El Gobierno del PP en Sevilla suma el apoyo del PSOE para presionar a Moreno con la tasa turística

El Partido Popular de José Luis Sanz ha puesto encima de la mesa de su primer debate sobre el estado de la ciudad la propuesta de instar a la Junta de Andalucía a implantar la tasa turística para Sevilla. Una medida que tumbó hace dos semanas el Gobierno de Juan Manuel Moreno en el Parlamento andaluz –porque contradice el ADN tributario del PP y su lema de la “bajada masiva de impuestos”–, pero que los populares en la capital hispalense defienden como una herramienta para que “los vecinos perciban que los turistas dejan riqueza en sus barrios”.

En plena batalla vecinal contra la turistificación, el portavoz del Gobierno popular en el Ayuntamiento hispalense, Juan Bueno, ha dicho no tener “ningún tipo de complejo” en dirigirse al Gobierno andaluz –que pilota su mismo partido– para exigirle la entrada en vigor de este impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos. La propuesta, que se ha aprobado en el pleno extraordinario celebrado este jueves gracias al apoyo del PSOE, contempla como primer paso “instar a la Junta de Andalucía a la creación de una mesa de trabajo con los operadores del sector turístico para promulgar a la mayor brevedad posible” esa tasa que grave la actividad turística.

A partir de ahí, se plantea “establecer un mecanismo legal” que garantice que la recaudación obtenida por la tasa turística “revierta de manera directa en el patrimonio histórico de la ciudad”, así como en nuevos proyectos e iniciativas que promuevan “una oferta turística de calidad, sostenible y en los barrios de Sevilla”. Algo en lo que coincide la coalición Con Podemos-IU, que, sin embargo, ha rechazado parcialmente la propuesta al considerar que, tal y como está formulada, encierra la “trampa” de dejar fuera de esa mesa de trabajo la voz de los vecinos y los sindicatos, como ha explicado el concejal de Izquierda Unida Ismael Sánchez.

Regular el turismo sin caer en la turismofobia

La necesidad de “ordenar el turismo” ha sido uno de los temas que han centrado el debate sobre el estado de la ciudad. El regidor popular ha abogado por que Sevilla “siga siendo una potencia turística” –se trata de la tercera ciudad más visitada de España, ha recordado–, “pero buscando fórmulas para amortiguar los problemas de convivencia que está generando” en la ciudad.

Sin embargo, la portavoz de Podemos Sevilla, Susana Hornillo, no se termina de creer las promesas de Sanz y le ha recriminado que siga “sin tomarse en serio” esos problemas derivados del “turismo masivo” que, a su juicio, está ensanchando “la brecha de desigualdad” entre los barrios. Frente a ese “modelo de turismo depredador que está arrasando nuestra ciudad”, ha propuesto “diseñar un camino hacia un modelo más sostenible hablando con todos los agentes implicados, con la oposición y con los vecinos”.

Al hilo, Hornillo ha reprochado a José Luis Sanz que, a pesar del mantra que repetía en campaña –“en Sevilla no cabe un piso turístico más”–, no haya sido capaz de sacar adelante la norma para limitar los pisos turísticos en la capital, por negarse a imponer una moratoria para frenar el crecimiento exponencial de este tipo de alojamientos. En este punto, la edil de la formación morada ha propuesto al resto de grupos políticos de la oposición elaborar su propia propuesta de moratoria “y solicitar la convocatoria de un pleno extraordinario en la que debatirla”.

A todo ello ha respondido el alcalde calificando a Hornillo como “la gran impulsora de la turismofobia en la ciudad” y recordando que el 25% del PIB en Sevilla se corresponde con el sector turístico. “Si nos cargamos el turismo, ¿qué pasa con el empleo?”, se ha preguntado el líder popular, quien ha insistido en su voluntad de “organizar el turismo en la ciudad”, pero sin sembrar “una semilla de turismofobia”.

