La primera impresión al acceder al despacho de José Luis Díaz Manzanera en la cuarta planta de la Ciudad de la Justicia de Murcia, es la de estar en un espacio más bien pequeño, con arreglo al tamaño y la dimensión de los asuntos de los que se ocupa su inquilino. Le veo feliz y se lo digo; no en vano, se le otorga la máxima distinción a su carrera, en pleno desarrollo de su actividad y siendo todavía muy joven para este tipo de reconocimientos.
¿Cómo se encuentra? Parece muy contento.
Pues sí, esta es la condecoración más importante que hay en la carrera judicial y en la carrera fiscal, y aunque no soy yo el que tiene que valorar los méritos, obviamente se reconoce el trabajo que se está llevando en esta Fiscalía y que se debe también en gran parte al Fiscal Superior de Murcia, que inició una determinada línea de actuación y al que siempre le tengo que agradecer que confiara en mí.
Cuándo le preguntan en qué trabaja, ¿qué contesta? Se lo pregunto mirando a la mesa de su despacho, que casi no nos deja ver la ventana de los papeles que hay sobre ella.
Bueno, si se refiere a los asuntos en concreto, no digo nada, pero si se refiere a quién soy yo y a qué me dedico, digo que soy Fiscal, Fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo de Murcia desde hace 13 años, y que me encanta mi profesión, una profesión con la que disfruto y que hace que todas las mañanas se me hagan muy cortas, porque tengo una variedad tremenda de asuntos en los cuales no te aburres. Por lo tanto, estoy feliz en mi trabajo y llevo ya más de veinticinco años dedicado a esto. También soy juez, en su momento aprobé las dos oposiciones a fiscal y a juez, y opté por la carrera fiscal. No me arrepiento para nada.
¿Se ha sentido solo en alguna ocasión en su batalla contra la corrupción?
Sólo no estoy, aunque paso tiempo en soledad analizando los asuntos en mi despacho, pero una de las ventajas que tenemos en la carrera fiscal es que existe un gran compañerismo. Aquí todos los fiscales nos relacionamos, pero en particular llevando estos temas a los que se refiere, tengo al Fiscal Anticorrupción, compañeros de mi sección de Medio Ambiente y Urbanismo. Colaboramos todos en la lucha contra la corrupción y desde luego, cuento del respaldo total del Fiscal Superior. Así que solo no me encuentro. La mía es una responsabilidad compartida. Todo lo que se hace aquí pasa por el conocimiento del Fiscal jefe, que respeta al máximo la independencia de mis actuaciones. El dichoso tema del principio de jerarquía no afecta a la actuación de cada uno, yo lo cuento por lo que vivo aquí.
¿Considera que actualmente la sociedad es más intolerante con la corrupción?
Se percibe más por parte de la sociedad en cuanto a lo que se está trabajando contra la corrupción y contra los delitos medio ambientales, incluso yo, allí donde voy, allí lo digo siempre: el Fiscal representa el interés social, digno de protección por la ley. Esto es muy importante y supone que la ciudadanía pueda acudir a la Fiscalía para interponer denuncias. De hecho tenemos un número de diligencias de investigación penal muy elevado, precísamente porque estamos recibiendo aquí, a raíz de las directrices del Fiscal superior, a muchos ciudadanos. Siento una satisfacción muy grande cuando me llegan ciudadanos de a pie, incluso en ocasiones sin cita previa, que vienen a contar los problemas que tienen, sobre todo en cuestiones medio ambientales, y que no encuentran el apoyo suficiente en quienes son competentes en la materia, fundamentalmente la Administración pública, principalmente local y regional.
Acuden aquí y yo en más de una ocasión he conseguido que estas personas resuelvan sus problemas. Para mí esa es la satisfacción más grande que puedo tener, como por ejemplo en el caso de un vecino de una localidad de la región hace unos años, cuando conseguí la primera una condena por contaminación acústica, que llegara a decir públicamente: “la vida se la debo a Díaz Manzanera”. Eso ya para mí es suficiente.
¿Cuántas condenas ha obtenido? Imagino que es el principal objetivo de un Fiscal, que fundamentalmente se dedica a ejercer la acusación. Además usted suele “ganar”, ¿verdad?
No siempre, dependiendo de las investigaciones. También es cierto que nosotros primero investigamos y luego acusamos, principalmente cuando hay pruebas. Y exactamente igual si en el trascurso de la investigación se determina que no hay suficientes pruebas para una acusación, el fiscal es el primero que decide el archivo, e incluso cuando se está ya en juicio oral se pueden retirar acusaciones. Esa es la ventaja que tenemos los fiscales, que somos absolutamente imparciales y objetivos, y nos regimos por el principio de legalidad.
