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Todos querían a Juan Andreu

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El pasado 2 de mayo se produjo el acto de entrega de la Medalla de Oro de la ciudad de Cartagena a título póstumo a Juan Andreu Poveda (1949-2022), un sindicalista histórico de CCOO que falleció hace dos años. Juan Andreu fue una persona muy querida en la ciudad y destacó en su trayectoria vital por ser un activista y militante de multitud de causas, pero su momento álgido lo vivió cuando en la crisis del 92 y siendo presidente del comité de empresa de la fundición de Peñarroya tuvo que bregar con el amargo cáliz de la reconversión industrial. Su empresa fue de las que salieron peor paradas: a pesar de las 127 movilizaciones en 180 días que los obreros de la Peñarroya llevaron a cabo entre 1991 y 1992, la fábrica acabó cerrando y se perdieron 350 puestos de trabajo.

Esta dura experiencia suya la recogí en su día en mi libro 'Cartagena en llamas: la crisis industrial de 1992'. Y cuando en el año 2016 Luis López Carrasco, el director de la película 'El año del descubrimiento', contó conmigo para ser el asesor histórico de la película y me pedía testimonios de aquella época en Cartagena, le dije que obligatoriamente tenía que hablar, entre otros, con Juan Andreu. La de Juan y sus compañeros del comité de Peñarroya acabó siendo una de las escenas más emotivas de aquel multipremiado documental. Luis me dijo esto: “Ibarra: el rostro y la voz de Juan son cine en estado puro”.

Hay que decir que fue un acto muy grato. Todos los grupos políticos municipales se sumaron al solemne homenaje al sindicalista fallecido que se inició en la legislatura anterior a iniciativa del grupo municipal de Unidas Podemos y que tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cartagena. En su discurso, la alcaldesa Noelia Arroyo (PP) no escatimó elogios hacia la figura de Juan y su trayectoria civil y sindical, pues no sólo desarrolló su actividad en CCOO sino que también estuvo unido a muchas otras causas: con las asociaciones vecinales, con los inmigrantes, con la memoria histórica… Las palabras de la alcaldesa culminaron afirmando que Juan Andreu fue “una persona valiente, luchadora, comprometida, que siempre combatió junto a sus compañeros por aquello en lo que creía”

Muchos de sus amigos (Antonio Miñarro, Josefina Pérez, José Luis Romero, Antonio Martínez Ovejero, Aroha Nicolás, Pedro Castaño Santa) glosaron su figura y biografía en sendas intervenciones ante el micrófono abierto para toda la asistencia al acto, que fue muy nutrida.

La familia y los amigos de Juan quedamos satisfechos con el desarrollo del acto y me gustaría destacar que fue unánime el apoyo de todos los grupos municipales de todos los colores (desde la izquierda hasta la extrema derecha) que estaban allí aplaudiendo la trayectoria de un histórico sindicalista de CCOO. Hubo representación de ediles de todos los grupos municipales, encabezados por los portavoces Nacho Jáudenes (PP), Jesús Giménez (MC), Manuel Torres (PSOE), Diego Lorente (Vox) y Ana Belén Castejón (Sí Cartagena). También estuvo invitada María Marín, diputada autonómica de Podemos y quien suscribe estas palabras en calidad de delegado comarcal de CCOO en Cartagena.

Por no faltar al homenaje, no faltaron ni el almirante jefe del Arsenal Militar de Cartagena, Alejandro Cuerda; ni el comandante militar y jefe del RAAA-73, Carlos Quijano; así como los cronistas municipales Luis Miguel Pérez Adán, Francisco José Franco Fernández y José Sánchez Conesa. Todos ellos se sumaron con respeto a la entrega de esta distinción.

Alguno de los asistentes me decía, no sin ironía, que es verdad que en este país se entierra muy bien a la gente, que estos homenajes no se dan nunca en vida… Otro fue más allá y me dijo que a la derecha solo le gustan los izquierdistas cuando se han vuelto de derechas o cuando se han muerto.

Todo eso es verdad, seguramente, pero también es cierto que ha sido un generoso acto de concordia tan extraño e insólito como encomiable en estos duros tiempos de polarización brutal de la política y la sociedad españolas.

El pasado 2 de mayo se produjo el acto de entrega de la Medalla de Oro de la ciudad de Cartagena a título póstumo a Juan Andreu Poveda (1949-2022), un sindicalista histórico de CCOO que falleció hace dos años. Juan Andreu fue una persona muy querida en la ciudad y destacó en su trayectoria vital por ser un activista y militante de multitud de causas, pero su momento álgido lo vivió cuando en la crisis del 92 y siendo presidente del comité de empresa de la fundición de Peñarroya tuvo que bregar con el amargo cáliz de la reconversión industrial. Su empresa fue de las que salieron peor paradas: a pesar de las 127 movilizaciones en 180 días que los obreros de la Peñarroya llevaron a cabo entre 1991 y 1992, la fábrica acabó cerrando y se perdieron 350 puestos de trabajo.

Esta dura experiencia suya la recogí en su día en mi libro 'Cartagena en llamas: la crisis industrial de 1992'. Y cuando en el año 2016 Luis López Carrasco, el director de la película 'El año del descubrimiento', contó conmigo para ser el asesor histórico de la película y me pedía testimonios de aquella época en Cartagena, le dije que obligatoriamente tenía que hablar, entre otros, con Juan Andreu. La de Juan y sus compañeros del comité de Peñarroya acabó siendo una de las escenas más emotivas de aquel multipremiado documental. Luis me dijo esto: “Ibarra: el rostro y la voz de Juan son cine en estado puro”.