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Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

Tornel (IU): “Ni me han pedido que me vaya ni me voy a ir”

Nacho Tornel parece un hombre tranquilo, pero ha vivido las primarias municipales de su partido de manera bastante agitada. Primero se incluyó en la candidatura de Sergio Ramos, más tarde se presentó en solitario y después se retiró de la carrera por ser candidato a alcalde de Murcia, lo que levantó todo tipo de elucubraciones. Y por si fuera poco, esta semana un periódico murciano publicó que Tornel se estaba planteando dejar Izquierda Unida si se confluía con Podemos. Muchos argumentos para justificar una entrevista en la que Nacho Tornel reflexiona sobre la situación que vive él mismo, su partido y la política del municipio.

Hay mucho de lo que hablar... Comencemos por las primarias. Explíquenos qué pasó para que entrara y saliera de ese modo. Es algo que ha estado en boca de mucha gente.

Pues que cometí tres errores, igual que Jesús se cayó tres veces en el Gólgota. Ya he dicho varias veces que mi gestión personal en este asunto ha sido desastrosa, no lo voy a ocultar. No he sabido leer las situaciones y no he sido ambicioso. La ambición es una característica que no me distingue, y eso en política se paga. Yo contaba con un apoyo interno del grupo municipal que luego resultó no ser tal, y lamento haber sido el último en enterarme. Entonces un compañero decidió lícitamente presentarse y me presenté con él porque representamos el mismo proyecto. En ese aspecto no hay disensión, pero a partir de ahí recibí una avalancha de comentarios de gente de todo tipo, desde mi vecina hasta la del bar donde me tomo el café, que ya me hicieron sentir mal porque pensé que había metido la pata ante la gente que luego tenía que ir a votar.

La calle le habló y decidió presentarse en solitario.

Yo siempre mantengo un ojo en la calle porque si nos encerramos en la torre de marfil, nos convertimos en idiotas. Y como me vi abrumado planteé esta situación en mi grupo, y expliqué que lo que pretendía era no hacer daño a un montón de gente que me decía que no iba a ir ni a votar siquiera. Esto está feo que lo diga yo, pero es el relato de los hechos. Luego ya, cuando vi que se presentó el grupo de Ana Martínez, en cierto modo respiré porque había dos opciones que representan distintas sensibilidades dentro de IU. Pensé que así me libraba de pensar si mi candidatura era oportuna o no, o si rompía o no la mayoría. Entonces cometí el tercer error, que fue retirarme de las primarias. Todavía hoy me tropiezo con gente que me para y me dice, ‘oye, ¿pero qué has hecho?’.

Pero entonces, cuando usted decidió salir de la lista de Ramos y presentarse en solitario, y lo comunicó a la organización, ¿cómo lo acogieron?

Hubo un conflicto. Es evidente que no sentó bien y yo lo sabía. Y que mi torpeza me afecte a mí y me deje en cierto ridículo ante la opinión pública, es algo que me trago yo, pero que afecte al trabajo de mucha gente humilde que se está dejando la piel en su barrio o su pedanía, eso sí que me quita el sueño y me tiene el estómago encogido. Porque no podemos caer en el engreimiento de creer que IU sólo somos los dos concejales del ayuntamiento.

Finalmente usted se retiró, se celebró la votación y ganó la candidatura de Sergio Ramos. Ahora que ya ha pasado, ¿Qué lectura hace de las primarias?

El resultado de las primarias hay que analizarlo. Las primarias se hacen con el sentido de abrir la organización, de que la gente pueda expresar su sentir, y eso no se puede propiciar para después leer el folio hasta donde yo quiero. Cuando yo corrijo un examen, me lo tengo que leer entero. La participación tan baja es un dato que hay que leer, y cada uno lo hará en el sentido que considere oportuno. Yo creo que una participación tan baja contradice el sentido que nosotros hemos querido dar a las primarias. Y aunque aún no he terminado de reflexionar sobre ello, una de mis conclusiones es que nos queda mucho trabajo por hacer. Si nos creemos que ya está todo hecho, es un error. Las primarias no sólo sirven para saber quién ha sacado más votos. Esto no es Gran Hermano.

Sabe que en Gran Hermano los participantes van dejando la casa... ¿Se ha planteado usted dejar IU? ¿Alguien se lo ha pedido?

