El estudio murciano Clavel Arquitectos (Luis y Manuel Clavel son padre e hijo) puede llevar entre manos el diseño de alrededor de unos 30 parkings por el mundo, entre otros proyectos. En su aproximación a los aparcamientos ha influido su dedicación al interiorismo con un resultado que trasciende al usual espacio oscuro y deshabitado donde dejar el coche para incorporar la experiencia humana.
La sorpresa de ese nuevo modo de entender el aparcamiento ha sido que más mujeres lo utilizan porque se encuentran más seguras. El primer ejemplo de ello fue el de la Avenida de la Libertad en Murcia construido en 2006. Allí, la experiencia siniestra del aparcamiento se transforma casi en la entrada a una discoteca multicolor.
¿Cómo creastéis el aparcamiento de la Avenida de la Libertad con una mayor cercanía a la experiencia humana?
La infraestructura no la vemos como un hueco, sino un espacio público que tiene una iluminación, una manera de entrar, una dimensión, una facilidad para la gente que va cargada o va con muletas o carritos. La escaleras mecánicas semiabiertas de una de las salidas también ayudan a tener esa sensación de espacio público, en lugar de sentir que entras a un agujero.
Lo público tiene que entenderse de esa manera amplia. El parking también es muchas veces el espacio de llegada a la ciudad y tiene ese carácter de bienvenida.
¿Cómo surgió el proyecto del parking de la Avenida de la Libertad?
En 2006 hicimos este concurso público con una empresa privada. Hacer interiorismo, sobre todo con restaurantes, es una cosa muy particular porque entiendes de iluminación, de materiales, de situaciones que están más cerca de lo humano.
Detectas que es un espacio público que hasta la fecha éramos conscientes de eran espacios muy desagradables y propusimos una serie de mejoras. Normalmente en los parking las paredes de hormigón se tapan y nos dimos cuenta de que tenían una belleza plástica importante y lo que había que hacer era justamente iluminarlas. Como en cualquier proyecto de interiorismo, la iluminación es lo que te crea la calidez. También se hace la avenida peatonal porque lo propusimos nosotros, aunque al Ayuntamiento le costó un poco aceptarlo.
En otros casos, como es el aparcamiento de Núñez de Balboa en Madrid, hemos rememorado un atardecer en el Pacífico y el espacio es utilizado incluso para sesiones de yoga. Como arquitectos estamos entre el cliente, que es quien tiene el dinero, y la sociedad e intentamos que todo el mundo gane en esa negociación.
¿Cuándo os dais cuenta de que el diseño del parking favorece la sensación de seguridad de las mujeres?
El propio cliente nos empieza a dar datos de su propia experiencia y nos habla de que han detectado un aumento del uso de este parking por mujeres. Y, aparte de por el tema de la comodidad, el diseño y la amplitud de las plazas, realmente es porque se sienten más seguras.
Entonces empezamos a investigar y nos damos cuenta que en una película una imagen del parking equivale a una escena violenta que presagia una violación o un asesinato. Eso es dramático y, además, un fracaso para una industria que mueve muchísimo dinero. No podíamos entender cómo no se lo estaba planteando nadie. La seguridad para las mujeres es un tema que no se había tenido en cuenta en los aparcamientos. Se trata, sobre todo, de una falta de sensibilidad y visión.
Lo que tenemos claro es que las infraestructuras son para personas con miedos y necesidades, aparte de la pura funcionalidad de dejar el coche. Hay miles de infraestructuras de este tipo en el mundo y todas generan una situación de inseguridad a las mujeres.
Los parking son un claro ejemplo de cómo se pueden pensar los espacios públicos con perspectiva de género.
Como arquitecto tienes la obligación de pensar en los espacios para todo tipo de personas. Esto no ha funcionado así históricamente y resulta increíble. Nosotros mismos no nos podíamos creer que nos hayamos convertido en expertos mundiales en este tema.
Entiendo que soy de una generación con otras sensibilidades. Si te vas a los setenta te das cuenta de que no había normativas medioambientales. Estos pasos son los que realmente hacen las ciudades más igualitarias y permiten a la gente ser más feliz. En el ámbito del transporte éste era el punto más sangrante. Todo lo que tenga que ver con hacer la movilidad y el transporte más humano y eficaz tiene una gran impacto en nuestras vidas.