Hay políticos que no lo consideran así, en la Región de Murcia alguna muestra hay. Incluso han levantado sospechas sobre la intención de las actuaciones de la Fiscalía.
Sí, es cierto que eso se ha planteado así, e incluso la Junta de Fiscales tuvo que hacer unas manifestaciones públicas reprobando las críticas que se hicieron desde el Partido Popular.
¿Usted qué opina?
Que los que dicen eso deben de hacerlo por ignorancia. A lo mejor ni siquiera saben quá es un fiscal. Desconocen que el fiscal es un funcionario que depende del Estado después de una carrera y una durísima oposición, en mi caso de dos, ya que aprobé la de juez y fiscal. Y que actúa en defensa de los ciudadanos, y que ni siquiera el hecho de que al Fiscal General del Estado lo elija el Gobierno, le impide ser independiente. Creo además que si lo eligiera el Parlamento sería lo mismo.
¿Quiere decir algo al respecto?
Yo lo que tengo que decir es que esas manifestaciones de políticos contra fiscales son claramente erróneas, pero que en cualquier caso y a pesar de que la justicia va muy lenta, al final sucede lo que tiene que suceder, que se dicta sentencia y por lo general suele ser conforme a la petición del fiscal.
Acaba de decir que la justicia es lenta. Para tratar de resolverlo se ha planteado la reforma de la Ley de Enjuiciamiento criminal. ¿Qué le parece esta reforma?
Las reformas legales muchas veces son necesarias, y es bueno llevarlas a cabo. Ojalá que ésta fuese así y que se consiguiera acabar con la lentitud de la justicia, y que los plazos que se han puesto para investigar fuesen efectivos y suficientes, pero más que plazos, lo que hay que hacer es dotar de medios a la justicia para que pueda llevar a cabo su cometido.
Nosotros los Fiscales ya teníamos plazos, y si se llegaban a consumir se podía pedir prórroga, o en su caso judicializar el asunto y así seguir adelante con la investigación. Ahora con la reforma también los va a haber en el caso de la judicialización, el problema es que hay temas que están judicializados años, lo cual es absolutamente impresentable. El problema va a estar en que si seguimos sin medios, personales técnicos, policiales peritos... Es lo que le hace falta a la justicia, y es la gran asignatura pendiente de la Justicia en este país, y que no depende de los fiscales ni de los jueces.
Precisamente, está prácticamente cumplido el plazo para la investigación uno de los asuntos en los que usted está trabajando, el de la desalinizadora de Escombreras. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Que queda aproximadamente un mes para cerrar la instrucción, y por tanto, la redacción de las conclusiones. Está a punto de expirar el plazo y conocerse si se han encontrado indicios de delito, y por tanto, pasar al juzgado.
¿Qué más tiene sobre su mesa, repleta de carpetas y expedientes?
Aquí tenemos fundamentalmente Diligencias de Investigación Penal de Fiscalía. Estoy tramitando bastantes, especialmente en temas de Medio Ambiente, en los que está conmigo en la sección Miguel de Mata, magnífico profesional que está llevando gran parte del peso de la investigación de estas cuestiones, que son muy variadas. Además del Medio Ambiente, Patrimonio Histórico y Ordenación del territorio, estamos trabajando en muchos temas.
Por ejemplo el yacimiento de San Esteban. ¿Cómo va este asunto?
Estamos a la espera de que se resuelva el recurso de amparo que la Fiscalía también interpuso, hace un año, por lo que el Tribunal Constitucional debe estar cerca de fallar sobre el mismo.
¿Y sobre la 'Operación Ninette' en Los Alcázares qué puede decirnos?
Está a punto de finalizarse la instrucción, tan solo estamos a la espera de una prueba pericial.
Hay que tirar de lista para ver lo que hay pendiente en la Fiscalía de Urbanismo y Medio Ambiente de la que usted es responsable. Está también el asunto del AVE.
Efectivamente, lo del AVE ahora mismo está pendiente de que los compañeros de Madrid decidan con fecha tope de finales de este mes, si se va a interponer el recurso contencioso-administrativo, y que es un tema muy importante en el que he estado trabajando hasta hace muy poco.
Por el alcance que tiene en cuanto a la figura del presidente de la Comunidad autónoma, Pedro Antonio Sánchez, y las consecuencias políticas que pudiera tener su posible imputación, sin duda el conocido Caso Auditorio relativo a la construcción de un auditorio en Puerto Lumbreras en la época en que el presidente fue alcalde de la población es el que más interés suscita de cuantos lleva usted en la Fiscalía.