Cruce de reproches

En realidad, el primer debate sobre el estado de la ciudad del mandato de José Luis Sanz se podría resumir como un cruce de reproches del todo previsible entre los representantes de los cuatro grupos políticos que conforman el pleno municipal. Mientras los populares se han centrado en culpar a la oposición de no haber podido avanzar más en su primer año de mandato por “las trabas que nos están poniendo”, la oposición en bloque le ha afeado al regidor “su incapacidad política para la negociación, su soberbia y su falta de diálogo”.

Además, la portavoz de Vox en Sevilla, Cristina Peláez, le ha acusado de maquillar la realidad y de seguir anunciando proyectos que nunca llegan, “como si siguiera en la inercia de una campaña electoral”. Para Peláez, tras más de 12 meses de gobierno popular, la ciudad “no es que no haya mejorado, es que ha empeorado” en temas como la limpieza, la seguridad o la movilidad.

De su lado, el líder de la oposición y anterior alcalde socialista, Antonio Muñoz, ha acusado al primer edil de escudarse “en el bloqueo de la oposición para justificar su ineficacia y la debilidad de su equipo”, que gobierna en minoría con sus 14 concejales frente a los 16 necesarios para la mayoría absoluta. “Debería ser menos soberbio, mucho más dialogante, más negociador y aparcar sus formas que han traído mucha bronca y descalificación a este pleno”, le ha recomendado el portavoz del PSOE, quien después de tachar de “año perdido” los primeros 12 meses de gestión de Sanz, le ha tendido la mano para desplegar de forma conjunta estrategias que hagan avanzar a la ciudad en ámbitos como la transformación social de los barrios o la educación.

Movilidad y cortes de luz

Por encima de los reproches, sí ha habido consenso entre las fuerzas políticas a la hora de identificar los problemas que arrastra la ciudad y que encabezan la lista de asignaturas pendientes para los próximos tres años de legislatura: la suciedad, la necesidad de regular el turismo, de mejorar la calidad de vida de los barrios más desfavorecidos y de impulsar infraestructuras en materia de transporte.

Áreas de acción que se han concretado en las propuestas que cada grupo ha presentado en la segunda parte del pleno extraordinario celebrado este jueves en la casa consistorial. Además de la iniciativa de adoptar la tasa turística, el pleno ha aprobado por unanimidad instar al Ministerio de Transporte a poner en marcha la conexión ferroviaria entre la estación de Santa Justa y el aeropuerto, y la ampliación de la Línea 2 del Cercanías, también a propuesta del grupo municipal del PP.

El PSOE, por su parte, ha puesto sobre la mesa la necesidad de adoptar “medidas para atender la emergencia creada en Sevilla por los cortes de suministro eléctrico”, así como su particular propuesta “para el fomento de un turismo sostenible y para solicitar una moratoria en las autorizaciones a viviendas de uso turístico no aprobada”, que ha sido tumbada por el pleno.

A propuesta de Con Podemos-IU, se ha aprobado parcialmente “el desarrollo de una estrategia verde” con la que combatir el cambio climático creando zonas peatonales, una red piscinas públicas e instando a Endesa inversión en red eléctrica, además de un “compromiso del Ayuntamiento de Sevilla con la defensa y fortalecimiento de los servicios públicos”. Iniciativa defendida por Ismael Sánchez con mención especial de los trabajadores de la unidad municipal de emergencias sociales y exclusión social (UMIES), que han acudido al pleno para manifestar su preocupación por la amenaza de un recorte en los presupuestos que afectaría a su servicio.

En definitiva, Sanz se haya llevado el suspenso de los tres grupos de la oposición a su primer año de mandato, pero el alcalde popular ha dicho sentirse “razonablemente satisfecho” de su primera etapa de gobierno por haber conseguido “que los motores arranquen para que la ciudad funcione”. A partir de aquí, ha asegurado que va a seguir trabajando en “consolidar” a Sevilla como esa ciudad “para visitar, para invertir, para trabajar y para vivir”, con la mirada puesta en el que ha asumido como su gran reto: preparar a la ciudad para la conmemoración del centenario de la Exposición Iberoamericana que se celebró en 1929.