“La gente nos está esperando”

Siguen sucediéndose las reacciones a los últimos acontecimientos relacionados con Cambiemos Murcia, el espacio de confluencia municipal que con mucho esfuerzo y muchos meses de trabajo, mantenía unidos a Izquierda Unida, Podemos, EQUO y ciudadanos independientes. Se salvaron muchos escollos y quizá se llegó a las últimas vallas con poca energía y menos paciencia. EQUO y Podemos han expresado su retirada como partidos, por considerar que Cambiemos no es lo que era, o lo que se dijo que iba a ser.

Las reacciones llegan desde dentro y desde fuera tratando de analizar lo que ha pasado, explicando los motivos de decisiones en uno y otro sentido y esperando que se pueda reconducir la nave. Sobre todo ello hablamos con Nacho Tornel, número uno de la lista de votada en las primarias de Cambiemos Murcia

¿Qué sucedió exactamente la semana pasada, cuando había que firmar la coalición de Cambiemos Murcia?

Había un acuerdo el último día, a última hora, para inscribir formalmente la coalición. Si no la hubiéramos presentado, si hubiéramos cometido ese error, ya tendríamos que irnos todos a casa. Por eso nosotros dijimos que había que tener un ‘plan b’, porque nos temíamos que pasara lo que pasó. La explicación de por qué no EQUO se presentó, nos la dieron una hora después con un correo electrónico en el que se dice una cosa y la contraria. El problema era que la coordinadora estaba desactivada, y no lo digo como crítica sino constatando un hecho. Quizá por cierto descontrol… Habrá razones, pero claro, esa falta de coordinación hace que la gente se entere de las cosas por las redes sociales. El viernes pasado, a las 11:00 horas, era el momento elegido para no pillarnos los dedos, porque si no acudía EQUO, no podíamos hacerlo, y por otro lado, el partido instrumental de Podemos aún estaba siguiendo los trámites para su registro.

Y entonces, en ese momento, deciden que les acompañe en la firma Cli AS, Alternativa Socialista.

Nosotros teníamos un ‘plan b’, porque en política siempre hay que tenerlo, y era que Cli AS firmara con nosotros, porque si no, no se podía registrar la coalición. Así que Alternativa Socialista, que en un principio no quería participar porque no estaba dispuesta a renunciar a sus siglas, firmó sin pedir nada a cambio ni plantearse entrar en la coalición, ni nada por el estilo. Cli AS sólo puso su firma.

¿Qué hubiera pasado si no se registra Cambiemos Murcia?

Pues hubiera sido una locura. Pero no ha pasado, y lo que hicimos fue cumplir lo que Izquierda Unida prometió desde hace meses, que era poner su firma para registrar esta coalición. A eso nos hemos limitado. Es un trámite administrativo que ya está hecho, y punto, no hay nada más. Había que hacerlo, pero no influye de ninguna manera en el aspecto político. Nosotros no vamos a decirle a nadie que no firmara el viernes, que ya no puede participar en Cambiemos Murcia. Nunca ha entrado eso, ni puede entrar, en nuestros planes, y los candidatos de EQUO y Podemos que están en la lista están perfectamente legitimados.

Después de las primarias, pero antes de llegar a ese momento de la firma, hubo varias propuestas para modificar la lista tratando de hacerla más equilibrada y plural, como se recoge en los principios de Cambiemos Murcia. Si alguna de esas propuestas se lleva a una asamblea ciudadana y se aprueban, ¿IU las aceptaría?

