La izquierda le aprueba al PP en Sevilla 24 millones en inversiones no incluidas en el nuevo presupuesto todavía por estrenar

José Luis Sanz (izquierda), junto a Juan Bueno en el pleno de este jueves.

Antonio Morente

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El Ayuntamiento de Sevilla tendrá nuevo presupuesto, el de 2024, a partir del próximo 31 de julio, el 8 de agosto como muy tarde si al final se presentan alegaciones. Unas cuentas que según el propio alcalde, José Luis Sanz (PP), “no se van a poder ejecutar al cien por cien” porque sólo habrá cinco meses para ello, pero que además se están corrigiendo con modificaciones presupuestarias con cargo al ejercicio de 2023 para hacer frente a inversiones que no se han incluido. Es decir, que todavía no se ha estrenado y como quien dice ya se está actualizando por una vía indirecta.

De hecho, algunos de los proyectos que se han aprobado por esta vía se anunciaron para el presupuesto de 2024, pero a la hora de la verdad no se metieron. Es el caso de la contratación de 262 trabajadores para Lipasam, la empresa municipal de limpieza, para lo que ahora sí hay dinero gracias a una modificación de las cuentas de 2023 que aporta siete millones de euros con los que también se desarrollarán planes de choque contra la suciedad.

La partida ha salido adelante gracias a la postura de PSOE y Podemos-IU, que han votado a favor o se han abstenido (facilitando así la aprobación) en propuestas que le aportan más de 24 millones de euros a un gobierno local que, pese a ello, sigue denunciando que la ciudad no avanza más rápido por el “tripartito bloqueador” que conforma la oposición. La tercera pata sería la de Vox, que una vez más se ha opuesto a todas las medidas económicas planteadas por el PP, lo que de paso le deja claro que la postura de la formación de ultraderecha no ha cambiado pese a que ahora sea el propio Santiago Abascal el que no quiera gobiernos de coalición con los populares.

Descuento del billete de Tussam

De esta manera, el apoyo de la izquierda ha permitido una transferencia de 10,5 millones a Tussam, la empresa municipal de autobuses, para que el Ayuntamiento complete con un 20% la reducción del precio del billete que en buena parte paga el Gobierno central. También llegarán fondos a la Orquesta Sinfónica o la Mancomunidad de Los Alcores que gestiona la basura de la capital, pagos que en algunos casos la oposición ha criticado que el PP sabía desde 2023 que tenía que acometer y aún así no las incluyó en el presupuesto para 2024.

“No entendemos el numerito de la cuestión de confianza”, con la que se activó la aprobación automática de las cuentas de este año, ha reprochado Vox. Desde Podemos-IU interpretan estas modificaciones presupuestarias como una “autoenmienda” al presupuesto nonato, del que el PSOE ha lamentado que “faltan diez días para su aprobación y no estaban previstas estas inversiones”.

El argumento del gobierno local ha sido, básicamente, que se trata de gastar remanentes de tesorería porque el año que viene volverán a estar vigentes las reglas fiscales que impiden este tipo de operaciones. Y sí, admite que otras medidas sí podían haberse incluido en las cuentas de 2024, pero entonces se tendrían que haber rehecho y nos abríamos plantado a finales de año para su aprobación definitiva. “Los tiempos de Sevilla no son los del pleno”, ha apuntado en este sentido el delegado de Hacienda, Juan Bueno (PP).

'Sí' a proyectos urbanísticos y 'no' a Contursa

Además de estas inversiones, los partidos de izquierda han facilitado también la aprobación de varias operaciones urbanísticas con partidas provenientes de los sistemas generales, es decir, fondos que están obligados a poner los promotores para el desarrollo de barrios en los que van a invertir “y que no se usaban desde la época de las Setas de la Encarnación”. Por esta vía se han habilitado recursos para obras de seguridad en el abandonado mercado de la Puerta de la Carne (que lleva tres lustros sin que cristalice ningún proyecto), así como para abordar proyectos como las carreteras SE-20 y SE-35 y la nueva pasarela sobre el Guadalquivir para conectar con la Cartuja.

Pero no todo han sido alegrías para los populares, que han llevado ocho modificaciones presupuestarias al pleno y han visto que le tumbaban tres por un importe total de 2,7 millones de euros. El grueso (2,5 millones) era para Contursa, la empresa municipal encargada de gestionar el turismo y los congresos en la ciudad, en un nuevo intento de sanear unas cuentas que vienen arrastrando el déficit que supuso el hundimiento del sector durante la pandemia. Aquí la izquierda ha votado que 'no' al denunciar que se eliminan controles, una postura que el gobierno local ve “inaudita” porque “pone en peligro la viabilidad” de la compañía.

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