Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.
Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.
“Aquel proyectil disparado por un cañón centralista desde el campo de Cartagena hacia la ciudad liquidó también al Cantón y a la demasiado breve I República española, que moría por esos mismos días tras el golpe de Estado del general Pavía en Madrid”
Desde hace varios años un grupo de ciudadanos convocados por diversas entidades de la sociedad civil cartagenera se concentra cada 6 de enero junto a una placa conmemorativa en el Parque de Artillería de Cartagena para recordar juntos un luctuoso hecho bélico que cambió la historia de España hace ahora 150 años.
El 6 de enero de 1874 un proyectil cayó dentro de las instalaciones del Parque de Artillería, un edificio borbónico y dieciochesco de grandes dimensiones que saltó por los aires porque aquella bomba cayó justo encima del polvorín en el que los cantonales resistían el asedio de las tropas centralistas. En los últimos seis meses de 1873 habían caído sobre una castigada Cartagena más de 26.000 bombas ¿Cuál era la causa de esta guerra? ¿Qué había sucedido? Pues que el 11 de febrero se había proclamado la I República Española, y el movimiento cantonal (muy extendido en el centro, sur y levante peninsular) no aceptaba la imposición del modelo centralista de una república madrileñizada y optaba por una república federal de abajo arriba con focos desde los municipios y con igualdad de todos los territorios del estado español. Esta disputa ideológica devino en una auténtica revolución que cristalizó el 12 de julio de 1873 cuando estalla la rebelión cantonal en media España y ahí Cartagena tuvo una significación especial, dado que todos los cantones fueron aplastados en un mes y el nuestro fue el único cantón que resistió seis meses frente al Estado.
Para sofocar aquella rebelión en pro de una república federal, el gobierno centralista hubo de emplearse a fondo y la ciudad amurallada y acantonada fue asediada, rodeada por mar y tierra y bombardeada sin piedad durante un largo semestre hasta su rendición definitiva en enero de 1874. Se continuaba así una peculiar tradición de nuestra díscola ciudad que cada 50 o 60 años acaba siendo bombardeada o apaleada por el gobierno central: 1823, 1873, 1936-1939, 1992…
Aquella bomba suelta no solo mató a las más de 400 personas que fallecieron en ese solo ataque y son homenajeadas cada 6 de enero. Aquel proyectil disparado por un cañón centralista desde el campo de Cartagena hacia la ciudad liquidó también al Cantón y a la demasiado breve I República española, que moría por esos mismos días tras el golpe de Estado del general Pavía en Madrid. Moría también el sueño de una España republicana y democrática, porque aunque siempre ha habido poco rigor histórico y se ha hecho mucha chufla y mucha broma tonta con el Cantón de Cartagena, la verdad es que el programa político que querían poner en marcha los cantonales en España era absolutamente progresista y sorprendentemente adelantado a su tiempo: en 1873 proponían un estado federal (muy similar a nuestro actual estado de las autonomías); el sufragio universal; la jornada de ocho horas; la prohibición del trabajo infantil y de la esclavitud; la supresión de la pena de muerte; la legalización del divorcio; la reforma/supresión del servicio militar; una educación laica, pública y gratuita; la separación de Iglesia y Estado; desamortización de ciertas propiedades de la Iglesia; decretos sobre emancipación de la mujer… No pocas de sus reivindicaciones políticas verán la luz 50 o 100 años después: tanto la II República de 1931 como la transición a la democracia de 1978 recogerán muchas de estas viejas y bellas aspiraciones cantonales y las incorporarán a la legislación democrática del país. El Cantón es, definitivamente, la aportación que ha hecho Cartagena a la historia republicana y democrática de España.
Todo esto ha sido estudiado en un I congreso internacional sobre la revolución cantonal de Cartagena auspiciado por la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena y la concejalía de cultura del Ayuntamiento de la ciudad que tuvo lugar en marzo de 2023 con motivo del 150 aniversario del Cantón. Se está trabajando ya para un II Congreso a celebrar en octubre en el que volverán muchas doctoras y doctores de varias universidades españolas y extranjeras a debatir también sobre el final y las consecuencias históricas que tuvo la experiencia revolucionaria cartagenera en la historia española y en la historia europea, pues así de lejos llegó el eco del Cantón de Cartagena.
Quizá las 400 personas machacadas en nuestra ciudad por aquella bomba definitiva de 1874 (muchísimas mujeres entre los cadáveres rescatados de los cascotes, por cierto) fueron, andado el tiempo, involuntarias precursoras, mártires y símbolo de los logros democráticos de su país del futuro: el nuestro del presente. Y hoy, 6 de enero de 2024, 150 años después de aquel estallido final, es conveniente recordarlo.
Desde hace varios años un grupo de ciudadanos convocados por diversas entidades de la sociedad civil cartagenera se concentra cada 6 de enero junto a una placa conmemorativa en el Parque de Artillería de Cartagena para recordar juntos un luctuoso hecho bélico que cambió la historia de España hace ahora 150 años.
El 6 de enero de 1874 un proyectil cayó dentro de las instalaciones del Parque de Artillería, un edificio borbónico y dieciochesco de grandes dimensiones que saltó por los aires porque aquella bomba cayó justo encima del polvorín en el que los cantonales resistían el asedio de las tropas centralistas. En los últimos seis meses de 1873 habían caído sobre una castigada Cartagena más de 26.000 bombas ¿Cuál era la causa de esta guerra? ¿Qué había sucedido? Pues que el 11 de febrero se había proclamado la I República Española, y el movimiento cantonal (muy extendido en el centro, sur y levante peninsular) no aceptaba la imposición del modelo centralista de una república madrileñizada y optaba por una república federal de abajo arriba con focos desde los municipios y con igualdad de todos los territorios del estado español. Esta disputa ideológica devino en una auténtica revolución que cristalizó el 12 de julio de 1873 cuando estalla la rebelión cantonal en media España y ahí Cartagena tuvo una significación especial, dado que todos los cantones fueron aplastados en un mes y el nuestro fue el único cantón que resistió seis meses frente al Estado.