No, ni me han pedido que me vaya ni me voy a ir. Estaré el tiempo que tenga que estar y el que yo me considere útil. Aplicaré lo que dije el primer día, y es que cuando mis compañeros no me consideren útil para hacer esto, que me lo digan y haré otra cosa. Yo puedo barrer la sede para que esté limpia y se pueda trabajar en condiciones, o puedo ser concejal. Hace años aprendí que hay que saber estar y también hay que saber irse.

Entonces, tiene ganas de continuar.

Sí, tengo ganas de seguir porque quedan cosas por hacer. Hay que trabajar sin miedo y con rigor. Yo veo muchas cosas y soy consciente de todo lo que hay que hacer, y a veces no damos abasto porque tenemos los medios que tenemos, pero hay mucho que trabajar.

Y a los que todavía le preguntan por qué no es el candidato, ¿qué les responde?

Que el Grupo Municipal ha propuesto una persona y se ha corroborado en las primarias, y es evidente que yo he dado un paso atrás. ¿Habrá gente que se haya quedado con las ganas de votarme? Sí, seguro, y ese es el problema, pero no porque no me hayan podido votar a mí, sino porque hay gente que ya ni se acerca a Izquierda Unida. Si además esa gente no se acerca por mi torpeza, pues yo me siento aún peor, claro. De aquí a mayo tenemos un tiempo para remediar la gestión tan mala que hemos hecho, y yo el primero.

¿Cuál es el siguiente paso que va a dar IU en el municipio?

Ahora hay una asamblea municipal en la que como he dicho, habrá que hacer una reflexión sobre las primarias. Sobre el mecanismo, el sentido y el resultado. Hacer primarias sólo para ver quién tiene más votos me parece muy pobre. Ahí tenemos que hablar claro y ver lo que ha pasado. El resultado ya está y es así, pero con un 52% de participación, yo sería más cauto a la hora de decir que IU salió reforzada. Hay que pensar sobre eso sin miedo, sin asustarnos, y ver si el método era el adecuado, si se ha facilitado la participación, si las candidaturas eran lo suficientemente atractivas… Hemos podido hacerlo mejor.

¿Teme que en esa asamblea alguien le culpe de la baja participación?

No sólo no lo temo, sino que lo preveo y tendré que darle la razón en lo evidente. En lo personal no me afecta el daño que mi gestión haya podido causar a mi imagen, pero sí me afecta el que le haya causado a la organización. En esa asamblea habrá que dar todas las explicaciones, porque yo no voy a los órganos de mi partido a hacer el paripé. Es una asamblea fundamental no sólo hacia dentro sino también hacia fuera, y de esa asamblea tiene que salir una Izquierda Unida reforzada. Si queremos ir a por el ayuntamiento, hay que cambiar el ‘chip’ y dejar de vernos como gente voluntariosa que hace lo que puede. Tenemos que creérnoslo porque hemos hecho cosas buenas en este tiempo. No es suficiente con tener una página Web estupenda y con mucha información. Eso está bien, pero debemos tener personas.

En su opinión, ¿Qué espera la gente en este momento?

Tenemos que ser humildes y coherentes. Ahora mismo tenemos que inspirar confianza en la gente, que perciban nuestra honestidad y nuestra vocación de servicio público. Yo no quiero alguien que me emocione en su discurso, quiero alguien que me inspire confianza. Mucha gente piensa que eso es imposible en política hoy en día por la corrupción, por el clientelismo… Hay muchos mensajes negativos, pero yo tengo una lista de no menos de veinte personas, con nombre y apellidos, que son honestas y están preparadas para cambiar este municipio. Y hay más listas, y seguro que tú tienes la tuya y cada uno tiene la suya. Hay muchas personas capacitadas y honestas, y eso la gente no lo percibe por la cantidad de mensajes negativos que se han lanzado. Hay que hacer una candidatura de gente honesta y capacitada. ¿Y quién soy yo para decirle al PSOE o a UPyD que no? ¿Quién soy para rechazar al que se quiera unir? Eso es pecar de engreimiento y es un error.

De este modo llegamos a otro de los asuntos candentes, como se suele decir, que es la confluencia. Un periódico ha publicado recientemente que usted baraja dejar IU si se confluye con Podemos, aunque ya nos ha dicho que no se piensa ir...

Yo nunca he expresado mi postura sobre Podemos, aunque en las redes sociales he sido crítico con algunas cosas de Podemos a nivel nacional.

Pero entonces, ¿nos confirma que no dejará Izquierda Unida si se confluye?

