Que se ejecuten desde Servicios Sociales algunas de las medidas que el gobierno de la nación ha decretado, -en todos los niveles, local, autonómico y estatal-, puede evitar mucho sufrimiento social en estos momentos de crisis sanitaria que deviene ya en grave crisis económica y social. Pero además y sobre todo, que se ejecuten y amplíen las medidas sociales sobre las que tiene competencias el Ayuntamiento de Murcia, es urgente y necesario.
Como bien sabe, Sr. Ballesta, y si no, se lo recuerdo yo, los invisibles hablan. Justo antes de comenzar nuestro confinamiento – ejemplar comportamiento ciudadano, a pesar de algunos irresponsables que no lo llevan a cabo-, los Servicios Sociales Municipales de Murcia seguían la dinámica de dejar atrás a mucha de la ciudadanía más necesitada. Lo hacía unas semanas antes de esta crisis, bloqueando las “Ayudas económicas municipales para la atención de necesidades sociales” -conocidas popularmente como ayudas de emergencia-, aquellas que siempre utilizó el ayuntamiento para facilitar de forma puntual ayuda económica a familias de escasos recursos, y que suponían una bocanada de aire para solucionar algún que otro problema en el hogar.
Lo hacía cuando se deja retrasar citas durante meses. Lo hacía cuando se deja retrasar procedimientos y acumular expedientesde ayudas en los despachos de las Unidades de Trabajo Social (UTS) produciendo así situaciones de cortes de luz, de no provisión de ingresos para alimentos y medicamentos, y otras necesidades básicas sin cubrir, de familias con menores y personas mayores, entre otras. Lo hace cuando contabiliza una ayuda para pagar recibos de luz por pobreza energética como una ayuda de emergencia, y no permite acceder a esas ayudas por segunda vez, algo que no es legal, ya que las ayudas para pobreza energética tienen una subvención propia de la comunidad autónoma.
Le recuerdo que desde Servicios Sociales se ha llamado a familias vulnerables para comunicarles que hasta nuevo aviso, los procedimientos abiertos para la provisión de ayudas quedan cancelados. Así podría seguir, y seguir, pero no hace falta, usted lo conoce más o menos casi todo a través de la fiscalización que le hacen los concejales y concejalas de la oposición, aunque eso no aparezca en los medios de comunicación.
Y por eso, Sr. Ballesta, en Murcia usted tiene que tomar las riendas de los servicios públicos municipales que son básicos e indispensables para la vida de sus vecinos y vecinas en esta situación de estado de alarma, -que esperemos, no sea necesario cambiar por estado de excepción-, y que seguro seguirá siendo durante bastante tiempo, una situación de emergencia social. E insisto, servicios públicos municipales, y no dar pábulo a anuncios de promoción institucional de voluntariado –bastante tienen los voluntarios con lo que hacen desde sus organizaciones-, en una nueva versión de la política y la caridad del espectáculo, de sobra sabido, inútiles.
Y no es una crítica, es un aviso constructivo, para que de importancia y afine la puntería con la aplicación de medidas, sobre todo desde Servicios Sociales, desde las grandes empresas públicas municipales y las privatizadas de facto, pero en la que el Ayuntamiento tiene poder como máximo accionista, como Emuasa/Hidrogea –de la que usted es presidente-. No se trata de salvar el mundo ni de ser solidario, se trata de responsabilidad gubernamental, justicia social y voluntad política, para poner todo el colchón posible que tiene el Ayuntamiento en sus manos a disposición de quienes más lo necesitan.
¿Y por dónde empezar?
1. Recursos económicos para Servicios Sociales Municipales Públicos.
Si el Decreto-Ley 8/2020 (insuficiente, pero decidido y con unas primeras medidas que seguro serán ampliadas), contempla una medida por la que el ayuntamiento tiene capacidad para endeudarse en materia de Servicios Sociales, no hagan como siempre que desde la ingenuidad le pidan que suba el presupuesto de Servicios Sociales, y entonces en su gobierno se frota las manos, aprueba la medida, y desvía más recursos económicos a las áreas 'sociales' de empresas privadas o a entidades sociales privadas amigas. No, Sr. Ballesta. Aprovisionar, ampliar y reorganizar los Servicios Sociales Municipales Públicos, ya lo tienen desde hace unos años encima de la mesa, comenzaron a hacerlo y lo abandonaron. Ahora, ejecútenlo, tienen toda la infraestructura de atención primaria para hacerlo ya.
(Cualquier sociedad que se precie, concibe sus Servicios Sociales de Atención Primaria como un servicio público esencial en momentos de emergencia sanitaria como este. Revisen sus decretos municipales).
