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Año nuevo, presupuestos nuevos, los mismos olvidados

Decía López Miras, Presidente de la Región de Murcia, en la última apertura de curso académico, que “es el momento de pasar a la acción, de no quedarnos en las palabras ni en los números porque, siendo esto importante, lo es más la enorme contribución que las universidades realizan para mejorar la vida de las personas en nuestra Región”. Por otra parte, el pasado 23 de diciembre, la vicepresidenta del Gobierno Regional, Isabel Franco, afirmaba en rueda de prensa que “los acuerdos están para cumplirlos” y que “nosotros no nos hemos negado a hacerlo”.

Parece que ambos han olvidado sus promesas electorales, pero la memoria de la comunidad universitaria pública de nuestra región no es quebradiza, al menos no la de sus estudiantes. Antes de las elecciones autonómicas, el pasado mes de mayo, los distintos grupos políticos se comprometieron con los consejos de estudiantes de la UMU y la UPCT a cumplir unos puntos mínimos, aunque quizá a aquellos que firmaron se les ha traspapelado ese documento, firmado tanto por López Miras como por Isabel Franco.

Estos puntos mínimos incluían, entre otros, la mejora de los transportes que conectan municipios y pedanías con los distintos campus universitarios; la reducción de los precios de máster, equiparándolos a los precios de grado, especialmente en aquellos que son habilitantes; la revisión de la tasa de expedición de título; la reducción del precio de las asignaturas examinadas en enero en las que no se haya impartido docencia, pagando únicamente tasa de examen; el aumento del presupuesto que la CARM destina a cofinanciar el plan de ayudas de la UMU y la UPCT; el aumento de las bibliotecas y las aulas de estudio; la revisión de los complementos autonómicos a las becas ERASMUS; y la garantía de unas prácticas universitarias de calidad, trabajando por un Concierto Regulador de Prácticas Clínicas digno.

Entendíamos que estos puntos, con los que se comprometieron ambos partidos del Gobierno Regional, así como la mayoría de grupos parlamentarios de la oposición, eran difíciles de cumplir en 2019, con unos presupuestos ya cerrados, y por ello pedimos gestos, gestos que mostrasen una voluntad de cumplir los acuerdos. Y a la espera de estos se aplazaron en agosto las protestas estudiantiles, para dar tiempo al nuevo equipo de la Consejería.

En este tiempo han llegado gestos, pero en otras direcciones. Estos últimos meses hemos visto cómo la CARM dará 550.000€ a la UCAM, con los que podríamos haber reducido la tasa de expedición del título de 215€ a 160€. Sin embargo, a los estudiantes nos dicen que no hay dinero. Y, como esta medida, tantas otras que sorprende que se tomen en una región que, como ya advertía el Defensor Universitario en el último Claustro Universitario, “es la tercera comunidad autónoma con los precios más caros de los másteres públicos y una de las regiones más pobres del país”.

Hemos caído en el viejo error de olvidar a los “nadie” de los que nos hablaba Galeano. Los estudiantes, la mayoría de las veces, somos esos olvidados, ese eslabón débil al que no hay que hacer mucho caso, y en ocasiones, al que tampoco hay que tomar muy en serio. Quizá el problema de fondo sea que nuestros acuerdos tampoco son tan importantes, que tampoco hace falta cumplirlos.

Cada año nos prometemos ser mejores. Esperemos que, para este 2020, entre los propósitos de año nuevo de los políticos esté que la Universidad se acerque a la excelencia. Para esto hace falta una mayor financiación, que debe reflejarse en los nuevos presupuestos. Porque, efectivamente, los acuerdos están para cumplirlos, los que se toman con los estudiantes también, pero hay que dar pasos en esa dirección.

*Amal G. Conesa Erragbaoui es vicepresidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Murcia

Decía López Miras, Presidente de la Región de Murcia, en la última apertura de curso académico, que “es el momento de pasar a la acción, de no quedarnos en las palabras ni en los números porque, siendo esto importante, lo es más la enorme contribución que las universidades realizan para mejorar la vida de las personas en nuestra Región”. Por otra parte, el pasado 23 de diciembre, la vicepresidenta del Gobierno Regional, Isabel Franco, afirmaba en rueda de prensa que “los acuerdos están para cumplirlos” y que “nosotros no nos hemos negado a hacerlo”.

Parece que ambos han olvidado sus promesas electorales, pero la memoria de la comunidad universitaria pública de nuestra región no es quebradiza, al menos no la de sus estudiantes. Antes de las elecciones autonómicas, el pasado mes de mayo, los distintos grupos políticos se comprometieron con los consejos de estudiantes de la UMU y la UPCT a cumplir unos puntos mínimos, aunque quizá a aquellos que firmaron se les ha traspapelado ese documento, firmado tanto por López Miras como por Isabel Franco.