Estamos en fase de diligencias, se están tomando declaraciones que se acordaron por la jueza. Fundamentalmente las diligencias son las pedidas por la Fiscalía en la querella, y ya están señaladas hasta entrado noviembre declaraciones. A raíz de ahí, se tendrá que tomar una decisión sobre si hay indicios de delito para continuar o no con el asunto.
En un mes por tanto, ¿habrá noticias sobre el Caso Auditorio?
Sí, yo creo que a finales de noviembre. También depende un poco de que la señora magistrada, bien de oficio o por petición nuestra, acuerde practicar alguna diligencia más. Ahora mismo lo que se está haciendo es que declaren todos los querellados. Estamos en esa fase, pero claro, como son unos quince, se van señalando coordinándose con la agenda del juzgado.
Probablemente no me va a contestar, pero se lo voy a preguntar: ¿Cree que el presidente Pedro Antonio Sánchez va a ser acusado o procesado por el Caso Auditorio?
Esa sospecha de que no le voy a contestar se la doy por confirmada. De ese tema no puedo decirle nada.
Si me permite el comentario, entre unas cosas y otras, ¡menudo noviembre nos espera!
Por eso le decía yo antes que en este trabajo no te aburres.
¿El criminal nunca gana?
Eso intentamos, que nunca gane. Pero la cuestión no es esa, la cuestión es acreditar que es un criminal. Si realmente es un delincuente, intentamos tener todos los medios para demostrarlo. Hay veces que sabes que eso es así pero tienes un límite de prueba, y cuando la prueba no existe o es muy escasa, nos tenemos que aguantar, pasar página y dedicarnos a otro asunto. Lo que no se puede tampoco es encelarte demasiado en un tema, eso no es bueno y además te descentraría para llevar el resto de asuntos que estamos llevando.
En 2009, con motivo de otra condecoración que le impusieron, hubo quien dijo que no era el momento, que usted solo estaba entonces tratando de tirar del hilo de la corrupción, por ejemplo en el caso Totem. A día de hoy, cuando se le entrega la Cruz de San Raimundo de Peñafort seis años después, y tras llegar las condenas a los que usted investigaba entonces, ¿qué piensa?
Siempre suelen surgir voces discrepantes ante esta situaciones. Yo lo tengo asumido por mi condición de Fiscal, pero sí que pediría mas respeto a nuestro trabajo, porque además y aunque la justicia es lenta, por suerte llega, como llegaron las condenas. Así que, respeto a esta Institución, la Fiscalía, que es totalmente independiente.
Como ahora le dan otro premio mientras está en otras investigaciones, se lo tengo que preguntar: ¿A éstos como a aquéllos, también los van a condenar? Me refiero a los que están implicados en los casos que actualmente lleva entre manos.
Eso espero, pero de cualquier manera si no los condenan hay que tomárselo con deportividad, plantear los recursos pertinentes, y por supuesto, que si durante el procedimiento e incluso el juicio oral que pudieran venir, sea el propio fiscal, si considera que no hay prueba, interesar que se dicte sentencia absolutoria. Esa es la ventaja de ser fiscal, que somos imparciales.
¿Qué le parecen las Comisiones de Investigación abiertas en la Asamblea Regional sobre asuntos que usted lleva como la desalinizadora de Escombreras o el del auditorio de Puerto Lumbreras?
Me parece legítimo porque está así previsto, pero tengo mis dudas en cuanto a que puedan ayudar. A lo mejor sí, porque de esas comisiones se pueden sacar detalles que posiblemente no hayan podido salir aún en el proceso judicial, pero yo creo que en general, una vez que se ha iniciado un procedimiento de investigación penal, yo creo que puede llegar incluso a confundir la información que pueda estar saliendo de una comisión de investigación de un Parlamento. Puede ayudar pero por otro lado puede perjudicar, pueden aparecer datos o elementos que sean contradictorios, y que se pueda realizar un juicio paralelo que creo que no es bueno.
De momento estas comisiones son secretas, aunque se esta pidiendo que sean públicas. Cabe pensar que si se encontrara algo durante los trabajos de las comisiones, se trasladaría a instancias judiciales.
Se supone que así debe ser. En cuanto a que son secretas, si con eso se evita que se transmita al exterior cualquier dato que pueda entorpecer el proceso judicial, mucho mejor.
Póngale titular a esta entrevista
La cara real de una Fiscalía, que debe así transmitirse a la ciudadanía: “La Fiscalía es imparcial, objetiva y está regida por un principio de legalidad”.
Un poco largo, ¿vale como titular “La Fiscalía es imparcial”?
Por supuesto. “La Fiscalía es imparcial”.