Si estamos dispuestos a seguir en Cambiemos Murcia, y desde luego lo estamos, tendríamos que aceptarlas. Pero aquí hay un problema, que es cómo te presentas ante la ciudadanía diciendo que has modificado una lista elegida por las urnas. Yo creo que hay que ser muy serios en esto, y no presentarnos ante la sociedad diciendo, ‘oigan, hemos variado la opinión de los votantes porque hemos añadido un criterio a posteriori que nos parece justo’. Y lo será, será justo, yo no lo dudo, pero no es buena carta de presentación. Lo que hay que hacer es ser escrupulosamente respetuosos con lo que se ha votado en las primarias. Y siguiendo con los principios de Cambiemos Murcia, las candidaturas eran ‘unipersonales’, un término nuevo que tendremos que patentar. Eso significa que los partidos tenían que dar un paso atrás y no presentar candidaturas agrupadas, y por eso es difícil que ahora se quiera restablecer la visibilidad de los partidos políticos, cuando se supone que los partidos no podían presentar sus logos, ni sus siglas, ni su financiación, ni nada. No es sólo un cambio en unos puestos de la lista, sino un cambio en las reglas de juego, que es más grave.

Resulta paradójico que atendiendo a la puntuación, la lista fuera bastante equilibrada en cuanto a ‘sensibilidades’, pero que al aplicar la paridad resultara de la forma en que quedó.

Es que la lista en términos brutos, digamos, y en términos corregidos con el criterio de paridad, que sí estaba definido y aceptado previamente, da un resultado distinto. En bruto era más visible la mezcla entre partidos, pero insisto, es que estamos jugando con dos gafas, unas de cerca y otras de lejos. Es que los partidos no constan, y al lado de cada candidato no ponía de qué partido somos. Entonces, o usamos unas gafas o las otras, pero mezclarlas no es serio. La seriedad, en política, no es sólo una cuestión de imagen. La gente no es tonta. Tontos, tontos, quedamos dos o tres nada más, y la gente enseguida percibe la falta de seriedad. El político depende de su credibilidad, y si la pierde, está muerto.

Respecto de las reacciones a que quedara número uno en las primarias, hemos podido leer mensajes de ilusión y de esperanza por un lado, pero también lamentos porque se dice que usted nunca había creído en el proyecto y que nunca había participado.

Yo estuve en la primera reunión digamos oficial, porque antes habría muchas reuniones, claro. Fui allí porque mis compañeros me pidieron que fuera a observar y que estuviera callado, y eso hice. También he estado en todas las asambleas, y en cuanto a las comisiones de trabajo, he estado en una. Siempre siguiendo las indicaciones de mis compañeros, porque formo parte de un equipo, me dijeron que hiciera un esfuerzo por escuchar y yo literalmente no abrí la boca en esa reunión, y me llevé mi primera impresión, y reconozco que tenía mis dudas. No soy agorero, pero conozco bien Murcia y tuve mis dudas. A las siguientes decidieron que fueran otras personas, y yo lo acaté. Como sabía que en torno a mí había una sospecha, para que no hubiera problemas, en las siguientes reuniones no estuve, y quien quisiera etiquetarme así o asá, pues que me etiquetara. Llegado el momento de tomar una decisión a IU sobre las condiciones que se nos quería imponer, no voy a ocultar que yo me sentí incómodo con ellas. Me parecían leoninas, injustas, porque cualquier partido puede aportar su trabajo a una coalición sin esconderse. ¿Por qué tienes que esconderte? ¿Por qué, por pertenecer a un partido, no eres independiente y no eres idóneo? Ese lenguaje sectario nunca me ha gustado.

Es decir, que en efecto, usted tenía dudas sobre el proyecto.

Sí, porque me parecían condiciones injustas, innecesarias y no respetuosas con nosotros mismos. En esa votación en IU yo voté en contra, y perdí esa votación como pierdo muchas. Llevo cuatro años perdiendo votaciones todos los últimos jueves del mes, en los Plenos del ayuntamiento. Me manifesté en contra de entrar en esas condiciones en una confluencia, pero puedo decir que yo era partidario mucho antes de hacer una confluencia. Por ejemplo, yo hace dos años tenía muy claro que podíamos acudir perfectamente a las elecciones con EQUO. ¿Por qué no? Pero además visibilizando que estamos dispuestos a unir fuerzas, mostrándolo públicamente con nombres y apellidos, porque lo de dar la cara me parece fundamental. Entiendo que la situación es de emergencia social, y que requiere hablar con casi todo el mundo, siempre con inteligencia y con un proyecto de avance, para echar al PP. Por eso creo que somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. Yo siempre he estado por la confluencia, pero hay condiciones que no quiero ni para mí ni para nadie. Como sabía que mi postura iba a ser un estorbo, y además, no quería que nadie dijera que yo estaba por enmedio y tuviera la excusa para irse, ese proceso se ha desarrollado sin mí. No hay problema.