Por mi parte no. El proceso de confluencia municipal está muy poco avanzado, y además, es muy difícil que yo pueda apoyar o no apoyar a Podemos cuando Podemos ha dicho que ni siquiera se va a presentar a las municipales. Salvo que yo vaya detrás de Podemos y les ruegue que se presenten. He estado en una de las reuniones y Podemos dijo que se va a presentar sin sus siglas… Una cosa muy curiosa.

Ahora mismo parece que el debate dentro proceso de confluencia gira en torno a la figura legal para concurrir a las elecciones. Hay que optar entre la coalición formal de partidos, por la que aboga IU, o la agrupación de electores por la que aboga Podemos. ¿Qué opina?

La agrupación de electores no la vamos a admitir jamás, y además, es que en las circunstancias actuales es un fraude. Si somos partidos políticos consolidados, y en algunos casos con una intención de voto muy alta, ¿por qué vamos a renunciar a nuestra identidad? No tiene sentido. Yo he hablado de confluir mucho antes que todos ellos, y lo decía así: Con el Grupo Municipal Socialista creo que se puede trabajar. Y de hecho hemos trabajado. Tendremos nuestras divergencias pero estamos trabajando juntos por cosas muy concretas. Si el objetivo imperioso y urgente es echar al PP del ayuntamiento, los medios tienen que estar en función de esos objetivos. Yo estaba dispuesto a abrir, a confluir o pactar con el PSOE y con UPyD, ¿y qué pasa? ¿Qué problema hay? Si lo urgente y lo complicadísimo es echar al PP…

¿Le sigue pareciendo complicado derrotar al PP, a pesar de todo lo que ha pasado?

Es que si el PP consigue saltar esta valla de la crisis, ya está. Ante una situación excepcional hay que tomar medidas excepcionales. Si tengo que hacer un pacto, y obviamente, tiene que ser un pacto riguroso, serio, democrático y transparente con UPyD y con el PSOE, lo hago. ¿Por qué no? ¿Quién soy yo para excluir a alguien que se quiere sumar? Estamos en una mesa blanca, y yo pongo mi proyecto político aquí, y tú el tuyo allí, y nos preguntamos: ¿Debemos unirnos, sí o no? Pero si me presento sin mis siglas, y estoy pero no estoy, y no estoy pero condiciono… Me parece totalmente ridículo. Somos cuatro gatos y queremos echar al PP, que es algo dificilísimo, y hay gente que se cree que está ya todo hecho, pero el PP no va a entregar las armas en ningún momento. Hay gente que no vive sólo de sus 3.500 euros al mes, que vive de más dinero, y la red clientelar que hay aquí no se va a disolver tan fácilmente. El que piense que esto está hecho, o no rige bien o no sabe leer la realidad. O no le interesa leerla.

Incluso uniendo fuerzas, será difícil.

Es que eso que he oído tantas veces de que en Murcia no gobierna la izquierda porque no nos unimos, eso no es verdad. Hay gente que estudia mucho y lee mucho y se mete en blogs… Pero no sale a la calle. ¿Por qué en mi barrio –La Paz- gana el PP? ¿Por qué gana entre los parados y los trabajadores sin cualificación? Porque la gente está tan machacada, que al que llega y le ofrece algo, lo votan. Eso es así por muy amargo que me sepa.

Derrotar al PP es difícil, pero parece que la unión o confluencia también lo es. Algunos miembros de Podemos insisten en denominar “sopa de siglas” a las coaliciones. ¿Qué le parece esa expresión?

Es una forma malintencionada de leerlo. Lo sensato es que los partidos se presenten con sus siglas y su programa. ¿Qué problema hay en dar la cara? Yo soy tal y este es mi programa, lo pongo ahí y lo debatimos. Yo tengo el derecho y el deber de decir quién soy y lo que quiero. Izquierda Unida tiene derecho a presentarse con su nombre y sus apellidos, no hay que ocultarse. Si queremos confluir para echar al PP, hay que hacerlo así. Decir quiénes somos y qué queremos hacer. Eso nos une y nos obliga a todos. Esto es muy serio y muy complicado para andar poniéndose y quitándose la pegatina del partido. Bromas, las justas. Y lo digo yo, que soy guasón por naturaleza. Con este asunto, bromas, no.

 

Llamar 'sopa de siglas' a las coaliciones es una forma malintencionada de leerlo. Lo sensato es que los partidos se presenten con sus siglas y su programa. ¿Qué problema hay en dar la cara?