Se especulaba hace tiempo, pero por fin Seat ha confirmado, por vía de un sucinto comunicado, que Cupra será una marca independiente dentro de su gama. Faltan 21 días para que se dé a conocer en acto oficial la nueva marca y un poco más para que el Salón de Ginebra albergue la presentación de los primeros modelos de la expresión más deportiva de Seat.
El comunicado de la firma española perteneciente al Grupo Volkswagen se limita a dar cuenta del logo que lucirán los modelos Cupra y de su nueva web. En ambos casos, el acento visual recae en el color cobre o bronce que parece que va a definir a la marca, como se encargó de anunciar a su manera el Seat León Cupra R con sus abundantes detalles en esa tonalidad, sin olvidar que el propio nombre ‘Cupra’ -además de ser un acrónimo de Cup Racing- encierra una referencia directa al cobre.
La confirmación por parte de Seat de que en esta generación no existiría un Seat Ibiza Cupra podría encajar con su lanzamiento bajo el nuevo logotipo, dado que parece de toda lógica que exista un modelo semejante que podría utilizar la base del Volkswagen Polo GTI, con motor 2.0 TSI de 200 caballos.
¿Cuál será entonces el primer modelo Cupra? No sería extraño que ese honor recayera sobre un SUV, el tipo de automóvil de moda. En muchas ocasiones se ha visto circular unidades de prueba de un Ateca de corte deportivo, y en otras tantas se ha conjeturado que bien podría haber una versión del todocamino de Seat equipada con el motor de dos litros y 300 caballos del León Cupra.
Recuerda que la variante familiar (ST) del León Cupra cuenta con tracción a las cuatro ruedas, de manera que los mimbres para un hipotético Cupra Ateca están completos y a disposición de quien tenga la voluntad de utilizarlos.
El desgajamiento de una marca con personalidad propia, como es el caso, con respecto a un tronco principal no es ni mucho menos único en la industria del automóvil. Sin ir más lejos, Luca de Meo hizo exactamente eso en su momento al independizar Abarth de Fiat e impulsarla como enseña deportiva independiente. Es evidente que el italiano, actual presidente de Seat, ha tenido muy presente aquella fórmula de éxito al decidirse a lanzar Cupra como marca aparte.
También es verdad que otros fabricantes, muchos de ellos de renombre, han escogido la vía contraria, desarrollar sus versiones deportivas más radicales bajo una divisa diferente, sí, pero manteniendo el logo de la casa madre. Pensemos en las creaciones de Audi Sport, BMW M y Mercedes-AMG.
Cupra, en todo caso, dispone de los argumentos necesarios para que la aventura sea satisfactoria. Ahora mismo la oferta de modelos Cupra se limita al León, en tres variantes (tres y cinco puertas y ST), pero supone el 3% de las ventas totales de Seat: unas 12.000 unidades al año. En Alemania, los Cupra alcanzan el 11% de las ventas de Seat: 9.000 de algo menos de 90.000 coches vendidos en 2016.
El producto, por tanto, es bueno y gusta, en tanto que la inversión por parte de Seat no debe de ser abultada. Ahora falta estructurar bien la gama, potenciar la personalización y darlo a conocer todo de manera adecuada. Es decir, venderlo bien, con cursiva, antes de venderlo bien, sin cursiva.