Ya es Carnaval y el ambiente carnavalesco me inspira imaginar a los políticos de nuestra región disfrazados de aquello que pudiera representar mejor lo vivido en los últimos doce meses. Y la verdad es que a modo de chirigota me resulta muy gracioso imaginar a unos de presos, a otros de diablillos, a otros de predicadores, a otros de ciclistas, y así con todos.
Es gracioso ver a alguno que se siente ganador de las próximas elecciones porque el Fiscal ha iniciado acciones legales contra él, ver cómo otro intenta mantenerse a flote en un barco que le señaló con el dedo un emigrante a Europa, como si de un recién licenciado se tratase, y tuviera que haber ido a buscar una vida mejor porque aquí se le acabaron las oportunidades, y también es gracioso, o al menos sorprende, ver que hay quienes de forma bicéfala nos dicen “Ahora podemos” o “Claro que podemos”, dando por supuesto que obtendrán pasaporte a los ayuntamientos.
Esta chirigota tiene su gracia porque además hay otros esperando, tratando de remachar los agujeros de un barco a la deriva que, ironías de la vida, fue fundado por quien llevaba el mismo apellido, Iglesias, de quien hoy, a un nivel más general, puede desbancar a un tercer lugar ese partido, según las últimas encuestas.
A veces la vida nos transmite su chirigota mediante la ironía a través de los nombres, porque es curiosa la ironía de que a quien dentro de su formación se apellida “Monedero” le haya surgido un conflicto de tema económico con Hacienda. Aunque si de ironías de este tipo se trata y hemos de atender al significado de los apellidos, pongamos nuestra atención en los de algún “ex presidente” que tiene a miembros de su familia siendo interrogados por macro proyectos urbanísticos, en los que también están imputados otros que presuntamente “barrieron” para su casa en el cantón.
Aunque tal vez no todo sea el significado de los apellidos, sino también la figura que da el nombre “sombrío” de algún caso judicial. En esta chirigota carnavalesca de personas y nombres también aparecen los que tuvieron sus primarias y las tuvieron que anular, según dijeron porque no fueron limpias, y los que siguen una misma línea verde que quizás acabe llegando al carril bici o a otros lugares de sostenibilidad ambiental.
Y por último vienen de nuevas algunos “ciudadanos” que hace poco militaban en el partido del pepé. Desde luego, en este carnaval que da paso a la Cuaresma, donde a buen seguro veremos a muchos de sus protagonistas procesionando por las calles de nuestra región expiando sus culpas y demostrando a su pueblo lo buenos cristianos que son, quizás lo más divertido va a ser ver con qué trajes y máscaras diferentes a las que hoy llevan van a ir desfilando hasta el día 25 de mayo. No nos perdamos nada de éste carnaval porque a buen seguro va a haber muchas anécdotas graciosas para recordar.
Ya es Carnaval y el ambiente carnavalesco me inspira imaginar a los políticos de nuestra región disfrazados de aquello que pudiera representar mejor lo vivido en los últimos doce meses. Y la verdad es que a modo de chirigota me resulta muy gracioso imaginar a unos de presos, a otros de diablillos, a otros de predicadores, a otros de ciclistas, y así con todos.
Es gracioso ver a alguno que se siente ganador de las próximas elecciones porque el Fiscal ha iniciado acciones legales contra él, ver cómo otro intenta mantenerse a flote en un barco que le señaló con el dedo un emigrante a Europa, como si de un recién licenciado se tratase, y tuviera que haber ido a buscar una vida mejor porque aquí se le acabaron las oportunidades, y también es gracioso, o al menos sorprende, ver que hay quienes de forma bicéfala nos dicen “Ahora podemos” o “Claro que podemos”, dando por supuesto que obtendrán pasaporte a los ayuntamientos.