Pero después, al presentarse a las primarias, se entiende que asume el proyecto.

Claro que sí. Yo firmé el compromiso ético y el documento político, y por cierto, ninguno de esos dos documentos han sido el detonante de lo que ha pasado. Eso no es cierto, así que entiendo que tiene que deberse a un error en la descripción.

En cualquier caso, las reacciones al resultado de las primarias fueron bastante frías.

Tampoco lo entiendo. No entiendo la tristeza que provocó el resultado de las primarias. Sabíamos que este proceso iba a ser complicado y difícil, y sabíamos que tiene sus defectos, pero este proceso debe de alegrarnos. Dentro de la preocupación, y de que estamos todos un poco a la expectativa, yo estoy contento. Preocupado, a la expectativa, viendo a ver cómo… Pero también profundamente contento porque hemos dado pasos, y porque tengo el teléfono absolutamente fundido de la gente que nos da ánimos. Hay mucha gente que me llama a mí, pero no es algo personal; me llaman porque están contentos con este proyecto. Me dicen que por fin han visto una esperanza. Me dicen que por fin ven algo más allá de Izquierda Unida. Hay una cuestión que tengo muy clara: que Cambiemos mejora a Izquierda Unida. Y lo dice uno de IU que está orgulloso de sus siglas. Cambiemos puede llegar a cosas a las que Izquierda Unida no llega. Me dicen que hay mucha gente que se ha animado porque esto es más que Izquierda Unida. Pues coño, si ha venido algo más que Izquierda Unida y que engancha, alabado sea Dios… (Risas). Ahí es donde no entiendo la tristeza, que quizá es más producto del nerviosismo o de la tensión. Creo que es algo más circunstancial que profundo. Aunque emocionalmente estemos en tensión, porque nadie dijo que esto fuera a ser fácil, hay motivos objetivos para pensar que esto va a salir bien.

¿Cree que Cambiemos saldrá bien, a pesar de todo?

Estoy convencido de que Cambiemos va a salir bien. Estoy convencido. O yo soy muy tonto, o…

La situación actualmente, ¿cuál es? ¿Qué se debe hacer ahora?

Pues hay que retomar con fuerza una coordinación. La gente que ha trabajado hasta ahora está fundida, porque ha trabajado muchísimo. Muchísimo. Y a pulso. Y por otro lado, hay una candidatura con gente muy interesante. Mucho. Me encanta la gente joven que hay. A algunos los he escuchado tres veces y me parece que hemos dado en el clavo. Eso para mí es muy ilusionante. Hay gente muy buena, y muy torpes seríamos si de ahí no saliera una oferta muy buena. Además, yo creo que esto no es una oferta electoral circunstancial porque está la cosa muy mal, es una oferta para mantenerse en el tiempo. Por eso creo que hay que superar ya lo de la candidatura, y estoy convencido de que no se va a ir nadie. Incluso la gente de los partidos… Ojo, hay un partido que dice que retira su apoyo, pero eso no quiere decir que sus militantes se vayan. Quiero, deseo y espero que no se vayan. Todos son necesarios porque hay gente con la que estoy deseando sentarme a trabajar, lo estoy deseando. Pero también con la gente con la que ideológicamente pueda tener más diferencias, porque esto no es un club de amigos. Esto es un grupo de trabajo y creo que eso es bueno.

Respecto al Izquierda Unida, ¿qué relación mantiene con sus compañeros? Porque la lista que surgió de su proceso interno de primarias luego se vio variada en Cambiemos... ¿Lo han hablado?

