Esta celebración era ineludible, a la vez que deseable y esperada por todos los que la habéis hecho posible. 384 días de manifestación de manera pacífica, ordenada pero contundente no es una experiencia frecuente y a Santiago el Mayor le cabe el honor de la haberla realizado. 384 días son muchos días y es fácil imaginar que en ellos ha habido momentos de todo tipo de sentimientos y de reacciones. No podía ser de otro modo porque cada uno de nosotros llevamos en nuestra mochila una historia personal y familiar distinta e irrepetible. ¡Y a mucha honra!
Pero cuando por encima de las diferencias personales se comparte el ideal de luchar por una causa justa y legítima, estas diferencias se aparcan, aunque a veces haya costado lo suyo; cierto es.
Y este ideal era ni más ni menos que la lucha por la dignidad de nuestros barrios, ante una propuesta de nuestros gobernantes que era un absoluto desatino –partir a Murcia en dos y excluir de ella a los barrios del sur- y que no tenía más interés que el de un partido en un intento de recuperar la confianza y la credibilidad perdida.
¡Luchar por la credibilidad faltando a la verdad, manipulando, como si repetir una mentira muchas veces funcionara cuando se está frente a una sociedad madura!
¡Y la sociedad murciana, en esta ocasión, ha sido una sociedad madura, que no se ha dejado engañar! Y con una lección que trasciende el contexto político y temporal actual, porque ¡no sólo no nos vamos a dejar engañar ante y por el PP, sino ante cualquier gobierno sea del color que sea! ¡Porque gobierne quien gobierne los derechos ciudadanos se defienden!
Hemos conseguido despertar la verdadera sociedad civil. Hemos puesto fin a la sumisión servil. ¡Los pensionistas acaban de demostrarlo porque también luchan en la misma dirección!
Y de esto podemos estar orgullosos. ¡Estamos orgullosos! Porque aquello de “mata al rey y vete a Murcia” o que de Murcia no se hable nada más que por casos de corrupción política –también con el AVE, ¿cuántos millones de euros se han perdido con el AVE en la Vega Baja?- o de la Murcia de un aeropuerto sin aviones que “no nos iba a costar un euro a los murcianos y estamos pagando, sólo de intereses, 20.000 euros diarios...; todo esto duele y no por patrioterismo pacato.
Ahora, de Murcia se habla, y bien, allende nuestras fronteras por este año de lucha en Santiago el Mayor que celebramos. Y había que hacerlo con espíritu abierto e integrador, incluyendo a todos, sumando, no restando, con una dosis de humildad necesaria para reconocer que todos somos necesarios y que todos tenemos una parte de verdad y razón en esta batalla.
No era una empresa fácil y quiero agradecer que una de las creaciones de esta lucha, uno de sus hijos, se haya hecho cargo de ella. Sí, porque esta lucha, al margen de un verdadero sentimiento de familia, ha originado unas creaciones, unos espacios, de carácter cultural, deportivo, lúdico, que han sido la sal y la energía para que la lucha no decayera.
Ahí están los Soterravías, el Coro de las Vías, los conciertos semanales, Radio Vías y los Viakingos, que fueron los primeros en germinar, tras aquella interpretación del muro de Pink Floyd, que el 22 de Septiembre de 2017 inundó Murcia y, desde aquí, llegó a media España. Símbolos, como `las Mujeres de las Vías o `la Abuela del Soterramiento´ han producido un efecto multiplicador de nuestra lucha que hoy han de ser apropiados por todos nosotros, porque son nuestros, nos pertenecen, como un referente de lucha pacífica, no violenta e independiente de consignas y ni de obediencia de partido alguno. Como nos pertenece la manifestación de 50.000 murcianos que salieran a la calle, hace hoy un año, diciendo ¡No al muro!, ¡Murcia no se parte! Es un orgullo poder saborearlo.
