Pese a que la inspección técnica de vehículos es un procedimiento obligatorio y necesario para garantizar la seguridad vial y la protección del medio ambiente, todavía son muchos los vehículos que circulan por las vías públicas de nuestro país con la ITV caducada. Así lo revelan los últimos datos oficiales disponibles del Ministerio de Industria y Comercio y de la Dirección General de Tráfico del año 2022, que muestran que la ratio de incumplimiento en la ITV se sitúa en el 34% de los vehículos obligados a realizarla.
Se trata de una cifra ya de por sí preocupante, como destaca la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), pero un reciente análisis elaborado por esta entidad muestra unos datos que evidencian el peligro real que representan para la seguridad vial los vehículos que no cumplen con la ITV, ya que suelen ser coches con un mal estado de mantenimiento y, por lo tanto, que presentan mayor cantidad de defectos.
El trabajo revela que el 28,3% de los vehículos que acude a una estación de ITV con la inspección técnica caducada desde hace más de 12 meses es rechazado a la primera por presentar defectos graves o muy graves. Esta cifra se reduce al 24,7% en el caso de los que realizan la prueba con la ITV caducada entre dos meses y un año, y al 16,9% en aquellos cuyo examen estaba vencido desde hace solo un mes.
Esto quiere decir que los vehículos que acuden a pasar la ITV con la inspección técnica caducada más de 12 meses son rechazados un 68% más que los vehículos que acuden con la ITV en vigor, mientras que los que la tienen sin pasar desde hace entre dos y 12 meses son rechazados un 46% más. De ello se desprende que el estado de mantenimiento de estos coches no es el adecuado para circular por las vías públicas, a pesar de que lo han estado haciendo -posiblemente- durante el tiempo que han tenido la inspección sin atender.
“Estos datos evidencian que el retraso en realizar la ITV es debido al mal estado de conservación del vehículo, demostrable por el mayor volumen de defectos que se detectan y, por lo tanto, representa un riesgo tanto para sus ocupantes como para el resto de usuarios de las vías públicas”, según ha asegurado asegurado Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV.
La ITV evita 723 muertes anuales
Desde la entidad recuerdan también que, de acuerdo con el estudio sobre la Contribución de la ITV a la seguridad vial y al medio ambiente, realizado por la Universidad Carlos III de Madrid, las inspecciones técnicas evitan cada año al menos 15.641 siniestros viales, 13.110 heridos y 723 muertes. Y, si el total de los vehículos que no acuden a las inspecciones obligatorias lo hubieran hecho, podrían haberse evitado al menos 13.517 siniestros viales, más de 11.640 heridos y 353 muertes adicionales. A su juicio, la inspección oficial permite detectar fallos que, de otra forma, no se podrían conocer.
En este sentido, Magaz recuerda que “el hecho de que los vehículos tengan la ITV en vigor es una garantía del correcto funcionamiento de sus principales elementos de seguridad: neumáticos, frenos, amortiguación o zonas de deformación, etc. De lo contrario, defectos en estos sistemas, por el uso, se pueden agravar y acabar convirtiéndose en fallos estructurales, es decir, en defectos graves o, incluso, muy graves, determinantes de la incapacidad del vehículo para responder en las necesarias condiciones de fiabilidad y seguridad ante situaciones inesperadas en la circulación”.
Los vehículos que no se someten a la ITV son los de mayor riesgo ya que, en muchos casos, el hecho no comprobar su estado es debido a que el propio conductor es conocedor de que circula con defectos en el vehículo que le impedirían superar la inspección y, como consecuencia, pueden provocar siniestros viales. De ahí la importancia de mantener los diferentes sistemas del vehículo en buenas condiciones y asegurarnos de tener la ITV al día, se aconseja finalmente desde la asociación.