No me importa en absoluto Juan Carlos, o 'Juanito', como te llama Sofía, pero dejaré de llamarte Majestad por decencia y por dignidad simplemente. No me importa que te hayas acostado con cien mujeres o veinte hombres, ni tan siquiera que te hayas declarado culpable tú solo, con la limosna que acabas de enviar a la arcas públicas reconociendo tus ‘pecados financieros’. Hasta entiendo que hayas llevado una vida a 'cuerpo de rey', con tus cacerías y tus caprichos.
Lo que realmente me jode es que hayas mentido a todo el pueblo español que confiaba en ti. Has perdido no solo la credibilidad, sino que de golpe y porrazo, nos hemos dado cuenta de que te has reído de nosotros durante cuarenta años.
Ya no tengo duda. Has estado todos estos años, cuando llegaba Navidad, riéndote en nuestras caras. Aparecías cada 24 de diciembre con un Belén detrás -vaya católico por cierto- y la bandera de España para darnos consejos mientras te regocijabas por dentro de tu pueblo.
Aún recuerdo con tu gesto serio cuando dijiste hace unos años: “Cuando se producen conductas irregulares, que no se ajustan a la legalidad o a la ética, es normal que la sociedad reaccione. Afortunadamente vivimos en un estado de derecho, y cualquier actuación censurable, deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley, la justicia es igual para todos”.
Te imagino ahora, cómo te lo tenías que pasar con Corinna o con cualquiera de tus parejas por esos países de dios, contando dinero encima de la cama. Aquel Rey Campechano resultó ser un fraude.
Ahora, las llamadas fuerzas vivas de este país, quieren salvar tu legado y el trono de tu hijo, y para ello, no escatimarán recursos. Estoy seguro de que volverá a triunfar la hipocresía y volveremos a correr un estúpido velo sobre la Casa Real. Incluso habrá gente que saldrá a vitorear a los actuales Reyes por muchas calles de la profunda España.
Lo único que te tengo que agradecer es que si alguna vez tuve dudas, me la hayas resuelto de un plumazo. Francia es una república, al igual que Alemania, Italia y Portugal. La mayoría de los países eligen cada cuatro años a quéenes quieren que les representen. Aquí en España llevamos más de cuarenta años con una familia, los Borbones, impuestos por el dictador Franco, como Jefe del Estado. Y aunque la mayoría de los partido políticos con representación en el Congreso defienden la Monarquía Parlamentaria como forma de gobierno, la pregunta sobre si queremos seguir manteniendo la Casa Real se hace imprescindible Juanito.
Hay cientos de miles de españoles que hoy son abuelos y abuelas, y que ni siquiera pudieron votar en el '78 la Constitución por edad. Hay gente que ha muerto sin poder introducir una papeleta en una urna sin que le hayamos preguntado si está de acuerdo en que si ser hijo o hija de Rey conlleva privilegios. Es hora Felipe, que de una vez por todas, te sometas a la voluntad popular. El deterioro cada día va a más y, cuanto más tardes, más difícil será mantener una situación de privilegio.
Has tenido Felipe la inmensa suerte de que, cuando se redactó la Constitución, el hombre prevaleciera sobre la mujer. De lo contrario, tu hermana Elena sería la actual Reina de España, con Jaime de Marichalar como consorte, ¿o no?. Quizás ya seríamos república. Nunca lo sabremos.
No me importa en absoluto Juan Carlos, o 'Juanito', como te llama Sofía, pero dejaré de llamarte Majestad por decencia y por dignidad simplemente. No me importa que te hayas acostado con cien mujeres o veinte hombres, ni tan siquiera que te hayas declarado culpable tú solo, con la limosna que acabas de enviar a la arcas públicas reconociendo tus ‘pecados financieros’. Hasta entiendo que hayas llevado una vida a 'cuerpo de rey', con tus cacerías y tus caprichos.
Lo que realmente me jode es que hayas mentido a todo el pueblo español que confiaba en ti. Has perdido no solo la credibilidad, sino que de golpe y porrazo, nos hemos dado cuenta de que te has reído de nosotros durante cuarenta años.