El e2008 es un modelo que no solo se ha hecho como viene siendo común en otros segmentos del mercado. Un modelo que no solo se ha hecho con una buena parte del pastel de ventas, sino que se ha aupado como el modelo más vendido de Peugeot en nuestro país.
La segunda generación del modelo, del que solo hereda el nombre y el concepto, ofrece gran espacio interior bajo la voluminosa silueta que tanto gusta. Con los motores de gasolina y las dos versiones diésel “limpias” (Euro 6) pensadas para hacer kilómetros a manta, encaja perfectamente y se adelanta a la competencia la versión 100% eléctrica perfecta para un uso económico y sostenible en trayectos cortos y punto de recarga a mano.
Evolucionando sobre la plataforma CMP que añade una cadena de tracción eléctrica (eCMP) y la convierte en una plataforma multi-energía. Preparada para llevar motores de todo tipo, también eléctricos, tiene por ejemplo unos bajos completamente carenados y gruesos umbrales para proteger de impactos laterales. Que la plataforma esté preparada desde su origen para montar un tren propulsor completamente eléctrico, autoriza no sacrificar la habitabilidad interior y una fracción muy pequeña del maletero.
En el plano técnico a los motores de tres cilindros, turbo de gasolina, cuatro turbodiésel HDI de 100 y 130 caballos, se suma como comentamos el de imanes permanentes con 136 caballos de potencia equivalente, y un par máximo de 260 NM. La batería, de iones de litio y por lo tanto muy compacta en relación a la energía que almacena, es de 50kWh y autoriza hasta 320 kilómetros de autonomía incrementando el peso en unos 300kilos.
Carrocería cortada a bisturí
La carrocería llama la atención por su tamaño (14 centímetros más corta que la del 3008) y porque además de los pliegues laterales de la chapa y la agraciada expresión de su frontal felino, las versiones GT y GT Pack como la de las fotos muestran además faros de led, techo negro y faldones más sofisticados. El Peugeot Design Lab ha sido el responsable de darle ese aire de familia estilo felino, y hay que reconocer su contribución después de 24 años en la competencia, al posicionamiento reforzado de Peugeot como una marca generalista de la parte de arriba. Y por cierto, la versión eléctrica mantiene el mismo aspecto que las de propulsión convencional. Algo de agradecer porque otras marcas tienen en convertirlos en electrodomésticos.
El interior es ya marca de la casa, al hilo de lo comentado más arriba sobre el aspecto exterior: acabado de calidad, combinaciones de materiales curiosas y las pantallas muy elevadas, respecto a un volante bajo y de pequeño diámetro. Es el denominado i-Cockpit, que sorprende mucho en la primera vista pero que termina por funcionar dado que proporciona una visibilidad muy buena alrededor y hacia adelante, además de quitar menos espacio que otros diseños más voluminosos. Tan vistosa como ingeniosa, la instrumentación tiene truco (ver foto) y le da sopas con ondas a muchas otras pantallas de marcas de más prestigio. Los asientos son grandes y cómodos (con masaje el del conductor), siendo el trasero justito para tres ocupantes aunque al menos, suficientemente liso para usar la plaza central.
Muy ambicioso en el plano estético y de calidad percibida, equipado a tope en materia de seguridad y buen rodador (tirando a duro), se mueve entre los 19.100 euros del gasolina 100 caballos, los 21.200 del diésel de 110, y los 22.760 del e-2008 con Plan Moves III incluido. Un poco por debajo de la competencia coreana y alemana y que por cierto, se fabrica en la planta que más coches produce en España: la de Vigo. Dos líneas de producción que el año pasado, superaron su propio récord con 59.900 vehículos en un solo mes, totalizando casi medio millón en el año 2020. Un apretón perseguido y que refuerza la decisión de PSA de dotarla de medios para montar desde el primer momento las gamas electrificadas del 208, 2008, comerciales y lo que llegue.