2. Contratación de profesionales y coordinación estratégica de la mano de obra activa.
Hay profesionales de todo el campo de lo social en sus bolsas de trabajo. Servicios Sociales tiene las UTS cercanas a cada barrio (gran conquista social, la cercanía del servicio, hoy muchas cerradas y sin coger siquiera el teléfono, y otras que lo cogen ¡derivando usuarios a Cáritas!). Tiene al SEMAS (hoy desbordado en la atención de las personas sin hogar). Y más. Es decir, tiene ya un ejército de profesionales en el Ayuntamiento para poner en poquísimo tiempo a funcionar una maquinaria que sobre todo, sabe bien dónde y cómo está la población más vulnerable. En estos momentos muchos de estos buenísimos profesionales (trabajadoras sociales, educadoras sociales, psicólogas, juristas, etc.) están en sus casas esperando a que los organicen, sin saber qué hacer. ¡Dos semanas después del comenzar esta situación de emergencia! Tome las riendas Sr. Ballesta, organice a estos empleados públicos, y coordínelos junto a los profesionales de las ONG privadas que subvencionan y que complementan el trabajo público -y que se están dejando la piel y también están desbordadas–. Necesitan que les digan qué tienen que hacer de una vez por todas.
3. Medidas para que las empresas de las que es responsable el Ayuntamiento, se pongan al servicio de las necesidades sociales y sanitarias.
Empresas públicas privatizadas como Ayuda a Domicilio o el servicio de comidas a domicilio, tienen que ampliar la contratación de profesionales –que también pertenecen al campo social- y abarcar toda persona mayor sola, o a quien necesite sus servicios (suministro de productos alimentarios donde no hay ingresos, medicinas, higiene etc.), situaciones que conocen bien Servicios Sociales.
Las empresas de servicio de agua a nivel municipal y regional deberían paralizar su obtención de beneficios mientras estemos en estos tiempos de emergencia, y derivarlos a cubrir las necesidades materiales, entre otras, que se estipulen por los equipos técnicos de esta emergencia sanitaria y social. Por otro lado, esta empresa no sólo tendría que aplicar la medida del gobierno central de prohibir los cortes de agua; sino que además tendría que reponer el agua a las familias que las tenían cortada con anterioridad a la crisis (que las hay porque estos días les han llegado sus demandas); suministrar agua potable a las personas que viven en infraviviendas, edificios ocupados, etcétera. Ya sabe, para autoresponsabilizarse con las recomendaciones de higiene.
Y lo mismo con las demás empresas que dependen del ayuntamiento, públicas o privadas. Hay que ponerlas al servicio de la ciudadanía en este estado de emergencia.
4. Las ayudas existentes tienen que agilizarse y ejecutarse flexibilizando los requerimientos a las familias o personas que las necesiten… reforzando así el #yomequedoencasa.
Las ayudas municipales se pueden tramitar vía telefónica. Que no se pueda visitar un domicilio en estos momentos, no es óbice para gestionarlas. Los cientos de procedimientos de ayudas paralizados hay que terminarlos y ejecutarlos, y ahora es el momento. Disponen de información social, de información de hacienda sobre las rentas, disponen de los número de teléfono, de casi toda la población vulnerable de nuestra ciudad, tramiten los expedientes retrasados y no tengan miedo de tramitar nuevas ayudas.
Tramiten ya el acceso a alimentos de quienes tenían becas escolares de comedor. Lo anunciaron, y después de dos semanas, aún sin activar.
La tramitación de Renta Básica regional –aunque no sea una renta básica real- es una herramienta excelente para estos momentos. Tramiten los expedientes abiertos y hagan nuevos, sin miedo. Si por teléfono no se puede firmar el contrato del proyecto de inserción necesario, pospongan esa firma, y acuerden por teléfono. No tener firma digital no puede ser tampoco impedimento, como lo está siendo. Coordínense con el IMAS, sólo hace falta voluntad y mando.
Empujen para que el SEPE tramite las RAI, muchas afectan a mujeres que han sufrido violencia de género, tanto los expedientes abiertos como las nuevas solicitudes. Y de nuevo, por favor ¡no les pidan firma digital!
Aseguren desde ya que quienes solicitaron ayuda de alquiler municipal, este año también la van a obtener. Llámenlos, negocien, saben quienes son y tienen sus números de teléfono.
Esto es sólo el comienzo, hay mucho más, pero la urgencia apremia y los artículos no pueden ser tan largos. La crisis social durará un tiempo que es imposible calcular ahora, por lo que debemos empezar a poner en valor y mejorar nuestros servicios públicos, también los municipales. Y no somos los que estamos en la base de la jerarquía, quienes tenemos que decir cómo hacer las cosas, para eso hay técnicos especialistas en la CC.AA. y en el Ayuntamiento para pensar estratégicamente sobre lo que hay que hacer en esta situación de emergencia. Pero por favor, ¡un Plan de Emergencia! El ejemplo lo tenemos en nuestro sistema de salud, disminuido por las políticas privatizadoras, pero un sistema del que ahora más que nunca nos sentimos orgullosos.
Y lo que vale para Murcia, Sr. Ballesta, dígale al Presidente, Sr. López Miras, que vale también para el resto de la región.