Señor Trump: No a un golpe de Estado en Venezuela

A la luz de distintos indicios, el periódico de referencia en Estados Unidos, y uno de los más influyentes del mundo, teme que Donald Trump esté dispuesto a propiciar un golpe de Estado con el fin de derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro.

“Es un consuelo saber que el Gobierno optase por no apoyar a los líderes rebeldes de Venezuela que buscaban destituir al presidente Maduro. Pero es inquietante que Trump y sus asesores tomaran la decisión correcta por razones incorrectas: la falta de confianza en que los conspiradores tuvieran éxito en una operación arriesgada, y no porque les inquietara la intervención en sí misma”, empieza diciendo el editorial que el diario neoyorquino ha dedicado a la cuestión.

“No hay duda de que Maduro es un líder elegido de manera ilegítima y que ha encaminado a su país hacia un desplome político, económico y social catastróficos. Pero funcionarios estadounidenses han discutido la posibilidad de ayudar a destituirlo en tres reuniones que han sostenido durante el último año con líderes rebeldes. Dada la crisis venezolana, no es descabellado que diplomáticos estadounidenses se reúnan con todas las facciones, incluidos los militares rebeldes, para tomar el pulso al país. Pero mantener varias reuniones con los conspiradores empieza a parecer una colaboración”.

“Los comandantes rebeldes tenían razones para pensar que los estadounidenses podrían simpatizar con su causa. El año pasado el presidente Trump declaró que Estados Unidos tenía una opción militar para Venezuela. Marcos Rubio, senador republicano por Florida también ha sugerido que estaría a favor de una acción armada”.

“Estados Unidos no debe involucrarse en golpes de estado. Presidente Trump, no interfiera en Venezuela” afirma enfáticamente el editorial. “Si Trump se siente tentado a intervenir militarmente, tal y como sugieren sus declaraciones, debería considerar la dolorosa historia de injerencia estadounidense en América Latina y los intentos recientes de interferir en otros lugares para destituir a dictadores e instalar democracias”.

“Gracias a la decisión de Trump de retomar las sanciones a Cuba, la de adoptar un postura inflexible sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte o su animadversión por los esfuerzos multilaterales, el presidente no tiene mucha credibilidad ni buena voluntad para colaborar mientras la región busca una solución a la pesadilla venezolana”.

“Está claro que Maduro y su visión socialista han sido desastrosos para Venezuela y la región. Maduro debe dejar el poder. Después de dos décadas de régimen y una corrupción monumental, la economía está colapsada y la inflación anual puede superar el millón por ciento este año. Los alimentos básicos y las medicinas son cada vez más difíciles de conseguir. La crisis humanitaria ha llevado a cientos de miles de venezolanos a huir hacia Colombia, Ecuador, Perú y otras naciones vecinas”.

“Sin embargo, la participación de Estados Unidos en su derrocamiento atizaría los resentimientos y las sospechas de la región hacia Washington”.

“Es difícil ser optimistas sobre el futuro de Venezuela, que muchos expertos pronostican que terminará colapsando en la anarquía. Aun así, respaldar un golpe de estado también dificultaría que los Estados Unidos se presentaran como defensores creíbles de la democracia en el mundo, un esfuerzo que ya sido socavado por el pisoteo que Trump ha hecho de las normas democráticas en su país y por su entusiasmo hacia alguno de los tiranos del mundo”.

A la luz de distintos indicios, el periódico de referencia en Estados Unidos, y uno de los más influyentes del mundo, teme que Donald Trump esté dispuesto a propiciar un golpe de Estado con el fin de derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro.

“Es un consuelo saber que el Gobierno optase por no apoyar a los líderes rebeldes de Venezuela que buscaban destituir al presidente Maduro. Pero es inquietante que Trump y sus asesores tomaran la decisión correcta por razones incorrectas: la falta de confianza en que los conspiradores tuvieran éxito en una operación arriesgada, y no porque les inquietara la intervención en sí misma”, empieza diciendo el editorial que el diario neoyorquino ha dedicado a la cuestión.