Dicen que el papel lo aguanta todo, pero el Mar Menor ya no puede más. Los presupuestos del próximo año son otra puñalada a nuestra laguna, quizá la mortal, por parte de un gobierno regional que ha dimitido de sus obligaciones para ejercer simplemente de oposición al gobierno central. Salvar el Mar Menor exigiría tiempo, dinero y sacrificios a las élites económicas de esta Región, así que de momento en San Esteban se concentran en salvar al menos el relato.
Con este fin el presidente López Miras y el consejero Luengo llevan una semana pregonando a los cuatro vientos la mayor inversión de la historia para la recuperación del Mar Menor, 85 millones de euros. No es muy difícil contrastar esta información. Basta con consultar el Anexo de actuaciones en el Mar Menor de los presupuestos de este año, que está exactamente a una distancia de 3 clicks de todo aquel que se quiera informar en la web de los presupuestos de la CARM, también para los periodistas.
La primera impresión es que este anexo es un cajón de sastre en el que han metido cualquier inversión que esté previsto ejecutar en un radio de 50 kilómetros en torno al Mar Menor. Todos los arreglos de carreteras, todas las obras (como la construcción de un aparcamiento disuasorio en La Manga con fondos EDUSI) y hasta las ayudas a los ayuntamientos para el Plan Infomur contra los incendios forestales, vienen recogidas en el listado de actuaciones en el Mar Menor. También campañas de publicidad y patrocinio de eventos por valor de 1.560.000€, como si el Mar Menor se arreglara con un poco de maquillaje. Ninguna de esas inversiones tiene que ver con la recuperación de la laguna.
El anuncio del presidente es por lo tanto un gran fake o, dicho en castellano, una trola como una catedral. De hecho, si sumamos todas las partidas que sí tienen que ver con la mejora de la situación del Mar Menor, apenas llegan a los 35 millones de euros. Es un 40% de lo anunciado a bombo y platillo y casi lo mismo que la gente de esta Región sigue pagando por los pufos del presidente de honor del PP, Ramón Luis Valcárcel Siso. Solo la desaladora de Escombreras, actualmente parada, nos cuesta en 2022 la friolera de 32 millones de euros.
Pero la cosa no acaba aquí. Si uno va a las inversiones reales, es fácil darse cuenta, comparando con los presupuestos de otros años, que hay inversiones que ya figuraban en los presupuestos de años anteriores y que ahora vuelven a repetirse porque nunca se ejecutaron. El tanque de tormentas de Playa Honda es el ejemplo más sangrante. 1 millón de euros en 2018 que nunca se ejecutaron. 1 millón de euros en 2019 que nunca se ejecutaron. 1 millón de euros en 2020 que nunca se ejecutaron. 3 millones y medio de euros en 2021 que nunca se ejecutaron. 4 años de promesas, cero euros invertidos. ¿Por qué tenemos que creernos que este año va a ser el bueno?
Lo mismo pasa con otras medidas como las balsas de captación de escorrentías o la instalación de balsas de desnitrificación y filtros verdes. Como el año pasado no se hizo nada, el gobierno regional nos vuelve a servir el mismo plato después de pasarlo por el microondas.
En lo que es importante de verdad, en cambio, hay recortes groseros. Todos los científicos coinciden en una cosa: para salvar el Mar Menor hay que limitar el uso de fertilizantes en el entorno de la laguna. La gran promesa del gobierno regional era la instalación de una red lisimétrica en el campo de Cartagena, es decir, una red de sondas que debían medir el agua y los fertilizantes que realmente se utilizan. Pues bien, esa partida pasa de 645.000 a 105.000 euros, un recorte del 84%. Si ya teníamos dudas sobre la disposición de este gobierno para poner límites a sus amigos del agronegocio, con este recorte se acaban de confirmar.
La descontaminación de las antiguas instalaciones mineras abandonadas también se reduce de 4 a 1,2 millones, un 70% menos. Los residuos cargados de metales pesados seguirán así llegando al Mar Menor cada vez que llueva con cierta intensidad. Los vecinos y vecinas de la sierra minera seguirán padeciendo sus efectos.
Hay algo más. Estos presupuestos tampoco contemplan ninguna partida para la recuperación a su estado original de los regadíos ilegales, algo que es competencia de la Consejería de Luengo y el gobierno de López Miras, responsables subsidiarios si los propietarios se niegan a ello. Con cero euros para la eliminación de los regadíos ilegales, ¿cómo van a cumplir con su obligación?
Titulares fake. Mentiras gruesas. Partidas que se meten en el cajón de sastre del Mar Menor y que no tienen nada que ver. Inversiones que saltan en el presupuesto de un año a otro y nunca se ejecutan. Recortes. Todo eso son los presupuestos de 2022, otros presupuestos contra el Mar Menor si la movilización ciudadana no lo impide. La maquinaria del PP y sus tránsfugas lo tiene todo engrasado para aprobarlos el próximo 18 de enero. Ya veremos.
Dicen que el papel lo aguanta todo, pero el Mar Menor ya no puede más. Los presupuestos del próximo año son otra puñalada a nuestra laguna, quizá la mortal, por parte de un gobierno regional que ha dimitido de sus obligaciones para ejercer simplemente de oposición al gobierno central. Salvar el Mar Menor exigiría tiempo, dinero y sacrificios a las élites económicas de esta Región, así que de momento en San Esteban se concentran en salvar al menos el relato.
Con este fin el presidente López Miras y el consejero Luengo llevan una semana pregonando a los cuatro vientos la mayor inversión de la historia para la recuperación del Mar Menor, 85 millones de euros. No es muy difícil contrastar esta información. Basta con consultar el Anexo de actuaciones en el Mar Menor de los presupuestos de este año, que está exactamente a una distancia de 3 clicks de todo aquel que se quiera informar en la web de los presupuestos de la CARM, también para los periodistas.