El viernes por la mañana se ha presentado en el edificio de Convalecencia de la Universidad de Murcia (UMU) el proyecto AgroSimbiosisLab, una iniciativa financiada por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), y que persigue la restauración agroecológica y mejora ambiental del ecosistema del Mar Menor.
El investigador de la Universidad de Murcia (UMU) y coordinador del proyecto, José María EgeaEgea, ha explicado que comparte los objetivos principales de AgroSimbiosis: promover la gobernanza y la participación ciudadana, establecer una red de fincas o laboratorios para la transición agroecológica, adecuar los laboratorios para la innovación gastrobotánica instaurando una red de jardines gastrobotánicos (JGB), promover una cadena de valor agroecológica en la cuenca y desarrollar actividades formativas, de divulgación y asesoramiento.
Este trabajo, seleccionado junto a otros 11 proyectos en los que se invertirán 20 millones de euros, tiene como propósito contribuir a la conservación del Mar Menor y su cuenca vertiente a través de un proceso de transición agroecológica que implique a “todo el sector agroalimentario con la participación de la sociedad civil”, ha asegurado Egea.
El investigador de la UMU ha expuesto su preocupación por “la agricultura industrializada que se practica en la cuenca vertiente en el entorno del Mar Menor, es una agricultura completamente insostenible, tanto desde el punto de vista ambiental como desde el punto de vista económico y social”.
“Parcela a parcela”
Todo esto se está llevando a cabo “parcela a parcela y actuando desde el origen con una serie de acciones acompañadas siempre de conocimiento sobre el tema”, explica Francisca Baraza, comisionada del ciclo del agua y restauración de ecosistemas del Miteco. Esas fincas o parcelas que colaboran y en las que se van a realizar acciones demostrativas con el objetivo de poner en valor las prácticas agroecológicas son Slow Cavern, Las Ovejeras, Casa de Crisis Matrix, La Laguna, Pura Vida, Vivens Hortis, Bernal y Torrecillas, todas ellas repartidas en los terrenos cercanos al Mar Menor.
Además, Baraza ha anunciado que se está trabajando para realizar una segunda convocatoria dirigida al sector ganadero, al tiempo que ha señalado la “preocupación que genera la intensificación ganadera en el Campo de Cartagena”.
Abierta a la participación ciudadana
Esta iniciativa también está abierta para la participación ciudadana ya que se puede formar parte de los grupos de trabajo de gobernanza y participación en la restauración agroecológica de fincas, con las redes de semillas del Mar Menor o con actividades formativas y de divulgación.
Por su parte, el rector de la UMU, José Luján, ha agradecido a la Fundación Biodiversidad, “representado esta mañana aquí por Francisca Barraza, por la confianza que deposita en el talento investigador” de la UMU. Luján también ha tenido palabras de reconocimiento para el profesor José María Egea y su equipo “por ser capaz de estar en la vanguardia” y “ofrecernos soluciones” a los problemas identificados por la propia institución y que también “está en la parte de transferencia del conocimiento, tan importante siempre en la universidad”.
El proyecto Agrosimbiosis representa un esfuerzo conjunto de la UMU, diversos grupos de investigación y colaboradores del ámbito agroecológico como el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que aseguran que “la única manera de conservar, recuperar y conservar la laguna es haciendo un cambio de modelo agroindustrial a un modelo completamente sostenible, como es el modelo agroecológico que planteamos”.