Es cierto que hubo un vuelco, y no vamos a negar que ha habido decepciones, desilusiones e incluso tensiones, pero claro, en las primarias de IU votaron algo más de 500 personas, y en las de Cambiemos Murcia más de 1.800 personas. Cuando abres las puertas y ventanas de IU, te tienes que adaptar.

Se podría pensar que Izquierda Unida tiene suficiente capacidad de organización y militancia para movilizar a más gente en un proceso de primarias como el de Cambiemos, pero en las propias, en las de su organización, la participación fue bastante menor que en las de Cambiemos.

Mira, es curioso. El otro día cogí papel y lápiz y vi que en las primarias de IU participaron 532 personas, y en las de Podemos municipal unas 1.400. En las de Cambiemos votaron 1.872, con lo que si comparamos los datos, podría decirse que IU controlaría, entre comillas, el 21,3% del electorado, y Podemos el 74,7%. Eso pasa cuando se abre el campo, afortunadamente; que nadie puede controlar lo que pasa. Las primarias son un proceso debatido, complicado y demás, pero tienen una cosa buena, y es que cuanta más gente participa, es más plural. Nadie ha podido controlar a nadie.

En un artículo de Ángel Montiel en el diario La Opinión, entre otras cosas, el periodista decía que se evidenciaba una falta de ambición al fijarse el debate en los primeros puestos de una lista.

Claro, ese es el debate que a mí me gustaría introducir poco a poco. Hay un error de base y es que estamos calculando con el complejo de minoría...

Complejo que se le ha achacado muchas veces a Izquierda Unida.

¡Claro! Si es que en IU hemos tenido ese complejo siempre. Hace tiempo que planteé que no podíamos aspirar a dos concejales, que así no podíamos seguir. Creo que en estos últimos ocho años hemos hecho un buen trabajo, un trabajo digno, con humildad porque somos lo que somos, y que nuestro trabajo la gente lo reconoce. Por eso yo he repetido que en algún momento teníamos que quitarnos el complejo del cinco por ciento que se nos achaca. Y en Cambiemos no debemos pensar que porque los cuatro primeros son de IU, la pluralidad está anulada. Para combatir al Partido Popular con cuatro concejales, nos podemos ir a nuestra casa. La gente no quiere otro partido de tres o cuatro concejales, no quiere otro partido de mínimos. Quiere un partido que haga una política distinta, y para eso hay que ir a por los 15 concejales. Y esto no es que me he tomado un cubata, es que hay que tener un planteamiento y unos objetivos, fijar un techo que, vale, que sea racional y razonable, pero que también sea ambicioso. Yo no quiero trabajar para cuatro, quiero trabajar para diez como mínimo. Y la gente no nos pide sacar cuatro, ni estar ahí, ni hacer un papel digno… La gente nos pide gobernar.

Fuera de Cambiemos ahora hay gente que se mofa de los problemas con la lista, mientras otros, desde dentro y desde fuera, tratan de recomponer los consensos. ¿Cree que Cambiemos tiene tiempo para remontar esta situación y dar a conocer sus propuestas a la ciudadanía?

Hay tiempo porque la gente está esperándonos. Es lo que tenemos que meternos en la cabeza y lo que parece que no queremos ver. La gente nos está esperando. No he parado de recibir muestras de eso, y gente muy importante también, gente que sabe lo que es el gobierno municipal, gente con peso en Murcia nos está esperando. Y la gente está esperando que haya alguien que saquen a esta ciudad de la situación en la que se encuentra. No tengo la menor duda de que es así, estoy convencido. Tengo una sensación de seguridad total.

Es decir, que en su opinión, las expectativas de voto de Cambiemos Murcia son superiores a las de Izquierda Unida.

Sí, sí, sí… Insisto: Cambiemos mejora a Izquierda Unida. Y eso me hace muy feliz. Creo que esto es una oportunidad para todos.

La gente no nos pide sacar cuatro concejales ni hacer un papel digno. La gente nos pide gobernar