Mención aparte quiero hacer de Cecilio y Jesús, Jesús y Cecilio (Cecilio Cean); un bendito descubrimiento con un dominio profesional de un medio, la televisión vía Periscope, Youtube y otras técnicas de las redes, que nos ha hecho llegar en directo y en diferido a rincones muy alejados de Murcia, a los que no habría sido posible sin Cecilio TV.
Agradezco a los Viakingos que nos hayan liberado de la gestión de esta celebración, que hemos asumido porque tienen sobradamente probada su solvencia. Mejor imposible, como el título de la película.
Su labor ha sido integradora, huyendo de su protagonismo como grupo, y tratando de engarzar, como un orfebre virtuoso, todos los diamantes que forman este año de lucha ciudadana.
FUL y Cía. –los Viakingos- han construido un mosaico mucho más complicado que el de aquellos romanos de hace más de 2000 años, que generalmente lo hacían en blanco y negro; ellos han tenido que combinar miles de teselas de múltiple colorido: una saltarinas, como los Soterravías, que parece que tienen azogue, que saltan sin cesar, que lo mismo los vemos en Zarandona que en Torreagüera o en Nonduermas; otras vibrantes y rítmicas como las de Jesús Cutilas y los grupos de los jueves, que con su música movían todo el tablero y cambiaban las teselas de sitio; otras juveniles, pero diestras, y esperanzadoras como las de Dani y su banderín; otras mágicas y emocionantes como las del Coro de las Vías que han embelesado a todo el barrio y han llegado al corazón de mujeres y hombres que nunca habían soñado con semejante experiencia; sin olvidar las periciales y casi siempre silenciadas del grupo técnico y jurídico; o las de los documentalistas, que en ocasiones han servido información a los propios medios de información; con las AMPAS, asociaciones de vecinos, los pensionistas, la acampada, otras plataformas similares a la nuestra como las de Alcantarilla y Totana, la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública, Murcia en bici, con su incansable presencia en nuestras movilizaciones... Todas han tenido un hueco en esta celebración.
Y, por fin, todas estas piezas, estas teselas, se han amalgamado con el cemento unificador que supone el interés general de esta celebración en la que, como una piña, la ciudadanía de las Vías, de Santiago el Mayor, de Murcia, nos presentamos ante la clase gobernante para decirles que ¡gobierne quien gobierne, los derechos ciudadanos se defienden! ¡Murcia unida jamás será partida!
Que tomen nota nuestros gobernantes y los que pretendan llegar a serlo.
Somos la sociedad civil de Murcia que ha permanecido dormida durante décadas, pero que hemos despertado tras estos 384 días. ¡Y hemos venido para quedarnos! ¡Y para exigir mucho más que poder echar una papeleta en la urna cada cuatro años!
Quiero terminar refiriéndome a unas piezas de este mosaico, permitidme que mantenga la metñafora, que han sido unas teselas transparentes, limpias, incoloras, que se les veía venir día tras día en cualquier condición climática, sin rasgo alguno de grupo o subconjunto, con la cara descubierta, sin tapujos. Me refiero a esas mujeres y hombres del barrio que un día tras otro han aparecido en la acera de la Plaza del Soterramiento, que no se han tomado ni vacaciones: Paco, Carmen, Carmina, Antonio, Mari, Andrés, Pepe, Manolo, Pilar, Ma Dolores, Loli, Isabel y muchas más, alguna de ellas con su muleta bajo el brazo, las primeras mariposas del Paco el Carnicero. Vosotras sois la verdadera representación del pueblo, hermosa palabra. Vosotras sois las imprescindibles, como decía Bertolt Brecht.
Habéis conseguido que la vida de muchos de nosotros tenga sentido. Estoy/estamos en deuda con todos vosotros.
Gracias, Murcia.
*Palabras pronunciadas por Joaquín Contreras, portavoz de la Plataforma ProSoterramiento, en la fiesta del aniversario de las vías celebrada el pasado domingo 30 de septiembre