín e Iratxe García, aunque estos se invalidó la firma de estos dos últimos al no formar parte de la Ejecutiva Autonómica.

La llama prendida hace meses acabó por dinamitar la organización. El PSOE en Castilla y León se había convertido en un auténtico nido de despropósitos, de envidias, de actuaciones cainitas, de puñaladas por la espalda. Y lo que todo el mundo sabía, la división entre los que apoyan al secretario general de los socialistas castellanos y leoneses, Julio Villarrubia, y los que apoyan al portavoz en el Parlamento regional, el secretario de Organización del PSOE federal Óscar López, ayer se escenificó.

Ayer, el PSOE regional saltó por los aires debido a la dimisión de más de la mitad de los miembros de la Comisión Ejecutiva autonómica, lo que ha llevado a la dimisión de Villarrubia y la convocatoria de un congreso extraordinario que se celebrará la misma fecha que el federal, es decir, los días 19 y 20 de julio.