En mi última columna escribía que en los cajones de la Consejería de Fomento había un estudio sobre la ampliación del tranvía hacia Molina y Alguazas que se publicó en el BOE. Alguien debió tomar nota y esta semana me he encontrado con que el consejero de Fomento anuncia que van a repetir el estudio informativo que ya hicieron en 2009. No dirán que no les digo lo que va a pasar con antelación.
La consultoría es la única ciencia que no va en hombros de gigantes y que necesita hacer de nuevo los estudios cada quince años, a ser posible los mismos sin que nada de lo hecho sirva para el siguiente. Es curioso. Dicen que la historia sirve para analizar el pasado con el objeto de entender el presente para planificar el futuro, pero parece que eso no vale en la montaña de decisiones que vamos tomando en los últimos años. Todos somos conscientes de que en una región como la nuestra, uniprovincial con distancias asequibles, la solución no pasa por arreglar el transporte de la capital y sus poblaciones limítrofes, porque como vienen a demostrar los datos publicados en los periódicos, las comunicaciones son regionales. Insistir en el transporte metropolitano es, una vez más, un error. La intermodalidad, en la que se han de incluir los ferrocarriles como los cercanías y medias distancias, requiere pensar en la Región: Cartagena está a 42 kilómetros, y Lorca a 75... y así podríamos hacer un listado con todas las poblaciones de la Región y sus distancias y darnos cuenta de qué debemos planificar.
No estamos en eso, y a uno se le cansan las letras, he repetido tantas veces la necesidad de planificar, de establecer parámetros, de revisar los cajones, ver lo que se hizo, lo que está analizado y sobre eso plantear las líneas de tendencia del futuro, pero, en cambio, una vez más, tenemos más de lo mismo, más de lo de siempre, política de balón y portada en forma de estudios informativos... una vez más. A veces pienso que todo esto es un entretenimiento, todos sabemos que la inversión del Gobierno regional solo la salva la bajada de la deuda por el acuerdo catalán. En el fondo, como está pasando con la amnistía, el Partido Popular murciano se queja de boca mientras se frota las manos esperando que le den la suficiente cintura para volver a endeudarnos en financiaciones a miles de años. Todavía a fecha de hoy nadie me ha sabido decir cuál es el coste real de la autovía del noroeste.
En el fondo, la Región es como esos ejemplos de lo que no se debe hacer, pero resulta imposible que la cosa vaya hacia adelante, así que marchamos hacia atrás en el tiempo repitiendo anuncios que ya se hicieron hace una década o más. Lo del tranvía viene a ser como lo del soterramiento, tras treinta años de demandas al final llegó, aunque en el camino sea el ayuntamiento el que vaya a construir la estación regional de autobuses porque al Gobierno municipal le dieron gato por liebre en la redacción del convenio.
La situación es un poco aburrida ya, todos sabemos el diagnóstico, lo que necesitamos, pero nadie quiere ponerse en realidad a hacer su trabajo y mientras tanto vivimos engañados en la reiteración de promesas que si algún día nos llevan a algo será a construir un ramal, que espero que por lo menos llegue a la estación del Carmen. En el fondo empiezo a estar como mi paisano, pa'que quieres que vaya, para oír otra vez lo mismo, lo de siempre. Es toda una cansera, habrá que ver si encontramos el entusiasmo, falta nos hace.
En mi última columna escribía que en los cajones de la Consejería de Fomento había un estudio sobre la ampliación del tranvía hacia Molina y Alguazas que se publicó en el BOE. Alguien debió tomar nota y esta semana me he encontrado con que el consejero de Fomento anuncia que van a repetir el estudio informativo que ya hicieron en 2009. No dirán que no les digo lo que va a pasar con antelación.
La consultoría es la única ciencia que no va en hombros de gigantes y que necesita hacer de nuevo los estudios cada quince años, a ser posible los mismos sin que nada de lo hecho sirva para el siguiente. Es curioso. Dicen que la historia sirve para analizar el pasado con el objeto de entender el presente para planificar el futuro, pero parece que eso no vale en la montaña de decisiones que vamos tomando en los últimos años. Todos somos conscientes de que en una región como la nuestra, uniprovincial con distancias asequibles, la solución no pasa por arreglar el transporte de la capital y sus poblaciones limítrofes, porque como vienen a demostrar los datos publicados en los periódicos, las comunicaciones son regionales. Insistir en el transporte metropolitano es, una vez más, un error. La intermodalidad, en la que se han de incluir los ferrocarriles como los cercanías y medias distancias, requiere pensar en la Región: Cartagena está a 42 kilómetros, y Lorca a 75... y así podríamos hacer un listado con todas las poblaciones de la Región y sus distancias y darnos cuenta de qué debemos planificar.