El Observatorio Regional contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género, decidía iniciar su andadura con cinco años de retraso; y en la misma fecha en el que se conmemoraba el Día Internacional del Orgullo, el 28 de junio, sabiendo de antemano que los colectivos a los que debería representar y defender no podrían estar presentes en el acto y habían solicitado un cambio de fecha.
El esperado Observatorio se inauguró como estaba previsto, porque así se hacen las cosas en esta Región, sin escuchar otras voces y por orden imperativa de quienes más mandan. Por supuesto, no faltaron las pertinentes fotos y con ellas se consiguió, no solo seguir ignorando a los principales protagonistas del día, sino también quitarles su sitio.
Distintos representantes de los colectivos implicados hicieron declaraciones en las que respondían a la vicepresidenta y consejera de Mujer, Igualdad y LGTBI, Isabel Franco, y todos coincidieron en desmentirla en su compromiso por los derechos LGTBI.
De todas las palabras dichas me voy a permitir citar las de un audio que sonaba a verdad de principio a fin, el que el presidente del Colectivo No Te Prives, Jesús Costa, enviaba indignando a la vicepresidenta y consejera, tras haber leído en una entrevista el pasado sábado, para decirle, entre otras cuestiones, que esto es “como si vas a una boda sin los novios y te haces una foto en el banquete”. La verdad de ese audio fue aplaudida y apoyada por muchas más voces decepcionadas con la gestión y absolutamente todas se mostraban unidas para destapar cómo la señora Franco mentía y no estaba apoyando a los colectivos LGTBI de la Región de Murcia.
El compromiso de una persona se demuestra con hechos y cuando se permite que, quienes pretenden imponer vetos parentales en nuestros centros educativos entren a formar parte de tu propio gobierno, poca credibilidad te queda por mucho que cuelgues la bandera arcoíris en la fachada de tu Consejería o regales pulseritas; cuando se vota conjuntamente en contra de mociones que defienden a las mujeres, levantando los brazos junto a quienes niegan o ridiculizan a las víctimas de las violencias machistas, de poco sirve que después te coloques una mascarilla violeta el 8m para hacer un guiño al colectivo feminista porque resultarás poco o nada creíble.
Por otro lado, pero en la misma línea, esta semana la misma consejera desmentía y tachaba de injusto mediante tuit a Jorge Serrano, un matrón del Servicio Murciano de Salud y firme defensor de los derechos de las mujeres que se enfrentan en nuestra Región a una interrupción de embarazo y son expulsadas de todos nuestros hospitales públicos. Jorge había citado a la vicepresidenta en Twitter para recordarle que “aún seguía esperando que lo citase en su despacho o alguna respuesta a la carta que le envió”. Franco contestó a su tuit, con tono enfadado y acusando a Jorge de faltar a la verdad. Se excusaba en que ya había sido atendido por la Directora General de Mujer y Diversidad de Género, María José García. El matrón, lejos de achicarse, volvió a contestarle: “en ningún momento he faltado a la verdad. Se me comunicó que usted se pondría en contacto conmigo sin demora debido a la gravedad del asunto. Además, entienda que antes de que esto haya ocurrido he visto cómo se votaban mociones apoyando a quienes ponían en duda los testimonios o que los términos que se usan son ”seguir trabajando“ o ”procurar“. El trato digno no se procura se asegura. Lo que esperaba es que usted fuese tajante debido a la gravedad del asunto”. Y esta vez Isabel no volvió a responderle. Cuando las pruebas con las que te rebaten son irrefutables es mejor agachar la cabeza y hacer como que te has quedado sin batería o te ha tragado un tsunami.
La falta de compromiso del Gobierno regional, del Servicio Murciano de Salud y de la Consejería de Mujer con las afectadas, después de las terribles situaciones que han denunciado, sigue siendo de una mezquindad impropia de representantes públicos. La señora Franco continua sin recibirlas ni escucharlas, quizás por no tener que agachar la cabeza cuando le cuenten las circunstancias por las que han tenido que pasar o cómo de despreciadas se siguen sintiendo por el Gobierno del que ella ha decidido seguir formando parte.
Como le dije a la consejera el día en el que presentó el Presupuesto Regional para su Consejería, confiaba en ella, pero me he sentido engañada y mi decepción va más allá de la política y sigue creciendo.
Isabel y yo vivimos en el mismo pueblo. No es que fuésemos amigas íntimas, pero hubo un tiempo, aunque ahora parezca imposible, en el que estuvimos unidas para defender la igualdad. Una carroza que publicitaba a un local en el que se comercializaba con el cuerpo de las mujeres, con jaula incluida en las que varias de ellas se mostraban con apenas ropa, pretendía salir, como cada año, en el desfile de las Fiestas de la Bruja. Varias mujeres, todas, creía, feministas y de distintas ideologías, nos unimos, opusimos y conseguimos que no saliese. Isabel formaba parte de ese grupo que perduró en el tiempo hasta el día en el que se anunció que la Consejería de Educación y Cultura de nuestra Región iba a estar presidida por una consejera expulsada de VOX. Por coherencia, en aquel mismo momento, me salí de aquel grupo y detrás de mí lo hicieron muchas más.
No he vuelto a hablar con Isabel Franco desde que firmó, retiró su firma y se hizo aquella foto inexplicable en el patio de San Esteban, pero este pasado miércoles, coincidimos en la puerta del baño de La Asamblea, nos cruzamos de frente y ninguna de las dos dijo una palabra. Soy de las que me cuesta pasar por esos ratos, lo reconozco, pero en el fondo pienso que no la conocí nunca, que no era mi amiga y que no se pierde nada cuando quien pasa por tu lado sin mirarte es una persona capaz de mentir hasta en aquello que más dice defender.
Recordaba esa misma noche, al llegar a casa, que hace dos años un afamado dibujante le dedicó una viñeta muy hiriente. Isabel Franco acababa de ser elegida cabeza de Ciudadanos en las primarias y el humorista justificaba su elección solo en el hecho de que fuese mujer y de que hubiese pasado por una grave enfermedad. Me pareció machista y del nivel más bajo y así lo manifesté públicamente mostrando todo mi apoyo a la que poco tiempo después se convirtió en vicepresidenta de la Región. Sin embargo, miembros del Partido Popular de Alcantarilla, nuestro pueblo, incluidos cargos de su Ejecutiva, compartieron y aplaudieron la viñeta por sus redes sociales. Cuando en el Pleno Municipal reprobé esos actos y pedí al alcalde que se sumará a mis palabras, el Sr. Buendía solo guardó silencio, dando a entender que también estaba de acuerdo con las ideas que había plasmado el dibujante.
Pese a la decepción, tras lo vivido en los últimos meses, si esa misma viñeta fuese publicada hoy, estoy convencida de que volvería a hacer exactamente lo mismo y que defendería a Isabel como mujer porque el chiste seguiría siendo igual de machista y con el mismo mal gusto de entonces, pero eso no quita que cada vez que la vea, como a otros, posando en fotos junto a los que en aquel momento compartieron y vitorearon ese chiste, guardaron silencio o usaron las peores artes para apuñalar a uno de sus compañeros, hundiendo con ello a Cs en Alcantarilla y solo para ganar las elecciones municipales, me vuelva a reafirmar en que no todo vale ni en política ni en la vida.
“Nada te puede dar la paz, excepto tú mismo. Nada te puede dar la paz, excepto el triunfo de los principios”. Emerson.
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